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—10 años atrás.—
—¿Escuchaste que vendrá un alumno nuevo? Oí que es omega. — hablaba un omega rubiecito de mejillas pomposas y labios rosados.
—Uh... ¿A mitad de año? No lo creo. — comento un alfa desinteresado, mientras daba vuelta a la página de su cómic.
—Creo que sus padres son unos ejecutivos. Es de dinero.
Rodo los ojos. —Malditos ricos, no se tienen que preocupar por nada. — escupió con desagrado.
Kim Taehyung, un alfa de 15 años, común y corriente, cursando su primer año de preparatoria. No destacaba mucho por sus estudios o en el deporte. La gente lo notaba solo por sus rasgos diferentes; como cabello castaño natural, ojos con doble parpado, color hazel y piel color canela, no tan blanca como los demás. Estos rasgos lo hacían destacar sin querer, y llamar la atención de algunos omegas, pero nunca lograba concretar nada cuando estos notaban su actitud infantil.
Eventualmente la profesora entro al aula, todos se levantaron he hicieron una pequeña reverencia para después volver a tomar asiento.
—Buenos días chicos. — saludo amablemente, una mujer de mediana edad, quien colocaba sus pertenecientes en su escritorio. —El día de hoy, tendremos un nuevo alumno, tratenlo bien y ayudenlo en las dudas que pueda tener.
—Puedes pasar. — día la indicación, a quien se encontraba afuera del aula.
Por la puerta entro un omega, de estatura media, no mayor a 1.70, con piel blanquecina, casi pálida, cabello negro bien peinado, ojos grandes, color café oscuro, similares a los de un siervo, con algo de sombra con brillos en sus párpados, sus labios rosados con un leve brillo labial y para culminar su uniforme pulcro y bien planchado.
Recibió la atención de alfas, omegas y betas; Los alfas admirandolo por su belleza comenzando a murmurar algunas cosas, los omegas mirandose entre sí, preguntándose si tal vez podría enseñarlos a maquillarse similar y bueno... Los betas igual encantados por su belleza
Claramente Kim Taehyung no se iba a quedar atrás, quien casi pudo sentir a su corazón dejar de latir al ver semejante obra de arte, y ni hablar de su lobo que se movía inquieto, brincando por todos lados moviendo la cola buscando la atención del omega.
—Chicos cálmense. — intento apaciguar la omega, haciendo una señal con sus manos para que bajaran el volumen.
—Por favor, presentate.
El omega tenía una expresión gelida, era evidente que no estaba cómodo con la situación ¿Y quien lo estaría después de dejar toda su vida atrás? Además, de que estaba asustado, tenía miedo de no poder tener amigos, ya que a mitad de año ya todos están en grupos.
—Mi nombre es Jungkook, tengo 16 y soy de Busan. — respondió fríamente.
La profesora sonrió incomoda, al notar la actitud del menor.
