IX

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Me desperté algo cansada, no pude dormir casi nada, el miedo que siento es inevitable, un solo descuido y puedo terminar mal, como de costumbre entraron las sirvientas con un nuevo kimono, me levanto como puedo, estoy cansada de despertar en las mismas paredes, casi no puedo salir, me siento muy sola, pero es inevitable supongo

Las sirvientas me ayudan y nos dirimimos al baño, cuando entro veo todo preparado así que sólo tengo que entrar y relajarme, después de entrar me sentí un poco más relajada les pedí a las sirvientas que salieran, pues podía bañarme sola, así que aproveche el momento y me perdí en mis pensamientos, pude pensar en algunas cosas y reconfortarme con los bonitos recuerdos que tengo de cuando era libre y no le pertenecía a nadie, me gustaría volver a esos tiempos pero supongo que es imposible, me quedo un rato en el baño.

Después de terminar el baño, se que mi cuerpo y me dirigí a la habitación donde las sirvientas habían dejado el kimono, debo admitir que era demasiado bonito y muy elegante.

Me vestí y salí de la habitación, ese hombre ayer me dijo que hoy sería un día muy importante, así que estoy algo nerviosa de lo que pueda pasar, trato de calmarme y pensar en cosas positivas, al llegar me quedo sorprendida estaban casi todos los demonios reunidos y ahí se encontraba ese hombre, con un típico traje, era normal pero en el lucia muy elegante.

Nuestras miradas se cruzan, rápidamente camino hacia donde esta, puedo ver como las lunas y los demás demonios de bajo rango se quedan observándome, eso me tenía algo nerviosa, así que baje mi mirada al suelo, tratando de evitar cruzar mirada con algunos demonios, aunque seamos la misma especie, no creo que pueda ser como ellos.

Al llegar a donde estaba el, el toma mi mano delicadamente, y sonríe

- te vez hermosa, parece que elegí un buen kimono- dice con una sonrisa, pero aunque sonriera se notaba que era algo más lo que sus palabras daban a entender, dudo que el sea de las personas que halaguen sin esperar algo, porque el es así, o esa fue la conclusión que llegue, después de todo llevo 2 meses aquí. Aunque sólo nos veíamos pocas veces, ya que el es un hombre ocupado, o siempre estaba en el mundo humano, en busca de sus objetivos- Gracias..- digo nerviosamente.

- hoy es un día importante- dice, me encuentro perdida en mis pensamientos, ¿que puede ser tan importante?, para reunir a las lunas y a casi todos los demonios de la fortaleza

- A que te refieres, Muzan- digo algo nerviosa

- No crees que es momento de probar tu lealtad hacia mi, tengo que probar que nunca intentarás escapar, y que estarás a mi lado como mi mujer y mi reina para siempre- dice el

Me quedo helada, como que una prueba de lealtad, no es suficiente ser su reina, pensé que solo ese era mi papel aquí, empiezo a temblar, mis ojos solo miran el suelo, trato de dar una respuesta, pero no salen mis palabras

- C-como que una P-prueba- digo tartamudeando, levanto mi mirada y lo veo fijamente, todos los demonios solo nos miran, las lunas están esperando lo que Muzan tiene para decir

Muzan hace una señal y de repente, entran 5 demonios con muchos humanos atados, 4 de esos cinco demonios que dirigen a las mesas de los otros demonios, los deja escoger los humanos que quieran, es obvio que esa es la comida de esta trágica velada

De un momento a otro el otro demonio que falta, que era el único que sólo tenía un humano con el, se dirige hacia Muzan y hacía mi, mientras agarra el humano y corta su cuello, la sangre empieza a salir, y Muzan hace que mire al humano, aunque no quiero hacerlo

La reina demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora