Cuando Adam regresó al cielo, se sintió totalmente humillado, era el primer hombre de la tierra, padre de la humanidad, se convirtió en un ángel por gracia divina, el consentido de Dios, quien nunca pudo negarle nada, el hombre consentido del cielo, el guerrero, el hombre que fue abandonado por su primera amiga y su primer amor.
Aún recuerda lo que pasó, decir que esa noche lloró, es decir poco, no importó cuantas lágrimas derramó implorando piedad, simplemente le fue negado el perdón para esas personas importantes en su vida. Ese día, los mismos serafines bajaron del cielo para consolar al joven hombre, que parecía un niño al no tener una noción exacta de su existencia. Se le entregó a Eva luego de que Dios escuchó sus lastimeras súplicas para Lucifer, implorándole llevarlo con él.
No le importaba vivir en el infierno, con tal de estar a su lado. Los ángeles se encargaron de que Eva estuviera temerosa de Dios por lastimar al regalo divino que era Adam. El ser supremo decidió esconderle a Adam su segunda casta, como lo denominaba la humanidad en la actualidad. Adam se cerró al mundo de manera emocional e hizo un trato con Lilith únicamente por rencor.
A su llegada al cielo, su estado depresivo se volvió evidente cuando fue informado de que Lilith y Lucifer se habían casado y tenido una hija, todo aquello que ese ángel de ojos bonitos solía prometerle a él, diciendo que una vez su padre le revelara su don, ambos le pedirían unirse en el cielo una vez sus hijos poblaran la tierra.
Esos ojos dorados que brillaron al explorar el cielo y volar libre con sus enormes alas blancas, se oscurecieron, su sonrisa perfecta efímera como una estrella fugaz, sus gritos de dolor, su llanto, su ira, crearon una catástrofe divina en la tierra. Dios no le prestó atención, estaba más interesado en que su bonito y adorado "niño" se volviera a contentar con él.
Adornó el cielo con estrellas fugaces por muchas noches, para que el pobre Adam pudiera dormir tranquilo, Eva fue separada de él, luego de verse afectada cuando el hombre empezó a desarrollar su don en la seguridad del cielo, el aroma a Durazno tan agrio, tan fuerte que solo los ángeles podían atenderlo.
El hombrecito de Dios, fue llenado de gloria y amor por humanos que llegaban lentamente al cielo, por décadas, solo Dios era capaz de calmar su llanto. Cuando logró crear su caparazón de chico malo, egocéntrico y maestro de todas las pollas, su padre lo envió a la tierra junto con Lute a explorar el mundo y el manejo de las castas.
Adam lejos del cielo, fue una calma divina, los humanos enviaban plegarias en agradecimiento, sin sus constantes cambios de humor, las nubes no se comportaban erráticas y no se desataba algún infortunio de la naturaleza.
El pelinegro, incluso se unió a una banda, siendo un excelente guitarrista, poco a poco fue familiarizándose con el sistema de castas y solo basto un poco de lágrimas para que su divino padre, hiciera de los omegas, el eslabón más fuerte.
No va a negar lo innegable, tuvo una que otra conexión por ahí, disfrutó de la atención de muchos alfas, pero su divina castidad estaba intacta, claro que solía decir que se la pasaba follando como conejo, pero la verdad es que el trauma que le generaron las dos personas más importantes de su vida, lo hizo reacio.
Un año, cerca de la época victoriana, conoció a un alfa que parecía una copia exacta de aquel ángel en humano, aunque más calmado. A pesar de lo genuino de su conexión, el alfa supo entender que el daño que le habían ocasionado era demasiado. No era muy creyente, pero adoraba a la divinidad correcta de una manera más naturalista.
Ese conde, poco después, se casó con un omega campesino, él incluso cantó en su boda, todo era felicidad y dicha hasta que la pareja le obsequio una corona de flores. Lo que desencadeno recuerdos de tiempos pasados.
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A Little Piece of Heaven, which Descended to Hell [Adamsapple]
RomanceAdam se siente un completo idiota, pues murió sin siquiera poder dañar del todo a Lucifer, sin siquiera recordarle a ese ángel caído, que fue su decisión huir con su esposa, dejándolo a él completamente solo en el Edén. Decidido vuelve al infierno...