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"...Y todo lo que amé, lo amé en soledad..."
Edgar Allan Poe
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—¿Qué eres?.—pregunto la pequeña niña de ojos blancos con curiosidad.—No eres un ángel, tampoco un alma en pena y estoy absolutamente segura que tampoco eres un demonio…¿Qué eres?.


Él la observó en silencio por algunos largos segundos, ella esperó paciente.

—¿Por qué preguntas…?

—La luz que lo envuelve es distinta…—explico ella con tranquilidad.

El frunció el ceño confundido.—¿Distinta?

Ella asintió y dejo las flores que sostenia en sus manos aún lado.

—Los angeles poseen un brillo que los rodea, es una luz cálida impregnada de paz, las almas en pena en cambio poseen una luz gris que poco a poco se torna oscura mientras sus rostros empiezan a perder la humanidad que poseían y finalmente los demonios los envuelve una neblina plateada algunas veces roja, que los cubre por completo y pocas veces permite ver sus rostros.—explico con calma, el asintió, entendiendo entonces lo de la luz de la que hablaba ella.—Pero usted posee una luz extraña… lo cubre una luz oscura, es un negro profundo que si lo miras fijamente pareciera absorberte, pero no da miedo, al contrario da una paz parecida a la de los ángeles… pero diferente.

Asi que me rodea una luz negra…—susurro a la vez que observaba sus vestiduras del mismo color que la luz que lo rodeaba.—Tienes razón no soy un ángel, ni un demonio y tampoco un alma en pena… entenderás quién soy más adelante.

—¿Más adelante? ¿Cuándo?—pregunto más él no contestó y con la brisa que movió los árboles desapareció cuando sintió la presencia de Shisui.

Aún recordaba la advertencia de Shisui más aquella niña causaba en él genuina curiosidad, ya había pasado el tiempo límite que los niños de ese linaje vivían, y en ella no había reloj de vida, lo que le avivaba su curiosidad.

(De vuelta al presente)

Se dicen en las leyendas urbanas que los hospitales son donde abundan las almas en pena… que equivocados estaban, las escuelas eran un nido de aquellas solitarias almas, en especial los pasillos, donde intentaban mesclarze entre los vivos, riendo y conversando.

Fue ahí en ese lugar donde ella aprendió a diferenciarlos de los vivos, fue ahí donde aprendió a comparar el brillo de cada uno, después de ser criada en su hogar con profesores privados, el salir al mundo la hizo aprender muchas cosas.

Inconscientemente su mirada la llevó al mejor amigo de Naruto, Uchiha Sasuke, no lo conocía mucho pero por lo poco que había logrado ver era una persona arisca y poco social, por lo que le sorprendía que alguien como él fuese capaz de ser amigo de alguien tan sociable como el rubio Uzumaki.

Aquel chico de mirada fría y semblante arisco le causaba algo de curiosidad en especial por la chica de cabello rosa que lo seguía a todos lados, su mirada verde jade irradiaba tristeza y dolor mientras seguía al joven Uchiha a dónde fuera.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2024 ⏰

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