31 De Julio

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Ese treinta y uno de julio
un ingenuo supo que le han estafado
con un macabro contrato,
que entre líneas decía que jamás
tendrían valía sus sentimientos,
el recuento de daños,
ni las heridas.

Desde ese momento
supo que era
momento de
huir o desmoronarse,
ninguna palabra podría
enmendar
lo irreparable.

M A T I C E SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora