La misión
𝐴𝑙𝑒𝑥𝑎𝑛𝑑𝑒𝑟
Estaba durmiendo como nunca, hasta que una llamada me hace despertar de golpe mi padre, no quiero contestar, así que ignoro el mensaje que envío y rechazo la llamada, intento dormir de nuevo pero el maldito teléfono vuelve a sonar y me veo obligado a responder
— ¿¡Que carajos estás haciendo Alex!? —casi me deja sordo tras gritarme—
— Hola papá, buenos días, ¿Cómo estás? Yo bien gracias por preguntar, estoy plácidamente acostado en mi cama descansando —increpo con sarcasmo—
— No estoy para juegos así que, levanta el culo de esa maldita cama y ven a trabajar, ya que, por culpa de tu equipo hemos perdido la oportunidad de atrapar a los Meyer —cuelga—
Lo que faltaba, cada vez que intento descansar los imbéciles que están a mi cargo lo joden todo <malditos>, me levanto, me ducho rápido, me cepillo peino mi cabello hacia atrás veo la hora y alcanzo para afeitarme, me coloco unos vaqueros negros, con una camisa gris, y una chaqueta de cuero y calzo mis Bruce negros, voy por las llaves del auto, y abordo mi Mercedes Benz c63 s AMG y me dirijo al centro.
En el camino recibo una llamada de uno de los espías a mi cargo
—Se- señor —balbucea—
— ¡Habla de una maldita vez, Corrigan!— Tenemos la firma de la hija de Alfred —habla dudosa—
— Voy en camino —le cuelgo—
Guardo el teléfono y me demoro aproximadamente media hora para llegar al centro, al llegar entrego mi documento, para confirmar que, si soy yo, y me dejan pasar, no tengo tiempo para buscar en dónde parquear el auto, así que le entrego las llaves a uno de los guardias de la entrada, me adentro a las instalaciones a grandes zancadas, y ahí están “mi grupo de trabajo”
—Agente Jones —me saludan al unísono—
Me entregan el papel con la supuesta firma de la sospecha, al ser una organización que trabaja para el FBI y la DEA tenemos acceso a todo lo que necesitemos, si tenemos la firma, la operación para llegar a ella seria sencillo, al mirar el papel, la rabia me consume, no es una firma, es una puta palabra escrita en alemán con garabatos
—paso mis manos a mi rostro con frustración— ustedes —los señalo—
— Jones — interrumpe una voz femenina —que sucede
— Nada de tu incumbencia — contesto tajante a lo que ella se acerca a arrebatarme la hoja —
— Ustedes no son más bobos por qué no son más grandes —se burla ella— no es una firma dice “jodanse” en alemán —se parte en risa—
— Que necesitas Romero —le digo de mala gana —
— A, si cierto, a la sala de juntas ahora
— Ustedes —volteo hacia los imbéciles — a trabajar si no quieren que limpie el piso con ustedes
Volteo siguiendo los pasos de la chica que tengo en frente, Shana Romero Gallego, agente y psicóloga colombiana del FBI, es morena alta y de cabello crespo, tenemos el mismo cargo en diferentes entidades, mientras ella, trabaja para el FBI yo lo hago para la R. E. O. H (red ojos de halcón) somos una entidad de espías y trabajamos de la mano del FBI y de la DEA aunque más con el FBI con la DEA no tenemos muchos lapsos.
Al llegar a la sala de juntas están todos las cabecillas importantes de ambas organizaciones
— Bien —habla Edwin — ya que estamos todos podemos empezar, Shana —mira a la morena— adelante
— Gracias señor, hemos investigado y no es mucho lo que obtuvimos, la hija de Meyer ha sabido adelantarse y camuflarse muy bien, su familia es reservada, por lo que conocemos poco —proyectan una imagen donde está Alfred con una mujer y dos niñas — sabemos que, Adara fue enviada a Rusia para ser entrenada y preparada, para ser la próxima heredera legítima de la mafia alemana.
—Es solo una niña malcriada —habla David Stone mano derecha de mi padre —
—No solo eso señor Stone —continua Shana— es una asesina en serie, convirtiéndose en la criminal más buscada de Asia y Europa, tras realizar torturas inhumanas —muestras imágenes <esa mujer es el diablo> — su primer asesinato fue a los quince años —proyectan a una mujer sangrando en la cien y un cuchillo que reposa en su cuello — aunque para ser criminal no tuvo inicios tan turbios y no inició desde pequeña no la hace menos peligrosa
— Después de ese asesinato, fue castigada siendo enviada a un convento, que no era nada más que una escuela de asesinos, camuflada en una entidad religiosa, a sus veinte años fue enviada a Rusia para terminar su formación, por qué ha acumulado más de mil asesinatos, eso lo que es respecto a su vida.
—Con respecto a su paradero sabemos que, está de vuelta a la casa de su padre, hemos buscado por todos los bancos habidos y por haber —que forma tan extraña de hablar la de esta mujer— y no hay ni un solo nombre registrado como Adara Meyer Schubert, no conocemos nada de ella, no conocemos su cara, voz ni siquiera su aspecto no sabemos cómo es en realidad
— Su padre —habla Edwin— realizará una fiesta tras el regreso de su hija, es nuestra oportunidad, tú y tu equipo —me mira— irán de infiltrados, tú serás el representante de la mafia australiana. La señorita Romero no nos acompañará por problemas mayores en el FBI por lo que te corresponderá a ti, Alex, tu equipo irá contigo, eso sí, a cualquier error y se van todos —amenaza— tenemos dos días para organizar el operativo, parte de la misión está hecha lo demás depende de ti —me mira—
—No siendo más damos por declarada terminada la reunión, a trabajar
El resto de la tarde se basa en la planificación de lo que haremos, informo a mi equipo todo y el como procederemos cualquier error y es nuestro fin <más por ellos, pero si la mafia nos descubre de mi solo queda el nombre>.
Después de una tarde agotadora, la noche cae avisando que es hora de largarme, dejo mi oficina arreglada y recojo mis llaves, por la ventana veo como Shana habla por el teléfono con misterio y estando alerta de que nadie la escuche, hay algo en ella que no me causa confianza, después de qué se va, salgo de mi oficina encontrándome con una de las mejores agentes 𝑆ℎ𝑒𝑦𝑙𝑎 𝐷𝑎𝑣𝑖𝑠 una estadounidense de aproximadamente 1.70 de estatura, delgada, cabello rubio, no es la gran mujer, tiene una belleza frágil, pero no está mal
—Agente Jones —me saluda—
—Buenas noches Davis —sigo de largo—
—No quisiera salir a tomar una copa —me dice tomando mi brazo, mientras me dedica una mirada coqueta—
—No, —afirmo seguro— estoy cansado y no quiero distracciones
Quito su mano sobre mi brazo y sigo derecho al estacionamiento por mi auto, estoy cansado y quiero descansar, ya que, se viene un arduo trabajo, conduzco a casa, y al llegar, indago un poco sobre la sospechosa. Y por lo que veo se ve que es una malcriada, desquiciada, respiro pesado guardando todo y acostándome para dormir, cansado por lo que se viene, el sueño no llega a mi, por lo que me levanto a comer, me doy una ducha rápida, me cepillo los dientes, volviendo a la cama poco a poco pierdo la noción de todo hasta que me duermo.
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Alexander es tan 🔥🫦🔥
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Amor En Medio De Traición
RomanceAdara Meyer Schubert hija heredera de la mafia alemana, un ser angelical pero sensual, pasará por diversas cosas entre ellas, el amargo sabor de la desilusión, la traición y el dolor. Así como también estará enterrada en el abismo del placer de dónd...