En la quietud de la noche callada,
bajo el manto estrellado
de un cielo sin fin,
vago errante por sendas olvidadas,
con el alma desnuda,
sin rumbo, ni fin.
Bohemio soy,
viajero sin destino,
caminante de sueños y versos sin voz,
en las calles desiertas mi andar
es divino,
en la bruma perdida,
encuentro mi paz.
Las farolas susurran secretos
antiguos,
de amores marchitos y risas
que huyeron,
en las sombras del tiempo,
mis pasos persigo,
en cada rincón,
mis anhelos murieron.
La luna me guía,
mi fiel compañera,
testigo silente de historias sin fin,
en sus ojos de plata,
mi pena agoniza,
en su luz, mi espíritu
vuelve a latir.
La poesía que escribo,
son ecos del viento,
palabras de antaño que nadie escuchó,
en mi pecho un suspiro,
en mi mente
un intento,
de vivir cada día sin saber
dónde voy.
Bohemio sin causa,
sin más pretensiones,
que solo
hallar en lo etéreo un pequeño rincón,
donde el arte y la vida,
sin más
restricciones,
sean todo y sean nada,
en un solo clamor.
Bohemio sigo mis pasos,
sin más que
mi esencia,
una sombra fugaz en la urbe sin sol,
en cada rincón,
dejo mi presencia,
un susurro en el aire,
un eterno egregor.
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M A T I C E S
PoésieSurcando entre diversos matices y tonalidades emocionales, descubriendo cada parte de mi ser al adentrarme en lo psicodelico, en mis inferencias y aciertos, a través de la poesía.
