𝑻𝒖 𝑭𝒖𝒕𝒖𝒓𝒐 𝑨ú𝒏 𝑵𝒐 𝑬𝒔𝒕á 𝑬𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐 [Actualización Lenta]

Capítulo 1

Tu Futuro Aún No Está Escrito
Por K. Stonham
Publicado el 31 de Julio del 2021

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Una de las primeras cosas de las que se dio cuenta Jim era que no tenía ni idea de cómo funcionaba la magia del tiempo.

Claro, estaba de vuelta en su cuerpo al comienzo de su segundo año escolar, pero... en su bolsillo estaba el amuleto reforjado. Que contenía trozos futuros del amuleto que Toby llevaba encima pero del que aún no le había hablado a Jim.

(Jim le dio un día antes de que Toby se lo dijera. Dos, como máximo. Los secretos nunca habían sido el fuerte de Toby).

¿No es una paradoja que ambos amuletos existan al mismo tiempo?

Lo que le llevó a pensar en Cal- Deya y su tiempo en Camelot. Donde brevemente había habido dos amuletos y dos Trollhunters al mismo tiempo.

Vale, entonces no era una paradoja que destruyera el mundo.

Pero...

¿Era Jim el que estaba en Camelot? ¿Sería el de Camelot? ¿O acabaría Toby cediendo su humanidad a las maquinaciones de Merlín?

Tenuemente, Jim se dio cuenta de que estaba sentado en el suelo de su habitación, con la cabeza entre las manos, el amuleto en el suelo a su lado y la respiración agitada.

No puedo... No puedo...

Necesito ayuda.

Necesito a mi equipo.

Y como el equipo para esto no podían ser Clara y Toby, no todavía, no podían ser Blinky y Aaarrrgghh...

...y Aja, Krel y Varvatos ni siquiera estarían en el planeta por meses...

Necesito a Douxie.

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Su madre había vuelto a trabajar hasta tarde en el hospital, así que escabullirse no fue ningún problema.

Jim respiró más tranquilo cuando vio a Douxie trabajando en el turno de cierre de la cafetería. Sintiendo que la suerte le acompañaba, entró y pidió un chocolate caliente y un pastelito que se fue comiendo mientras observaba cómo los demás clientes se marchaban uno a uno. Al final fue la última persona en la cafetería, y pudo ver cómo el mago esbozaba su mejor sonrisa de atención al cliente, a punto de decirle que era la hora de cerrar y pedirle que se marchara.

Jim se le adelantó.

"Hisirdoux Casperan".

Douxie se quedó helado.

"Mago de novecientos diecisiete años. Aprendiz de Merlín Ambrosius. Familiar de Archibald el gato-dragón".

Como si nada, apareció Archie, con la cola enroscada en los tobillos de Douxie. Jim le sonrió y luego volvió a mirar a Douxie, cuya mano se acercaba a su brazalete de hechizos.

"Douxie. Necesito tu ayuda".

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Habían volteado el letrero, apagado las luces y realizado toda la rutina habitual de cierre del café. Sinceramente, Jim no sabía si su ayuda había hecho que fuera más rápido o no; Douxie no había dejado de mirarle furtivamente durante todo el tiempo, claramente intrigado y extrañado en partes iguales.

Hisirdoux cerró la puerta tras ellos y se volvió hacia Jim. "Vale, dime".

"Ya, ya, paciencia, Douxie", dijo Archie desde el hombro. "No estoy seguro de que un lugar público sea el mejor para esta conversación".