Los días pasaban y Alicent no podía quitarse las palabras de Marlon de su mente, se le hacía muy difícil no pensar en aquellas palabras. Para ella su padre lo es todo, haría lo que fuera por él, no sabría qué hacer el día que él tenga que morir, sería algo que ella no soportaría. Su corazón se haría mil pedazos.Aquellas palabras solo habían logrado estresarla durante los días, en los días que ella pasaba estresada la luna se ponía totalmente llena, haciendo que la marea sea más alta de lo normal. Todos en el barco lo habían notado y lo sabían, sabían que ella estaba estresada o molesta por algo, pero no sabían el motivo exacto de las cosas. Algunos de los marineros intentaban hablar con ella, pero ninguno lo lograba, pues solo hacían que ella se molestara.
El capitán ya había intentado hablar con ella en dos ocasiones pero no llegaban a nada, Onniel también había intentado conversar con ella pero la joven solo se irritaba al final de las cosas, Marlon era el único que no había intentado hablar con ella, pues él creía que ella solo necesitaba tiempo sola.
• • •
-No podemos seguir así.- Dijo Raymond mientras tomaba una calada de un cigarrillo.
-Es ella la que no puede seguir así.- Soltó sin más Marlon mientras miraba con atención la luna llena.
-Pero ya intentábamos hablar con ella, Alice siempre ha sido difícil pero ahora por alguna razón ahora es más difícil que antes.
-Ella está creciendo, ¿qué esperaban?
-Marlon, tú has sido el único que no ha ido hablar con ella ¿por qué? -Preguntó Onniel mientras se cruzaba de brazos y miraba al hombre con atención y cierta desaprobación.
-Alicent quiere paz, solo dejémosla tranquila... ya se le a de pasar.
-Marlon, no te ofendas amigo... pero eso no ha funcionado, necesitamos comenzar a preparar las cosas y el barco por ir a Alemania y Alice no está ayudando mucho que digamos- Fue Raymond el que hablo en esta ocasión, es su tono de voz se podía escuchar lo frustrado que estaba ante la situación.
-Lo se Ray, lo sé ¿pero que puedo hacer yo? Incluso el Capitán fue a hablar con ella y no se logró nada, no es como que conmigo sea totalmente diferente.
-¿Y que sabemos? -Intervino Niel.- ¿Qué sabemos si contigo logramos por lo menos que la marea este más baja?
-La marea no va a bajar hasta que la luna deje de estar llena, todos sabemos que ahora no es un buen momento como para dirigirnos a Alemania.
-¿Y que podemos hacer? ¿Qué Alice se calme? Saben que no es tan fácil, saben como es ella. -Dijo Ray mientras miraba con atención a Marlon y Onniel.
-Esta bien, esta bien... iré a hablar con ella, aún que eso no va a arreglar nada. -Se dio por vencido Marlon y comenzó a alejarse de sus amigos para comenzar a dirigirse hacia la habitación de la joven chica.
Alicen se encontraba en su habitación leyendo algunos libros de "fantasía", libros que hablaban de dragones, hadas, brujas, sirenas y sobre criaturas mágicas. Estaba totalmente perdida en su lectura sobre esas criaturas que no había escuchado que tocaban su puerta, reaccionando a unos cuantos segundos, se acercó a la puerta y al abrirla miro a Marlon.
-Tío... -Dijo con un tono casi frío mientras lo miraba fijamente.
-Linda... ¿podemos hablar?
-¿Hablar? ¿Por fin te convencieron de venir? -Suspiró y se hizo al lado de la puerta para dejarlo entrar.
-Yo solo quería darte tu espacio... ¿molesta por eso?
-No, molesta no...
-Entiendo, al menos me alegra que no estes molesta... ¿quieres que hablemos sobre lo que te pasa?
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◇𝓛𝓤𝓝𝓐 𝓨 𝓜𝓐𝓡.◇
FantasyAlicent, una chica abandonada un bote con tan solo pocos meses de nacida, criada por un grupo totalmente de hombres, el Capitán Darién, siendo su querido padre y unos tres hombres que ayudaron a criarla, Marlon, Onniel y Raymond como sus queridos tí...