Felix quiere quedar embarazado, por cualquier medio necesario.
Una noche de gloria en un club local de BDSM proporciona al tímido omega una oportunidad única en la vida: un creador de bebés sin ataduras. Si tan solo su vecino alfa ve el volante que...
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No sé exactamente cómo llegué a casa. Pero al día siguiente me encontré en la cama, mi cuerpo dolorido y marcado. Curiosamente, estoy limpio y en pijama. Mi cabeza está nadando, como si hubiese bebido mucho alcohol, pero no bebí nada.
Recuerdos de anoche y del alfa que me folló flotan en mi cabeza, confundiéndome porque me hacen sentir amado y querido.
Recorriendo los eventos de anoche, me doy cuenta de un alfa alto que olía a melocotones me protegió de los otros. Podría ser porque no quería compartir mi agujero. Pero mis sentimientos aletean salvajemente. Todo lo que sé es que durante el inexplicable duro celo como nunca había tenido, ese alfa desconocido me protegió de cualquier daño.
Me parece familiar, pero no estoy seguro de conocerlo.
Meneo la cabeza. En verdad no importa si mi plan funcionó. Mi celo se ha ido, durando solo unas horas. Es una señal excelente, pero todo lo que puedo hacer ahora es esperar y tener fe. Envío un "gracias" silencioso a mi alfa protector desconocido.
Si estoy embarazado, se lo agradeceré por siempre.
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