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Steicy Vega

Leí los artículos sobre mi escritorio una y otra vez, mi mente estaba apunto de entrar en un colapso mental, eran muchas cosas.

—No deberías meterte en esos asuntos, Stei—habló mi amigo Daniel quien estaba acostado en mi cama.

—Es muy interesante, me gustaría llegar al fondo de todo esto—hablé mientras acomodaba mi cabello.

—Pero sería peligroso si alguien se entera de eso, Steicy—habló seriamente lo que provocó que mirará en su dirección, el chico de ojos cafés me miraba fijamente.

—Nada va a pasar, Ribba—hablé volviendo a mis asuntos, el no comento nada más, simplemente suspiro.

Seguí viendo los papeles dispersos por mi lugar de trabajo, realmente iba a llegar al fondo de todo esto, era muy terca y por más que me dijeran u advirtieran, seguiría haciendo mis investigaciones.

—¡La comida esta lista!—Un grito llego hasta mi cuarto, era mi madre, arregle mis documentos dejándolos bajo mis libros.

Daniel me miraba atentamente todos mis movimientos.

—¡Chicos!—se escuchó nuevamente el grito de mi madre.

Caminamos juntos fuera de mi pieza, bajamos justo cuando mi mamá estaba apunto de gritar por 3era vez. Comimos los tres juntos, esto era de casi todos lo días, mi mamá, Daniel y yo.

Uno de los dos celulares de Daniel sonó captando mi atención.

—¿Qué hizo qué?—habló mi mejor amigo poniendo una cara de confusión.—Voy para allá—dijo notablemente molesto.

—¿Paso algo?—preguntó mi mamá cuando colgó la llamada.

—Nada malo, pero tengo que irme a casa, gracias por la comida, pasen feliz noche—habló el levantándose de la silla, se despidió de mi mamá con un beso en la mejilla, dejo un beso en mi frente y salió de mi casa.

Mi mamá y yo continuamos con nuestras cosas. Pasado 20 minutos, mi mamá se quedó en el living viendo tv, yo subí nuevamente a mi pieza, apagué todas las luces en mi camino.

Me deje caer en mi cama, había sido un día agotador, últimamente estaba muy metida en los casos por lo que casi no tenía tiempos libres.
Soy periodista y mientras más rápido descubra algunas cosas, beneficio mi carrera.

Tomé mi celular olvidándome de mis obligaciones, mis ojos se iban cerrando poco a poco hasta quedarme completamente dormida.

—LittleGirlll
27/06/24

𝗖𝗼́𝗱𝗶𝗴𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝗶𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼/ 𝗖.𝗥.𝗢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora