↳Sexto Secreto.

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Ira:
"No me la vas a quitar también".

La idea de pasear con Hisoka tomando su brazo... ¿Le emocionaba? Seguramente porque eso es lo que ha querido hacer con él desde que lo conoció. Se miró muchas veces al espejo, se cambió de atuendo en varias ocasiones, parecía querer lucir perfecta, no tan llamativa pero tampoco para pasar desapercibida, siempre repitiéndose a sí misma que lo hacía para no desencajar con él físicamente. Con todo y su uniforme de oficina, la chica de cabello rosa palo consideraba que Hisoka tenía un gran porte.

Llegó al concesionario sintiéndose perdida, Killua le dio la dirección, pero no le dijo cómo encontrarlo estando dentro. Luego de rechazar a un par de vendedores que se le acercaron con estrategias de marketing, se arrepintió de no haberles preguntado por los trasladistas, así que se acercó a un tercero y este le indicó que podía encontrar a Hisoka en los cubículos del tercer piso.

Akane llegó a su destino y, cuando las puertas del elevador se abrieron, caminó hacia el área administrativa empezando a sentirse nerviosa. Apenas entró sintió el instante preciso en que su estómago se revolvía.

¿Por qué?

Finalmente se encontró a varias personas concentradas en sus trabajos, cada una en un pequeño cubículo personal, pero ninguna cabellera rojiza lograba resaltar llamando su atención.

❰ •🚘• ❱

Hisoka y Biscuit fumaban un cigarrillo en el área de tabaco que la agencia estableció para sus empleados. Mientras platicaban acerca del próximo viaje que ya tenía asignado, una trasladista compañera de ellos subió también a fumarse un cigarrillo, pero en cuanto vio a Hisoka ahí tan despreocupado, no pudo evitar hablarle.

—¿Ah? ¿Qué haces aquí Hisoka?

—Descansando un rato, supongo —se encongió de hombros y le dio una calada más a su cigarro.

—El viaje no es tan urgente, no te preocupes Menchi —añadió la rubia.

—Oh, no lo digo por tu viaje, lo digo porque una señorita de cabello rosa te estaba buscando.

Toser el humo de un cigarrillo era cosa de principiantes, pero Hisoka casi se atragantó al exhalar todo de golpe, a pesar de llevar tiempo con ese hábito. Biscuit soltó una risilla y miró el sonrojo de su amigo.

—¿Aquí? ¿Estás segura?

—Sí, se acercó a mí para preguntarme por ti y la envié a tu cubículo. De haber sabido que estabas acá la traigo conmigo.

—Mierda... —murmuró por lo bajo.

Apagó el cigarrillo con la punta de su zapato en el suelo y se dio la vuelta para ingresar a la agencia, Biscuit le agradeció a Menchi y siguió a su amigo de cerca. Mientras bajaban las escaleras —porque Hisoka no quiso esperar el ascensor—, la rubia le decía que salieran los tres a almorzar en el coche del traslado y que ya al final cumpliera con el viaje. Él no respondía, pero lo consideró por un momento.

Pudo haber sido una excelente idea... Pero no fue así.

Hisoka frenó abruptamente al llegar a los cubículos, al otro lado de donde él se encontraba, vio a una Akane sonriendo mientras platicaba con Illumi. Una ira sin sentido se apoderó de él y de sus acciones.

No me la vas a quitar a ella también...

—Entonces tu hermano me dijo que... ¡Ah!, Hiso...

El pelirrojo la tomó de la muñeca y caminó a paso firme hacia la salida.

Biscuit quedó igual de impresionada que el resto de los compañeros que vieron la rudeza con la que sacó a la chica del sitio.

Secretos de Familia [Hisoka Morow].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora