«Yo no tengo la culpa de que tu hermano esté tan bien...»
Liv siempre creyó que era guapo, aunque un poco imbécil, pero al verle quitarse el casco y verle con aquella botella de Champagne algo cambió en ella, tal vez ya no era tan imbécil, o simplem...
Llegamos al aeropuerto después de unas horas largas en las que, para mi suerte, pasé la mayoría durmiendo sobre el hombro de Gala, pero, cuando llegamos no solo nos esperaba parte del equipo de Ferrari, sigo que una muchedumbre con carteles apoyando a Carlos también esperaban allí.
— ¿Y está gente? ¿No tienen nada mejor que hacer? — Pregunté mientras cogía la maleta, todavía sin entender quien querría ir en busca de Carlos.
— Son fans, ¿Qué esperabas? — Se rió Carlos.
— ¿Cómo se han enterado? — Preguntó Ginevra agarrándose al brazo de Carlos.
— Siempre suelen ir a los sitios el primer día de la semana. — Explicó Gala. — Así que no sería de extrañar que se hubiesen puesto a investigar a que hora aterrizaba cada vuelo proveniente de España.
— Pero ya hay que tener ganas de investigar tanto... — Murmuré.
— La mayoría son adolescentes... — Dijo Ginevra. — ¿Te recuerdo cuando tú eras adolescente y estabas obsesionada con aquel grupo de música?
— No hace falta, estoy bien sin recordarlo, gracias. — Murmuré, tratando de irme lo más rápido posible.
— Yo sí que quiero escuchar eso... — Se rió con malicia Carlos.
—Pues te cuento... — Ginevra comenzó a contar la anécdota que yo, sinceramente, quería borrar — Cuando llegué a España ya había comenzado en YouTube y Liv ya estaba en redes sociales, así que cuando ella y yo nos conocimos estábamos en nuestros últimos momentos de adolescencia y ella se obsesionó con un grupo de rock que había escuchado un día en la radio...
— Gine por favor... — Murmuré queriendo que se callase.
— Y a ella le gustaba bastante la guitarrista de la banda... — Se rió mientras daba datos innecesarios.
— Conque te molaba una tía eh... — Se rió Carlos.
— Dios, cállate... — Murmuré.
— No quiero. — Reprochó Carlos.
— Te he dicho que te calles... — Murmuré mientras me acercaba a Carlos en busca de morderle el brazo que tenía libre, al mismo tiempo que Ginevra buscaba hacer barrera. — Gine quítate...
Intenté conseguir que Ginevra se quitase, un poco en bano ya que no lo conseguí y solo me quedó suspirar, mientras Carlos victorioso me sacaba la lengua.
— Ya vale tú también... — Le miró Ginevra entrecerrando los ojos. — Que me quito y dejo que te muerda...
Después de eso las cosas se calmaron, al menos por el momento. Apareció Gala con su maleta y por fin pusimos rumbo de camino al hotel, en el que según llegamos ya nos fuimos cruzando con algún que otro piloto por el hotel, como por ejemplo Charles, que había llegado hacía no mucho, que se acercó a saludarnos y con quien un rato más tarde se fue Ginevra, que parecía que Charles conocía su canal de YouTube, para ese entonces ya Carlos también se había marchado a saludar a otros pilotos que se encontraban por ahí, quedándonos solo Gala y yo, que decidimos ir a ver nuestras habitaciones, que eran bastantes amplias y que contaban con un baño en el que, si pudiese me quedaba todo el día metida.
***
29/02/2024
El jueves llegó antes de lo que esperábamos, y, como la carrera se celebraba un sábado en vez de un domingo en vez de empezar las prácticas el viernes empezaban el jueves, para así poder hacer el viernes la tercera y última practica libre antes de las clasificatorias.
Para ser sincera no estuvo mal, fue entretenido ayudar a Ginevra, que no entendía mucho pese a haberla explicado algunas cosas los días anteriores, además, era gracioso verla con su carita de concentración tratando de entender todo lo que pasaba, de hecho, cuando la práctica terminó Ginevra se fue en busca de los tres pilotos que habían realizado los mejores tiempos para felicitarles, mientras tanto Gala y yo nos quedamos esperando a que regresaran Ginevra y Carlos, ya que él fue en busca de ella, sobre todo en busca de pedirles al resto de pilotos que tuvieran un poco de paciencia con Ginevra, que estaba tratando de aprender.
Por la tarde hubieron más prácticas, y después de de eso nos fuimos de compras las chicas, mientras mirábamos ropa Ginevra se dedicó a contarnos con todo detalle cuando fue en busca de los tres primeros pilotos. Regresamos al hotel no muy tarde, donde cenamos con Carlos y Charles.
— ¿De verdad te has pedido una hamburguesa con patatas? — Preguntó Carlos alzando una ceja.
— Sí, ¿Algún problema? — Le miré entrecerrando los ojos.
— No, ninguno, pero vamos, de todo lo que hay en el menú, en serio pides una hamburguesa con patatas... — Suspiró. — Ni que tuvieras cinco años...
— Me da igual, ¿Te la vas a comer tú? — Alcé una ceja y él negó. — Además, que si quiero cenar una hamburguesa con patatas como si tuviese cinco años, me ceno una hamburguesa con patatas.
— Ya bueno, pero es que eso hay en España, podrías probar algo de comida típica... Si yo lo digo por tu bien...
— Y yo te digo que me la suda, que estoy bien con una hamburguesa... — Suspiré. — Y por tu bien también te digo que te calles de una vez... Yo al menos estoy cenando algo consistente no como Ginevra, que solo se ha pedido una ensalada simple...
— No metas a Ginevra en esto Olivia... — Tensó su puño que estaba sobre la mesa mientras alzaba la voz un poco.
— No la estoy metiendo en esto, simplemente digo, si "por mi bien" me dices que me debería pedir otra cosa, algo como más típico, deberías también decirle lo mismo a Ginevra, además...
— ¿Además qué? — Dijo tenso.
— Además de que una ensalada solo es muy poco...
Carlos cada vez estaba más tenso, Ginevra ni siquiera se atrevía a mirarnos, con algo de vergüenza ya que otros pilotos que estaban allí nos estaban mirando extrañados, además de Charles que miraba preocupado.
— Olivia, por favor, para, no lleves las cosas a ese lado... — Pidió Carlos, tensando la mandíbula. — Ginevra no tiene la culpa de nuestras discusiones...
— ¿Qué no la lleve a que lado? — Alcé una ceja. — Tú has empezado con esto de que es por el bien de la gente...
— Olivia, no te lo vuelvo a repetir, déjalo ya... — Cada vez Carlos estaba más tenso.
En ese momento, sentí un pie golpear mi tobillo, miré hacia el lado que provenía la patada, cruzando mirada con Gala, que me miraba con pena, casi rogando que parase.
— Está bien... — Susurré suspirando.
El resto de la cena no estuvo mal, o al menos no para ellos, en lo que restó de cena pase de abrir mi boca y todo pareció estar mejor, al menos ellos se veían felices hablando y bromeando entre sí, así que supongo que no fue mala cena, además de que mi hamburguesa estaba buenísima.
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Hola hola florecitas, mil disculpas por subir el capítulo a estas horas, no pude hacerlo antes, tuve que ir al dentista en la tarde a la hora de la subida del capítulo.
