a Hierarchy Fanfic.
-Moon Ra Yoon sabía que ya no tenía más escapatoria, una madre Drogadicta y un padrastro inútil, las cosas cambiarían cuando su padre rico ganó su custodia y ahora, tenía que acostumbrarse a una vida de rica, aparte de sobrevivir...
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Leía repetidamente el mensaje antes de entrar al pequeño departamento en donde vivía con mi madre y mi padrastro en Seoul.
Estos días mi padre había estado contactándose conmigo, hablaba de un golpe final, que todo acabaría, que no me preocupara.
Eso lo venía diciendo desde hace 8 años, desde que ellos se separaron.
—Hasta que llegaste Rayoon!, cuánto dinero te dio tu padre de la manutención?—Dijo mi padrastro Awoon, quiso arrebatarme el sobre de mis manos y yo lo empujé de nuevo al sofá.
—Tal vez se lo gasten tragando mierda, pero este sobre, no lo tocaras tú.
Le dije, el solo bufó y siguió viendo la televisión mientras tomaba cerveza, caminé a la habitación contigua y ahí estaba, mi madre, haciendo cuentas, fruncí la nariz al sentir el olor a quemado, al lado de varias cuentas, había una cuchara quemada y una jeringa, ya sabía de qué se trataba, pero por más que quisiera, no podía ayudarla.
Toqué la puerta abierta y ella volteo de inmediato, parecía cansada, igual que siempre.
—Mi padre, envió la manutención.
Le dije, le di el sobre y lo abrió, sacando los billetes y contándolos lentamente.
—Por qué ha estado enviando más de lo que debería de enviar?, Bueno, almenos Awoon se pondrá feliz.
Sin decir nada más, salí de ahí, entrando a mi habitación, cambiándome mi ropa de la escuela a mi pijama.
A decir verdad dirán, por qué no escondo el dinero a la vista de ellos?. Una vez lo intenté y se pusieron como locos, Awoon estaba dispuesto a matarme.
En fin, hay familias que viven peor, mi vida no es tan mala cuando llego y me encierro en mi habitación, ahi es cuando puedo hacer lo que quiera.
Mañana es el último Juicio que marcaría mi vida, y realmente estoy lista.
Me acosté en la cama, mirando el techo mientras trataba de ordenar mis pensamientos. La idea del "golpe final" de mi padre resonaba en mi cabeza. Me preguntaba si esta vez realmente habría algo diferente. Después de todo, mi padre siempre prometía grandes cosas que nunca llegaban.
La noche se hizo más oscura y el sonido de la televisión en la sala disminuyó hasta que solo se escuchaba el ronquido de Awoon y el débil llanto de mi madre en la habitación contigua. Me levanté y caminé hacia la ventana, mirando la calle desierta y la débil luz de los faroles. Observando el barrio en el que vivía en mi miseria.
¿Una batalla legal final entre mis padres? ¿O algo más siniestro?
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