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[I]

Estaba en el mismo lugar que en mi sueño anterior. Era raro ya que esta era la segunda vez que soñaba con lo mismo, solo que esta vez había algo extraño. El cielo se veía opaco, al igual que todo el lugar. Estaba algo confundido, siendo sincero. Lograba escuchar algunos murmullos dentro de aquella gran infraestructura, la cual se veía desgastada, con una que otra marca de haber sido incendiada con anterioridad. Un impulso de entrar me invadió. Y por más que quisiera negarme, había una voz en mi interior que me decía de manera exasperante: "Entra". Y como dicen comúnmente, "la curiosidad mató al gato". En esta ocasión, la curiosidad me dejó en paz. Me negué a entrar; el lugar tenía una extraña vibra, además de los murmullos incomprensibles que se escuchaban desde su interior.

A pesar de estar en un sueño, todo se sentía tan real. Era como si mi cuerpo se hubiera transportado al pasado en busca de decirme algo, pero seguía sin creérmelo. Era solo un mal sueño que se volvía a manifestar, supongo. Seguramente en algunos días dejaría de soñarlo o lo olvidaría, así que ya estaba más tranquilo de que este sueño no me atormentaría más. Era lindo saber eso. Creo...

"No es mi problema", me repetí en varias ocasiones dentro de esta pesadilla que estaba experimentando. En un momento, caí al vacío como si de un túnel se tratara, pero no presté atención y de ahí desperté. Eran las dos de la madrugada. Sinceramente no quería creer lo que estaba sucediendo. En ese momento, sentía que mi subconsciente quería hacerme creer que recordaba algo que nunca pasó. Estoy más que seguro de eso. Supongo que en algún punto, si esto sigue, me llevará a la locura y, si descubren el tema de los sueños, mi abuelo no lo pensaría dos veces y me enviaría a la hoguera; ese hombre me detesta.

Pensándolo bien, no me parezco a ellos o a mis hermanos. Tal vez por eso no me quiere. Físicamente soy distinto a ellos. Los Müller son altos, de cabellos rubios, ojos azules y llenos de pecas. Además, son brillantes en temas de aprendizaje y también son educados, mientras yo... solo soy yo. Supongo que debería ser mejor que ellos. Haré lo posible para que me amen y estén orgullosos de mí. Puedo hacerlo, aunque tengo miedo de equivocarme. Siempre termino metiendo la pata. Soy tan inútil.

[II]

Me quedé mirando al techo por unos momentos mientras pensaba en cada error que cometí durante mi vida, además de replantearme todo lo que me sucedía. Reflexionaba sobre por qué nunca dejaban que saliera o que conociera a los pueblerinos... Tal vez había algo mal conmigo. Por algo nunca dejaban que fuera a los desfiles reales o que los súbditos me vieran... ¿Y si tal vez estoy enfermo? Por algo no me dejan ver a otros. En realidad, ¿ellos me consideran familia? ¿O solo me tienen aquí por obligación y para no quedar mal con sus aliados y sus súbditos? Yo considero que solo soy una carga para mí y para otros. Debería morir y dejar que ellos no tengan que ocuparse de mí. Si muero, dejaría de darle dolores de cabeza a mi abuelo. En cuanto respecta a la abuela y a mis hermanos, a ellos no les tomaría la mayor importancia; seguramente ni lo notarían.

Las lágrimas no tardaron en salir. Los pensamientos pesimistas comenzaban a abrumarme, a tal punto que mi cuerpo se sentía impotente, junto a las ganas de desaparecer. Suspiré pesado y prontamente me levanté para ir al balcón un rato, tomar algo de aire, despejar mi mente. Por último, tuve una gran idea, la cual comencé a ejercer esa misma noche.

Agarré algunas cosas de mi armario y robé algo de dinero a mis abuelos. Bueno, era mucho dinero. Tomé mi capa y salí del castillo, en lo cual casi fracasé. Bueno, fracasé, ya que me hicieron volver a mi habitación. Volví a intentarlo saliendo desde mi balcón hacia el patio, en donde pude escabullirme con gran éxito. Terminé yendo al establo por mi gran amigo y compañero, Tian, mi fiel corcel.

Logramos salir del castillo. Guie a Tian a cualquier lugar lejos de él, donde ya no pudiera molestar a los Müller, pues yo ya no era uno de ellos desde el momento que Luther deseó haberme asesinado cuando nací.

Miré a lo lejos y vi un gran bosque en el cual fácilmente podría perderme, pero era mejor eso a siempre tener que soportar los golpes y regaños de Luther. Estoy agotado de que me comparen. Solo quiero un descanso. Volveré cuando sea necesario. Por ahora estaré fuera, tomaré unas vacaciones.

"Volveré para la coronación de Marco", dije en un susurro y seguí cabalgando, hasta que una luz tenue empezó a iluminar aquel gran bosque. El frío se hizo presente. Estaba amaneciendo, ahora podía ver mejor por donde iba, que era lo importante.

[III]

Estuvimos caminando sin rumbo por horas. Para mí, esas horas parecían ser años. Cada vez me sentía más cansado, mis párpados empezaban a caer del cansancio, mi cuerpo se sentía débil.

Comenzaba a experimentar tanto frío al punto de que mis dedos se tornaban de un color rosa fuerte.

El frío se apoderaba de mi ser. Tuve que parar a Tian para poder descansar por lo menos una hora. Me senté en el suelo y pude apreciar la belleza del cielo y su hermoso amanecer. Los tonos azules se tomaban en el cielo dando inicio a la mañana. Tian se acostó a mi lado y posicioné mi cabeza en su lomo para, poco a poco, cerrar mis ojos, quedándome completamente dormido. Aun tenía frío, pero con el pasar de las horas, estas bajas temperaturas dejaron de sentirse, dejando que el calor se apoderara del lugar. Aunque, siendo sincero, el frío aun estaba presente. Todo se sentía tan raro en este nuevo entorno: los olores, los sonidos, la vista. A pesar de estar dormido, todo esto se hacía nuevo para mí. Nunca había salido del castillo, así que mi visión del mundo era limitada, muy limitada a decir verdad. Este nuevo entorno era demasiado interesante. Quiero explorarlo de punta a punta, experimentar sensaciones nuevas que me permitan ver el mundo desde mi propia perspectiva y no como lo cuentan los libros y mis maestros.

[IV]

Todo se veía negro. Caí de nuevo al vacío y desperté en una habitación que se veía desgastada. Las paredes habían sido dañadas por la vegetación que crecía ahí, todo se veía tan antiguo. Tenía tonos grises y tenues. Salí de la habitación y caminé por los pasillos de aquel lugar. Estaba lleno de tierra y cenizas. Logré distinguir un retrato de una mujer con lo que parecían ser tres niños. Era la misma foto que vi en mis anteriores sueños. Esto no podía ser real. Todo estaba conectado.

Seguí caminando y vi algo que me dejó en shock por varios minutos. Eran los huesos de varias personas. Esos huesos estaban deshaciéndose poco a poco, había un olor putrefacto en ellos, podía sentirlo.

Todo se veía demasiado real.

[V]

Desperté de golpe. Mi corazón latía desenfrenadamente, el miedo se apoderaba de mi ser. Mis manos temblaban, al igual que mi voz. Me levanté rápidamente y me subí en mi caballo para luego salir de ese lugar rápidamente, no lo pensé dos veces.

Estuvimos cabalgando por un largo rato y nos encontramos en lo que parecía ser un hospedaje. Yo tenía hambre y sueño, así que, sin pensarlo dos veces, entré y vi a una joven muy amable. Le di tres monedas, que era lo que costaba quedarse, y dos monedas por la comida. Tomé un pan y algo de carne asada; esos dos sabían demasiado bien juntos. Después, me dirigí a una de las habitaciones y me recosté en aquella cómoda cama, quedándome profundamente dormido...



La verdadera cara de la realeza y la traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora