Clawthorne Pines [Male Reader x The Owl House]

la Clave del Trato

En otro lugar ajeno a las islas, vemos a un niño pequeño que vestía pijama flotando sobre un lago dentro de una gran cueva iluminada en amarillo. Del agua salían unos cubos de color negro que flotaban de igual forma por todos lados

—Que aburrido es esto.— dijo el infante —Ya quiero que ese tonto me saque de aquí, han pasado muchos años desde que me lo prometió.— El niño se mostraba enojado

Dejó de flotar para sentarse sobre el agua y recostarse a una roca abrazando sus piernas, su expresión se volvió una de tristeza

—Quisiera tener al menos alguien con quien jugar.— sus ojos comenzaron a lagrimear y su voz a quebrarse al recordar la soledad que lo acompañaba durante años

Eso no era bueno para nadie

Escondió su cara entre sus piernas para comenzar a llorar

Cuando derrepente, un canto protagonizado por una voz extraña se escuchó a la lejanía ganándose la atención del niño, que alzó su cabeza para ver a todos lados mientras lágrimas aún bajaban por sus mejillas

—Vengan los perdidos que vagan en lo oscuro...

—¿Qué? ¿Quién está ahí?— comenzó a flotar de nuevo mientras apuntaba con sus dedos en forma de pistola

—Hay una luz para el que se extravió...

Se estaba acercando al origen de esa voz aún con la guardia en alto, mientras más cerca estaba, mejor lograba escuchar la voz

—Miedo y dolor, se olvidarán muy fácil...

Ya había llegado al lugar donde provenía, pero no había nada que pudiera hacer ese canto. Bajó su mirada y notó que el agua detrás de él se estaba moviendo

Se volteó y pudo ver cómo un triángulo emergía del agua, esa cosa tenía una sombrero de copa, el cual se quitó en forma de reverencia

—Si a la tierra en paz se entregan hoy...— él abrió su único ojo, dejando en shock al niño —Coleccionista, es un gusto encontrarte al fin.

El Coleccionista se mantuvo estático, cuando estaba por hablar fue interrumpido por el triángulo que apareció detrás de él y lo agarró de los hombros con cuidado

—Te ahorraré los detalles, pero puedes llamarme Bill.

Un sofá apareció detrás, Bill hizo que el niño tomara asiento junto con él

—¿Que haces aquí?— preguntó El Coleccionista viendo a Bill con curiosidad

—Vine a ayudarte.

Esto confundió aún más al niño

—¿Ayudarme?

—Sé de una forma en que ambos podremos salir de aquí, pero para ello necesito un favor de tu parte.

El Coleccionista se cruzó de brazos y desvió la mirada

—Ye he oído eso antes, ¿Cómo sé que puedo confiar en ti?

Bill extendió su mano con el meñique levantado. El Coleccionista lo observó con bastante emoción

—No hay nada más fuerte que una promesa de meñique, ¿No es así?— agregó Bill

El Coleccionista rapidamente juntó su meñique, cerrando así el trato

—¡Ahora sí estamos hablando el mismo idioma!

Las manos de ambos se encendieron en llamas azules indoloras

El ojo de Clave brilló del mismo color

—Tú y yo nos llevaremos muy bien, Coleccionista.