4. Libertad y dinero

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5 Años después

Sentía el sudor frío correr por mi frente, los gritos desesperados sonaron como trompetas en mis oídos. Dolía. Mi cuerpo estaba temblando, aún con los ojos abiertos y separándome de la pesadilla, noté que uno no puedo huir de sus miedos, siempre se quedan con nosotros. Tragaba con fuerza y solo podía reprimir las lágrimas. 

No quería verme débil.

Estaba madurando o eso pensaba.

Mañana tenía una cita con mi psicóloga y a ella no le estaba agradando mi comportamiento. Ángel también me estaba fastidiando, mucho; harta de todas las reglas, de lo que debía hacer. Creo que esas personas pasaron a ser dueños de mi vida.

 A más de los entrenamientos realizados día a día, sabía que ya mismo podía estar lista para lo que viniera hacia mí. No era precisamente la buena vida, pero agradecía lo que tenía. O eso intentaba. Todo lo que practicaba era tiro, fuerza y resistencia.

Mi meta estaba hecha: debía hallar y destruir a quien destruyo a mi familia...y con ellos a mi hermano y a mí.

Sentía las manos heladas de mi hermano en mi vientre cubierto solo por una blusa larga; giré sobre mi lugar para poder verlo mejor. Era tan tranquilizante ver su pequeño y tierno rostro todas las noches, me ayudaba a conciliar el sueño. Definitivamente, desde que tuve la gran fortuna de presenciar el acto de crueldad hacia mi familia...había temido siempre.

No podía ser fuerte, pero intentaba ser valiente.

Acuné a Marko en mis brazos y lo arrullé, considerando en mi mente que era aquel bebé de antes y no quería aceptar verlo tan grande. Su cabello estaba muy distinto desde ese día, ya no poseía aquel color tan claro, esta vez se había oscurecido lo suficiente para que se confunda con un negro profundizado. Sus pequeños ojos cerrados con aquellas pestañas de ensueño, lo hacían ver tan inocente, pero sabía que eso podía quitarse en cualquier segundo.

Mi hermano sabía la historia de nuestra familia, casi no se podía ignorar cuando entró a primaria y todos sus compañeros de clase como los míos comentaban sobre nuestra mala suerte hacia el destino.

Creció con el dolor de no estar con sus padres.

Como Ángel se ahogaba en dinero, nuestra escuela era todo menos mala. Estábamos en una que solo cursan personas inteligentes o eso parecía...a veces dudaba de la capacidad intelectual de algunos. Ahora Marko y yo estábamos en una vida repleta de dinero.

Trataba de ser todo para él, pero sabía que no podía. Para Marko, Ángel no ha sido más que su sustento de vida y lo sabe perfectamente. Por eso, cada noche de los cinco años que habían pasado venía a mi cama y pedía una canción de cuna para dormir; solo podía cantar la de mi madre, pero era duro recordar parte de la letra.

Suspiré frustradamente ante el hecho de que tendría que ponerme de pie y andar al baño por una larga ducha para quitarme el sueño.

Me levanté sin hacer mucho ruido y me dirigí a mi baño y llené la tina de un agua templada. Ni siquiera quise ver como se encontraba mi cuerpo esa mañana, estaba horrible. Y era verdad. Desde que pasó todo eso con respecto a mi familia dejé la comida, la mayoría por lo menos. Ya no me nutría como antes, así que Ángel o mi tutor, como sea...decidió que para poder proseguir con los entrenamientos debería comer adecuadamente. 

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2015 ⏰

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