Itadori, la ultima esperanza, se plantaría de nuevo frente a frente por última vez contra Sukuna.
Sus brazos, totalmente ensangrentados y destrozados, harían un último esfuerzo para moverse, haciendo inmediatamente una pose de manos.
Sukuna al ver e...
Itadori, Megumi y Sukuna se miraban un grupo al otro, en silencio. Y en un momento, Itadori y Megumi se lanzaron a por Sukuna, el cual simplemente se dedicó a retroceder y evadir, para en un momento, usar:
Sukuna: Rotación Avante: - Azul -
El Azul envolvió a Megumi, el cual fue lanzado hacia atrás por el impulso del Azul. Itadori quiso intentar una patada, pero Sukuna evadió hacia atrás y golpeó a Itadori en el rostro, para luego tomarlo del mismo y arrastrándolo un momento por el suelo, para luego lanzarlo hacia una pared. Megumi atacó por detrás con Nue, y Sukuna evadió el choque, pero Megumi se lanzó por si mismo, conectando un gancho. Megumi por el impulsó rodó un momento hacia adelante, pero frenándose, apuntó hacia Sukuna.
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(Imagen de referencia)
En un momento, los Gyokuken aparecieron de debajo de Sukuna, atacándolo. Sukuna saltó por encima de estos, y Megumi deshizo sus sombras antes que Sukuna lance varios cortes hacia ellos. Itadori regresó, lanzándose hacia Sukuna, el cual bloqueó y lanzó un corte al rostro de Itadori, el cual por poco esquivó por debajo, conectando un gancho al estómago. Sukuna pateó la cara de Itadori, haciéndolo retroceder. Megumi se lanzó, y:
Megumi: Black Flash.
Megumi había conectado su segundo Black Flash, para seguidamente invocar Datto de tal modo que Sukuna fue impulsado hacia abajo. Megumi los deshizo, mientras se lanzaba hacia Sukuna. En ese momento, Sukuna usó la versión pasiva del Azul para detenerlo en el aire.
Megumi: Eh?
Sukuna se levantó, y de un salto...
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(Imagen de referencia)
Megumi recibió por completo el golpe, escupiendo sangre y siendo mandado a volar. Itadori se lanzó a por Sukuna nuevamente, pero este tomó del puño a Itadori y lo lanzó contra el suelo, semi enterrándolo. Megumi en otra parte estaba levantándose a duras penas, tratando de recuperarse. Sukuna caminó hacia el, diciéndole:
