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Stolas abrió los ojos lentamente, su cuerpo aún le pedía descanso, pero la luz que entraba desde su balcón significaba qué ya no era hora de estar en la cama. Así que con un bostezo se sentó en su cama y notó qué estaba vacía ¿dónde estaba Blitz? ¿Se habría ido mientras él aun dormía?

—Oh, por fin despertaste—dijo Blitz mientras salía del baño con una toalla al rededor de la cintura.

—¡Blitzy! Pensé que te habías ido.

—¿Qué, desepcionado de verme, plumas?—Stolas se apresuró a negar, pero la sonrisa burlona de Blitz le dijo que solo lo estaba tomando del pelo—en realidad si pensé en irme, pero los guardias me habían dicho que la amargada no está y tampoco hemos aclarado las clausuras de nuestro trato, así que... —se encogió de hombros—Oye, mientras despertabas me di un baño y no sabia como llamar a tu mayordomo, así qué usé tu toalla ¿No te molesta, cierto?

—N-no, no hay problema

El diablillo fue a recoger su ropa regada por el piso y Stolas lo vio ponerse su ropa interior.

La noche anterior hicieron cosas muy poco decentes, pero su poca interacción social le pasó factura y Stolas maldijo internamente a Stella por quitarle las pocas probabilidades que tuvo de tener amigos ¿que se supone debía decirle al demonio con el que tuvo sexo hasta el cansancio la noche anterior? ¿Debía actuar casual? ¿Debería hablar como un amigo? ¿Como se trata a un amigo?

Afortunadamente una idea apareció en su mente.

—¿Quieres quedarte a desayunar, Blitzy?—invitó Stolas estirando su cuerpo hacia el otro. Blitz sonrió.

—!Creí que nunca lo dirías! Me muero de hambre.

Stolas llamó al mayordomo para pedir el desayuno y unos sirvientes dejaron las bandejas de comida en una mesa en el balcón a pedido de Stolas.

El desayuno era: cereal, huevos con tocino, papas horneadas con carne, panqueques, jugo, café, galletas y etcétera. "lujos de ricos" pensó Blitz.

Ambos se sentaron a la mesa y Blitz no demoró en atacar los huevos con tocino y las papas.

—¿Qué, tu no vas a comer?—preguntó Blitz cuando ya llevaba media mesa vacía y Stolas no había probado bocado.

—Oh no, usualmente no como a esta hora.

Blitz arqueo una ceja, poco convencido.

—Si bueno, "usualmente" no cojes hasta la madrugada—dijo mientras le servía papas con carne y un poco de jugo—Apuesto a que tu culo emplumado necesita energía para lo que sea que haga un príncipe, así que come.

Sintiéndose ligeramente abrumado por la muestra de interés, el búho asintió, y dándole un pequeño bocado a las papas se dio cuenta de que en realidad si tenía hambre, así que su próximo bocado fue más grande. Blitz se vio satisfecho.

—Bien, ahora si a lo que vinimos—empezó a decir el imp sirviendo una taza de café—¿Cuales son los pasos a seguir con el trato?

—¿Eh?

—Eso, los pasos a seguir, en este tipo de acuerdos me han pasado muchas mierdas por no poner las cosas claras. Cuales son los puntos a seguir, como va a ser la repartición del libro y todas esas cosas.

Cielos, no había tenido tiempo de pensar en eso.

—Pues, necesito el grimorio un par de días, luego de eso lo puedo hacer llegar a tu empresa o puedes venir por el.

—Es mejor que yo venga por el, si no mis empleados puede hacer preguntas.—Blitz se sirvió unos cuantos panqueques y les hecho una cantidad exagerada de miel—¿Qué tan secreto debo mantener esto?

secretos del silencio (Stolitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora