MISIÓN 000 LOVE [#1] (Terminada)✔️

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Capítulo 8
Pasión sin fin, enfrentamiento y mandato
Parte III – Placer

Narrador

Patrick se consideraba una persona tranquila en muchas ocasiones, pero hasta el más tranquilo y amigable tiene dentro un poco de oscuridad. Solo basto dejarla salir ante las situaciones que enfrenta

Estaba agotado
Agotado de siempre ser el que apoya, siempre ser el perro de Christopher y también aguantar las faltas de su pareja.

Todo se complica cuando conoce a Rose. Ella tenía algo que era muy atrayente, pequeña y fiera. Eso saco de él la oscuridad que estaba escondida, desde el momento que la vio hasta ahora.

El destino estaba de su lado, al tener a dicha hermosa mujer de rodillas, con su pene en la boca. Esa boca tan caliente y dulce, estaba para complacerlo. Sus caderas se movían con rapidez viendo cómo ella trataba de seguirle succionando y chupando con arduo trabajo.

—Que buena chica.
Ella le daba una mirada tan rota. Sus ojos lagrimeaban, sus mejillas estaban rojas y mojadas, toda destruida y le gustaba ser él causante de ello, le excitaba de gran manera tenerla así.

Empujó su polla con brusquedad, follando su boca, estando orgulloso de como su lengua abrazaba todo su grosor. Emitió unas groserías y gruñidos por su orgasmo que lo golpeó con fuerza. Observó como Rose se alejo de golpe teniendo su boca llena de su esencia y uno que dos hilos de semen en las comisura de sus labios desbordaban pasando por su cuello hasta sus tetas.

—Tragalo todo, nena.
Agitado y sudado, observa como ella lo mira ida, tragando el líquido. Su lengua es la muestra de que ya no hay nada en su boca. Baja su vista y ve como sus muslos están mojados, ella había llegado a su orgasmo por tremenda mamada que  otorgó.

Su cabello está tomado sin ningún cuidado y  la puerta del auto abierta lanzando su cuerpo en los asientos traseros de boca arriba. La puerta se mantuvo abierta, necesitaba el espacio para poder cogerla sin interrupción.

Dos de la maldita madrugada y aún empezaba por explorar a la rubia, que ya la llamaba en su mente como suya . Abre sus piernas y la atrajo. Su polla se  introduce nuevamente en su delicioso interior, amando como sus paredes le recibían con alegría y apretaban con tanta hambre.

—Oh, ¡Patrick..!

—Sí, lo sé, Bonita.
Su vista estaba plasmada en sus tetas y el como se movían ante los bestiales empujes que él daba. Ahora entendía la pequeña obsesión que su mejor amigo tenía con la chica.

Era sensual y a la vez emitía inocencia. Eso volvería loco a cualquier hombre y de solo pensar en verla en brazos de otro, hace que su mano abofete continuamente sus tetas dejando aquellas marcadas, sus dientes pican por morderla y no pierde el tiempo en esperar.  Se ha inclinado en tomar con su boca sus senos y comerlos como si fuera el más delicioso manjar servido.

Las uñas de su chica rasguñan tanto sus hombros como su espalda, impulsando a succionar, morder sus pezones saciando su loca obsesion por marcarla. Bombea en su interior, ella apretaba con fuerza su polla. Le sorprendía la manera que era recibido por ella, tan pequeña y succionaba su verga como una profesional.

Alejo su boca de sus pechos saboreando su sabor y estuvo más que complacido al observar las marcas que adornaban el lugar. —Deliciosa.

Rose gritó. Su garganta dolía de gritos y gemidos que ella expulsaba, su cuerpo temblaba por completo, todo su cuerpo estaba mojado en sudor acompañada por el mayor. Recibió su orgasmo siendo llenada por su semen gimiendo complacida por eso, ella le siguió desbordando sus jugos sobre su largo pene, creando un gran squirt