“El Demonio Rojo”
—¿Que sucede contigo?, ¿Por qué tardaste tanto en llegar? —Una mujer le reclamaba a su hijo, el cual vestía de soldado, unos diecisiete años en pie.
—Lo siento mamá, las cosas han salido muy mal en Londres, los servicios de buses se han cortado, el metro no funciona mas que para gente que busca refugiarse y su hogar ha sido destruido.
—Demonios... ¿Tan mal estamos yendo?El joven bajo la mirada mientras negaba con la cabeza.
Inglaterra, Londres, esto se había convertido en una verdadera guerra, Europa parecía decaer en eso, desde España, Dinamarca principalmente.
Desde la muerte de Tord Larksson, alias el Líder Rojo, todos han estado bastante confundidos, muchos tristemente suponían que ya no verían más a ese hombre de nacionalidad noruega liderar grupos de soldados.
Pero solamente, un día como cualquiera, algo se levantó.
No, no es referencia a un "algo" como un grupo de personas.
Si no un algo, de una criatura, casi salida de cenizas.
El recuerdo fue leve para todos en ese entonces, dos armadas las cuales se enfocaban en dar muerte la una a la otra, fue interrumpida por un gran grupo de soldados.
Soldados de la armada roja.
Frio y directo, todos comenzaron a disparar, dejando sin un solo cuerpo con vida, y finalmente se demostró el líder de aquella masacre.
Un hombre de armadura roja, un rojo sangre y vengativo, un rojo vil y sanguinario.
Todos en ese instante podían divisar que ese sería el aclamado Líder Rojo, de alguna manera vuelto en vida, pero este no era el caso.
No fue especialmente el caso cuando todos notaron que la armadura roja había cambiado de una forma grotesca.
Aquellos cuernos característicos, fueron cambiados por unos más enormes, puntiagudos, como los de un dragón, con tres aros negros separandolos, seguido de una larga cola puntiaguda con escamas rojas de metal por la parte trasera.
Se podía divisar en la ranura de la vista una abolladura en forma de garra, una enorme, que se supone dejaría a la vista ver quien estaba dentro de la armadura.
Pero en lugar de eso solo se podía ver un pequeño destello morado, simulando la figura de el ojo de una criatura llena de ira.
Los brazos fueron cambiados en enorme parte, dejándose ver un par de garras casi monstruosas, con púas negras en la parte final de cada dedo, la misma armadura parecía similar escamas de criatura por los brazos.
El traje de gran categoría fue lo que a muchos los dejo confundidos, una camisa rojo sangre con una corbata negra, un saco de color gris con pantalones del mismo color y unas botas militares oscuras manchadas de sangre.
En el lado derecho del saco se encontraba una placa dorada, "Tord Larksson" estaba trazada en ella.
Y por supuesto, la capa que llevaba era de un rojo carmesí, por fuera, mientras que por dentro se llegaba a divisar un color negro profundo, las puntas de la misma se hallaban desgarradas y quemadas, una verdadera pesadilla.
Todos por el simple hecho de ver la placa de el nombre de Tord en ella, simularon que era el.
Aunque su actitud fue demasiado cruel y directa.
Luego todos bajaron las comisuras de sus bocas, en cuanto se dieron cuenta que no podía ser el mismo Tord Larksson.
Este no era Tord.
Era Thomas Riedgewell.
Fue como una explosión.
Y el nuevo Líder Rojo solo hacia caer armada tras armada, con frialdad y sin decir ni una palabra.
Hubo gente que intentó investigarlo, por qué da la casualidad de que nadie conocía su rostro.
Fue inteligente de parte de Thomas, borrar toda su información de todo el mundo, dejándolo solo con su nombre original, el cual ya no quería que lo mencionaron del mismo.
—El no es Tord, el es Thomas Riedgewell, era la mano derecha de Larksson y su guardaespaldas.
—¡¿De veras es el?!, ¡Pero nadie ha visto su rostro!
—El nunca se quita la armadura... Ya nadie puede saber cómo era el, desde la muerte de Tord hace cinco años.
—Lo único que sabemos de el es que se llama Thomas Riedgewell.
Fue el terror de todas las armadas.
No específicamente por como lucía, si no por sus acciones.
Tord en su debido momento como líder fue piadoso y lógico, por eso le tuvieron respeto y honor.
Tom no es así.
Tom era frio, sanguinario, inteligente, pero era realmente cruel.
En las batallas contra otras armadas, se vio que el no perdonaba ni siquiera las ovaciones de rodillas ante el, el simplemente ya se veía estrujando el rostro de aquel soldado hasta explotarlo.
Y no le importaban los inocentes.
Era cuestión de tiempo para que todos ya no lo llamarán el aclamado Líder Rojo.
Si no, El Demonio Rojo.
Fue una especie de criatura parasitaria, primero terminando con las armadas mas conocidas, terminando con sus vidas y ordenando a sus soldados que acabarán con la vida de cada familia de los soldados ya fallecidos.
Tan solo tenía que elevar el brazo a la rectura de su rostro y señalar con uno de esos dedos puntiagudos de metal teñidos en rojo.
Cuando termino con bastantes armadas por casi todo un año, prosiguió con los países.
No de golpe, si no desde adentro, Thomas tuvo la suficiente inteligencia para saber a quien debía atacar en los cargos políticos para que todo quede en caos.
Primero está empezando con Europa, viajando pais tras país y depende de que ciudad pise, todos empezaban a temblar por no saber con exactitud que es lo que haría.
Y de modo en que nadie se enteraba, el ya había tomado sus acciones, tal como un parásito, devorando a su víctima desde dentro para salir ya fortalecido y poderoso.
¿Quieres jerarquía?
El Demonio Rojo no dejaba que existieran las jerarquías, por qué mataba a las cabecillas y manipulaba los medios de ideología, nunca tuvo que decir palabra alguna, la gente enloquecía de por sí sola al mirarlo.
Causo que las guerras entre países fuera más deplorable, como si observará a lo lejos como dos felinos se hacían daño hasta matarse.
Inteligente de su parte.
Dejo a varias personas sin hogar, sin un lugar al cual ir.
Incluso se encargó de las grandes organizaciones del mundo, fue con suerte la primera vez que en lugar de utilizar sus manos manchadas de sangre, utilizo su voz.
De alguna forma ese tipo sabía hablar y solo provocaba caos.
Los fieles perdieron su mente.
Los tranquilos se volvieron agresivos y locos.
La gente que no iba de un lado bueno ni malo, termino cometiendo asesinato entre ellos o de otras formas suicidio.
Si el mundo estaba en un grado horrible, ahora estaba peor que antes.
Todo gracias al Demonio Rojo.
Que antes era conocido como Thomas Riedgewell.
—Esto es por Tord.
—Si el ha muerto en agonía, entonces el mismo mundo experimentará su agonía antes de morir.
—Todos lo pagarán con sus vidas.
Esas frases tampoco salvaron a los propios soldados de la armada roja.
Tom era una bestia manchada en sangre de venganza, desde ahora.
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La Caída del Líder Rojo
FanfictionTord Larksson, conocido como el aclamado Líder Rojo, tanto la forma en que era respetado, también era odiado por algunos. Ese odio llegó a Tord en forma del final de su vida. Y luego, está su guardaespaldas y mano derecha, Thomas Riedgewell. Quien n...