Elisa de Almeida, la defensa estrella del conocido y exquisito equipo femenino del Paris Saint-Germain, tiene una "celebrity crush" por la cual se ve envuelta en una serie de emociones, sentimientos e ilusiones. La actriz Alice Wright, le ha robado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aprieto mis labios tratando de contener una sonrisa ante aquella casual conversación pero que de alguna manera me pone los pelos de punta.
Desde que conocí a Elisa hace una semana los mensajes vienes y van, me despierta con mensajes de buenos días y pregunta cómo va mi día. No voy a negar que al principio tenía una sensación extraña, no de incomodidad pero era algo que me hacía mantenerme fuera de mis cabales, fuera de razonar. Algo tenía la jugadora que me mantenía intrigada y con la mente ocupada en la manera en que me coquetea a veces descaradamente como también a veces de una manera más sutil. Jolie y Claudine cada que pueden me sueltan un << es obvio que le gustas y está coqueteando contigo >> y sé que lo hace, simplemente me he mantenido al margen sin sacar el tema, prefiero que ella lo hable conmigo cuando se sienta lista.
Mientras yo, yo no puedo decir que tengo sentimientos hacia ella. La considero una muy buena amiga con la que puedes hablar hasta altas horas de la noche sin aburrirte porque siempre tiene algo gracioso qué decir pero también es alguien con quien puedes hablar de las cosas más triviales hasta el tema más delicado y serio del mundo. Es muy versátil y madura. Y ese tipo de personas se ganan mi corazón.
Con ese pensamiento, dejo mi teléfono a un lado sobre el cuero en el que estoy sentada. Ahora puedo concentrarme mejor en la plática que mis dos acompañantes están teniendo.
-- Y yo te digo que no te puedes pintar el cabello de un cobrizo si seguirás teniendo las cejas negras-- dice frustrada la pelirroja con la mirada al frente mientras da leves golpecitos al volante.
-- Eso sonó racista- bromea la pelinegra con una mueca de indignación a medio mandar un mensaje de texto.
-- Jolie, ¿puedes tomarme en serio por una vez en la vida?-- la mira con fingida indignación y yo río-- trato de asesorarte ¿si? Callate y escucha...
Si bueno, esa no era una plática precisamente importante pero sí entretenida y era la ventaja de salir con tu estilista y manager. Mis oídos dejan de escuchar aquella conversación sobre tintes de cabello y y comienzo a ver cómo a unos metros de nosotros se encuentra nuestro destino.
