Chapter 2: How to make you believe that you love me?

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Summary: Adam es el tesoro divino de Dios, su pequeño consentido, no importa que ya sea un omega hecho y derecho, para su padre, es apenas un pequeño cachorro, como dicen los humanos. Por ello y luego de un largo día de trabajo, administrando el cielo, fue a visitar a su pequeño, pero entonces los cimientos divinos temblaron cuando el supremo creador descubrió que su niño no estaba en el cielo.

Cuando el divino padre decidió crear a su pequeño Adam, se esforzó y dio todo el poder divino a su alcance, su pequeño nació de las tierras vírgenes del Jardín del Edén, un hombrecito delicado, el primer omega que pisó la tierra.

Contrario a las sagradas escrituras de los humanos, Adam nació como un pequeño cachorro, diminuto, regordete y sonriente. El bebé de aquel ser divino, quien vivió en su creación por unos días, hasta que el rápido crecimiento de su pequeño se completara.

Los ángeles eran los únicos que tenían permitido cuidarlo, entre ellos Lucifer, ese ángel que le imploró crear patitos, el animal favorito de su niño. Adam no recordaba esos días, por lo que sigue sin entender por qué todos dicen que Dios fue muy paciente con él.

Un pequeño secreto que solo Dios y algunos serafines saben, es que Adam le teme levemente a la oscuridad.

Cuando era un bebé, Dios tuvo que dejarlo acunado entre flores de algodón y no logró volver a la tierra hasta que la noche hizo acto de presencia, esa noche la luna no iluminó el cielo y cuando el pequeño bebé despertó, sus preciosos ojos dorados se llenaron de lágrimas y su llanto hizo eco en el Edén. Ni siquiera Lucifer pudo calmarlo y solo cuando Dios llegó, el pequeño pudo acurrucarse y calmarse.

Por ello, cada que Adam tiene pesadillas, momentos tristes o no puede dejar de llorar, su padre iluminará el cielo, haciendo que las estrellas brillen con más intensidad o creará una lluvia de estrellas que alegre a los humanos también.

Dios siempre está pendiente de su hijo, supo desde un inicio que Luzbel conquistó el corazón de su pequeño, que siempre tenía las mejillas sonrojadas cada que le hablaba y lo encontraba con el ángel. Pero todo ángel tiene ocupaciones, por ello, creó a Lilith, la primera alfa de la humanidad.

Su hijo era feliz con ese par a su alrededor. En el fatídico día, Adam le preguntaba cuando se le revelaría su don y con ayuda de las aves, adornó esa cabellera negra con flores, todo para verlo sonreír.

Pero entonces, y gracias a su omnipresencia, se horrorizó cuando vio a Lilith y Lucifer compartiendo algo más que un beso. Su ira lo hizo gritar por tal indecencia, la tierra misma tembló. Los serafines bajaron a la tierra, la gran divinidad, jamás se detuvo a pensar en cómo le afectaría a Adam.

Los soñadores ojos dorados de su pequeño reflejaron el dolor que sintió cuando, guiado por su voz, también vio a aquel par siendo reprendido.

Los serafines crearon una barrera y abrazaron al hombrecito cuando este se quebró en llanto al escuchar que serían condenados al infierno. Ese día su pequeño le imploraba que los perdonara, que no los alejara de él, pero nada funcionó.

Aun cuando creó a Eva, su pequeño no volvió a ser ese soñador empedernido que ansiaba darle paso a la humanidad, así que, como acto de solidaridad, le permitió crear a sus hijos tal y como él lo creó.

Su pequeño les asignaba almas, tan puras como su magullado corazón, Eva fue su confidente, su amiga y compañera, la mujer que prefiere guardar su castidad hasta el fin de su existencia, para el esposo que no puede verla como la hermosa creación que es. Dios incluso le dijo que podía vagar por la tierra y ser libre sin restricciones, pero la mujer es cabeza dura y al igual que Adam, su corazón no está preparado para dar el salto de fe que necesita.

A Little Piece of Heaven, which Descended to Hell [Adamsapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora