El Dragón y la Rosa

Rosa escondida

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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En los hermosos jardines de Reach florecen las flores más abundantes conocidas por la humanidad, pero ninguna se compara con la belleza de las verdaderas "Rosas" del Sur. Los herederos de Mace Tyrell corretean por el jardín y sus risas armoniosas resuenan por los pasillos con el piar de los pájaros. Un niño y su hermanita tocan con ternura los pétalos de la rosa y admiran su belleza, pero no muy lejos de ellos la más joven mira con curiosidad la herida fresca de la suya.

"¿Por qué arrancaste la pobre rosa, Laena?". La mayor de las hermanas, Margaery preguntó con desagrado oculto en su dulce voz cuando presenció la rosa moribunda junto a su hermana.

"Tiene espinas". Dijo la niña más para sí misma que para responder a la otra. Dos de los tres hermanos encontraron a la menor bastante extraña a sus favores y decidieron dejar a la niña, que miraba con curiosidad la espina manchada de sangre de la rosa, en lugar de curar su herida.

Desde la veranda de Highgarden, el orgulloso castillo de la Casa Tyrell, su abuela Olenna los observaba atentamente, estudiando a cada uno de sus descendientes. Lo que más llamó la atención de la Reina de las  Espinas fue la terquedad de Laena al arrancar otra rosa. Sin duda era una niña extraña, diferente a las demás, pero esa era la razón por la que Olenna amaba más a la pequeña de su familia.

Tres rosas de la Casa Tyrell, todas de una deslumbrante belleza como el sigilo de su Casa; creciendo en el jardín de Reach.

El heredero de Highgarden, Loras el hermano mayor, tiene los ojos azul océano de su madre, Alerie Hightower al igual que su hermana, Margaery. La curiosa, Laena tiene los ojos dorados de los verdaderos Tyrell. Aparte de eso, los tres tienen los mechones castaños de sus antepasados y la belleza de su madre. Los señores de los siete reinos saben que su padre, Lord Mace Tyrell, no es ni el hombre más sabio ni el más guapo de Westeros. Sin embargo, es un marido y padre cariñoso y siente un gran respeto por su madre. Por eso, algunos dirían que el verdadero Guardián del Sur es Olenna, madre de Mace.

Con el paso de los años, Loras se convirtió en un joven al que le gustaban las batallas, las espadas y, explícitamente, la compañía de los hombres. Todos lo conocían por su título de "Caballero de las Flores". No sólo era excepcionalmente bueno en el combate, sino que se convirtió en una fina rosa admirada por muchos. Sin embargo, no tanto como su hermana, Margaery. Los hombres de Westeros dicen que es la mujer viva más codiciada de nuestro reino. Su belleza supera a la de Cersei Lannister, la Reina. Sin embargo, se dice que es tan hermosa como inteligente y, como muchas otras mujeres alabadas, tiene grandes ambiciones y sueños. El suyo era ser la Reina de los Siete Reinos. Después de todo, fue criada por la mejor de todas las damas, la única Olenna Tyrell, junto con su hermana Laena.

La menor se convirtió en la mezcla de sus hermanos: una belleza con espada. Aunque nunca tuvo la ambición de su hermana ni el interés de su hermano por los hombres. Era tranquila, la rosa oculta de los Tyrell. Olenna, su abuela, la atesoraba hasta el punto de que los plebeyos creen que Mace Tyrell sólo tiene dos herederos. Esas creencias se ven reforzadas por la cercanía de Margaery y Loras. La menor siempre prefirió sentarse en el jardín, leer sola o pelearse con Ludwig Selmy, su amigo de confianza, en lugar de relacionarse con sus hermanos o hacer alarde de su belleza ante el mundo. Por eso es una rosa escondida en el jardín, la Princesa de las Espinas.
En cualquier caso, los niños Tyrell "crecían fuertes".

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"Partiremos hacia Stormlands mañana al amanecer", anunció el padre, Mace, durante la cena familiar.

Loras y Margaery, ambos estaban extasiados al escuchar las palabras mientras que Laena no tenía ningún juicio al respecto. Para Loras significa que podría volver a estar al lado de su amante, Renly Baratheon después de que apoyara su reclamación al trono de hierro y lo coronara rey en Highgarden, mientras que para Margaery significa que pronto será coronada para ser Reina de Renly. Al igual que Laena, Olenna Tyrell se mostró neutral ante el asunto. Ella sabía la razón detrás de Mace, el afán de su único hijo por apoyar a Renly Baratheon, llamado Rey de los Siete Reinos.

Durante la Rebelión de Robert, Tyrell fue la única casa que se mantuvo leal a la Casa Targaryen, pero se sometió a Robert tras la muerte del príncipe Rhaegar y del Rey loco. A cambio, los Tyrell fueron tratados con indulgencia, perdonados y se les permitió seguir gobernando el Reach como lo había hecho su familia antes de la guerra. Sin embargo, ahora tras la muerte de Robert Baratheon, Mace espera hacer un buen partido con Margaery, la mayor de sus hijas para aumentar el considerable poder e influencia de su familia.

Es una ambición esperada del jefe de una Casa, pero lo que preocupó a Olenna fue la elección que hizo su hijo. Incluso Laena no estaba segura de si Renly Baratheon es en realidad el legítimo heredero del Trono de Hierro que dice ser. Pero esta vez, ambas decidieron guardarse sus dudas. En parte, por Mace, pero sobre todo por los dos hermanos que desean esta unión más que nada.

Al despuntar el alba, los abanderados Tyrell ocuparon sus respectivos puestos al frente del ejército Tyrell junto a Mace y Loras, ambos con sus armaduras plateadas con la rosa, el sigilo de su casa grabado en ellas. En la puerta de Highgarden, las mujeres Tyrell intercambiaban palabras de despedida, ya que la mayor de las Rosas se marcha a casarse con un ciervo.

"No eres sólo una rosa, mi dulce niña. Eres una rosa dorada del Reach. Recuérdalo siempre. Inquebrantable, eterna rosa dorada". La Reina de Espinas dijo. Sus dos nietas sabían que no le gustaba el emblema de su casa y, si hubiera tenido la oportunidad de cambiarlo, habría elegido una bestia temible. Sin embargo, nadie tiene el poder de cambiar una rosa en un dragón. Por lo tanto, una rosa es una rosa. Todos lo sabían. Para Laena, ella prefiere ser una espina en lugar de una rosa que simboliza la belleza.

"Deseo que logres lo que quieres, hermana. Cuídate". le dijo Laena Tyrell a su hermana mientras su madre se secaba en silencio las lágrimas que no había podido contener. Alerie Hightower, nunca tuvo la oportunidad de criar a sus hijos como ella quería. Su madre por ley, Olenna tenía toda la autoridad en el Reach, incluyendo los derechos de criar a sus hijos. Aunque ella ama a sus hijos hasta la muerte, ninguno de ellos estuvo cerca de entenderlo.

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Después de que el ejército Tyrell emprendiera su viaje hacia Stormlands, como de costumbre, Olenna Tyrell quedó a cargo del Sur de los Siete Reinos junto a la heredera más joven de los Tyrell, su preciada Laena. Olenna sabía que Westeros no es un lugar deseado y, aunque no consiguió quedarse con sus otros nietos, sigue queriendo mantener a la silenciosa flor a su lado, lejos de toda la crueldad e injusticia del Juego de tronos.

Como dama en funciones de la Casa Tyrell, Laena tenía muchas responsabilidades, pero aún así encuentra tiempo para pasear por el jardín, disfrutando de la compañía de otras flores. Sin embargo, un día en que estaba admirando la hipnotizante vista de Highgarden, encontró una "flor" en particular que le gustó. La heredera Tyrell se acercó a la muchacha que robaba su atención.

"Mi señora". La misteriosa muchacha se inclinó.
Laena encontró a la chica más atractiva de cerca.
"¿A qué debo este placer de encontrar una flor tan fina como tú en mi jardín privado?". La encantadora chica Tyrell preguntó a la doncella.

En Highgarden, hogar de los Tyrell, los jóvenes herederos de la Casa eran libres de hacer lo que quisieran. Después de todo, es su hogar y debería proporcionarles libertad y seguridad. Pero fuera del muro blanco de mármol de Highgarden, tanto Loras como Laena sabían que debían mantener ocultos sus intereses amorosos, pues había enemigos que gustosamente usarían su secreto contra ellos. Sin embargo, algunas personas del Reach estaban al tanto de las peculiares aficiones de sus jóvenes señor y señora e incluso probaron suerte para seducir a las rosas. Laena sabía que la chica era una de ellas. Sin embargo, se preguntaba si la chica aspiraba a pasar la noche con ella o con su corazón. Si es lo primero, podría dárselo encantada a la joven, pero si es lo segundo, no debe arrancar la flor.

Laena cree que el amor es algo que no se puede forzar, cuando llegue el momento acabará por encontrarla y ponerla bajo su inmisericorde hechizo. Está segura de que esa persona está ahí fuera, en algún lugar de los Siete Reinos, o tal vez al otro lado del Mar Angosto.