30 𝐃𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐎𝐓𝐏 ₊‧.°.⋆𝑉𝑎𝑙𝑛𝑎𝑟𝑑•˚₊‧⋆.

𝔇𝔦𝔞 7: 𝔍𝔲𝔤𝔲𝔢𝔱𝔢𝔬 𝔠𝔬𝔫 𝔩𝔬𝔰 𝔇𝔢𝔡𝔬𝔰

   Iba caminando por los iluminados pasillos mientras jugaba con su kunai, el cual lo sostenía desde la punta con un dedo mientras silbaba.

   El corredizo estaba desolado, así que no había necesidad de colocarse su máscara, por lo tanto era libre de estar con su rostro al descubierto.

   Se podía decir que hoy era una tarde tranquila, ya que no recibió ninguna misión repentina, ni Bruce lo llamo para algo.

   Sentía como si hoy fuera su día de descanso.

   — Joven Val —. Escucho detrás suyo.

   La paz no siempre era eterna.

   Inmediatamente se coloco su máscara antes de voltear para ver al Yokai, la cual era una de las sirvientas que le aviso de un llamado de su Jefe.

   — ¿Tan necesaria es mí ayuda? —. Preguntó, sin tener muchas ganas de ir.

   — El jefe no me dio muchas indicaciones —. Contesto apenada —. Solo me pidió que le dijese que lo espera en su oficina —.

   Y con eso dicho, Valentin simplemente dio un suspiro para rodear a la pequeña e ir a donde estaba el mafioso.

   Realmente no tenía ánimos de soportar a Bruce ese mismo día, y menos si se trataba de aquellos asuntos personales.

   Al llegar a la oficina de su superior, ni se molesto en tocar y solo entró sin más, encontrándose al dragón fumando como siempre.

   — ¿Me mando a llamar, Señor? —. Inquirió, a la ves que hacía una reverencia.

   — Val~ que bueno que viniste —. Comento, mientras le hacia una seña al menor para que se le acercase.

   Un tanto desconfiado, la tortuga acuática se acercó lo suficientemente para estar a una pequeña distancia del escritorio del Yokai, quien serenamente se levantó y rodeo la mesa para acercarse le.

   Ante la acción del dragón, el híbrido simplemente se mantuvo quieto en su lugar y sin hacer algún movimiento, pero aún así sintiendo incomodidad por como el contrario lo miraba.

   Ya se quería largar de ahí.

   — Dime, Val~ ¿por qué crees que te mande a llamar? —. Dijo, mientras se ponía detrás del enmascarado.

   — Pues, imagino que para darme alguna misión —. Dicto, a la vez que sentía como el contrario acariciaba su cintura.

   — Mmm, eso es verdad. Pero, ¿no hay otras razones~? —. Interrogó, bastante cerca del cuello del acuático.

   Antes de que pudiese contestar, Valentin percibió como el mayor acariciaba la parte inferior de su plastron descaradamente, consiguiendo que se alejara abruptamente.

   Tenía su respiración muy acelerada, su estómago se revolvía pero por ganas de vomitar, así que inmediatamente se tranquilizo mientras recobraba la compostura.

   Y mirando a su superior, quien lo observaba seriamente.

   — La razón por la que te llamé, fue para pedirte que te encargues de algo para la fiesta que organizare la próxima semana —. Cambio de tema, a la vez que le entregaba un maletín al híbrido —. Tomate el tiempo que quieras, todavía hay mucho que preparar —.

   — Si, señor —. Dijo, para sin más agarrar el maletín y retirarse.

   Al ya encontrarse fuera de la recamara, la tortuga no resistió más y se fue directo hacia alguno de los baños para desahogarse un poco.

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   — ¿Para qué son estas invitaciones,
Chīsana? —. Inquirió al mayor.

   — Es de una fiesta que organizará mi jefe —. Dijo, mientras le quitaba la carta —. No toques —.

   El decir que la mafia organizaba una fiesta sorprendió por completo al ogro, quien desde hacía unas dos horas que se encontraba aburrido aún teniendo al híbrido consigo.

   Quien claramente se encontraba ocupado.

   Antes, al ver como Valentin se adentraba a su cuarto por el ventanal, Leonard creyó que ocurriría algo. Grata fue su sorpresa cuando solo observo como el mayor se sentaba cerca de su escritorio, para comenzar su labor encomendado.

   —「Aunque sea un beso, no?」—. Pensó al recordar aquello.

   Sin más, el menor no tuvo de otra que irse a sentar nuevamente a su cama completamente aburrido. Aunque podría llamar a sus amigos para divertirse, él sabía que esos idiotas se encontraban ocupados.

   Nuevamente dirigió su mirar hacia su acompañante, el cual se acababa de quitar su apretada camisa. Cosa que ya no le causa estragos a Leonard, después de todo el mayor hace eso muy seguido.

   De cierta forma en ese lugar se siente más cómodo.

   Repentinamente, una atrevida idea se adentro a la mente del criminal, quien se levantó de su lugar silenciosamente para acercarse por detrás al acuático.

   — Chīsana Kame~ —. Le llamo, recibiendo un siseo de inquietud —. ¿Cuánto falta para que termines? —.

   — Bastante, así que acuéstate y duerme —. Contesto secamente, tentando aún más al menor.

   Lentamente, el ogro descendió su mano derecha con cuidado por el plastron del softshell slider, quien lo miró de reojo seriamente.

   ¿Qué planeaba?

   — Leonard, si no quieres un golpe te pido que quites tu mano de mi- —. Inmediatamente se vio obligado a callar cuando el Yokai metió descaradamente su mano dentro de su pantalón.

   Ahora mismo maldecía ser hermafrodita.

   El menor acariciaba su parte íntima, más específicamente su clítoris, sin detenimiento alguno, viéndolo obligado a apoyarse en la mesa ligeramente.

   Nunca antes Leonard le había tocado en ese lugar, en sí por el echo de que él es el que recibe y nunca fue necesario el dar atención a su otra intimidad, pero ahora le era imposible el describir la existencia que sentía.

   Además de ser completamente diferente a la vez que Bruce lo toco en su oficina.

   Al ver en tal estado al híbrido, Leonard podía jurar que una creciente excitacion abatia su ser, era como si el lograr tener en tal estado al mayor le hacia sentir poderoso.

   — Ah.... Le-leonard, quita ahh... quita tu mano... —. Ordenó entrecortado al menor, quien prefirió acelerar sus movimientos.

   Logrando que se arqueara de placer.

   — Nunca creí tenerte en tal estado, Chīsana Kame~ —. Ronroneo cerca del cuello de su mayor, en el cual dejó un casto beso.

   Por primera vez, para Valentin los minutos pasaron tan lentamente que se volvió tortuoso, y era peor al no acabar de inmediato.

   Más cuando lo logró, nunca se sintió tan bien en su vida, incluso podía jurar que se desplomaria allí mismo, pero aún no.

   Primero castigará a ese atrevido Yokai.

   — Wow, no creía que fueras precoz, Chīsana- —.

   No supo en qué momento, pero la tortuga rápidamente se levantó y lo beso con tantas ansias que hasta creía estar delirando.

   — Dato che desideri così tanto la mia attenzione, ora l'avrai  —. Declaró en Italiano.

   Y aunque no logro entendre lo que el híbrido le dijo, Leonard podía jurar que de esta no iba a salir ileso.

🪐

Traduction: <Ya que quieres tanto mi atención, ahora la tendras>