ᘛ˖࣪ Leyendo el diaro ִֶָ ࣪.⊰⊹ฺ

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Miami, Florida, 2014

Colegio Ransom Everglades

Por los pasillos de la escuela se podía ver a cientos y cientos de alumnos
caminando de un lado a otro, riendo entre ellos o simplemente hablando
de su día a día.

Al contrario de ellos estaba Abril. La chica sombra de la escuela.

"Chica sombra" era el apodo que le habia otorgado Sara Moledo Mato aleas Biyin el primer día de clases cuando estaban en primaria y desafortunadamente, al ser una escuela que también tenía secundaria, el apodo no se olvidó
fácilmente.

Abril estaba acostumbrada a que las personas tiraran sus libros, la
empujaran, pisaran o incluso la golpearan bajo la escusa "lo siento, no te vi". Quizá sus compañeros nunca habrían hecho esos comentarios si Sara jamás la hubiese tomado contra ella por haberse negado a ayudarla a hacer su proyecto de la feria de ciencias. ¿Absurdo, no? Todo el odio de la
rubia era gracias a que había reprobado por que Abril se negó a ayudarla ya que ella también tenía que hacer su propio proyecto.

En fin. Gracias a todo aquello, Abril tuvo que aprender a no deambular
por los pasillos como una estudiante normal. Tenía que esconderse en un
cubículo de los baños de mujeres y esperar a que sonara la campana que indicaba un nuevo módulo de clases para así poder caminar sin accidentes de por medio por ser una sombra.

Al escuchar aquel sonido tan familiar desde el baño, Abril salió
cuidadosamente con su mochila en hombro para ir a su siguiente clase,
Historia.

Oh historia. Amaba la historia...
Bueno, en realidad no. Solamente amaba estar en esa clase porque era la única que compartia con la chica de sus sueños, la dueña de todos sus
suspiros, Samantha.

Samantha Rivera había entrado al inicio de la secundaria en la escuela, y tan pronto como la había visto, Abril cayó pérdida y totalmente
enamorada de la chica de ojos miel. Era sin duda una chica bella, y sobre todo, inteligente.

-Garza, tarde otra vez. - dijo el profesor Nicholas, mientras la castaña entraba cabizbaja al salón de clases.

-¿Garza quién? - toda la clase estalló en risas ante el comentario de
Sara y como siempre, el profesor no hizo nada por defender a Abril,
quien simplemente se hizo un ovillo en su pupitre.

La castaña se sentaba hasta el fondo en el lado izquierdo del aula, ya que
así tenía máxima visión de Samantha, quien siempre estaba sentada en el lado derecho y en la primera fila, a lado de sus mejores amigos, Rocio y Osvaldo.

La clase de historia transcurrió rápidamente que Abril ni notó cuando el profesor salió del salón.

Al ver que nadie más estaba ahí, recogió sus libros y mochila sin percatarse de que había tirado un pequeño cuaderno sumamente importante, el cuál dejo abandonado a la mitad del pasillo del salón.

Para mala suerte de ella, Sara fue quien encontró aquel curioso cuaderno que tenía en letras grandes "Abril". Su diario.

Ya así fue como su peor pesadilla se hizo realidad gracias a su otra
pesadilla.

No fue hasta la hora del almuerzo cuando todo el desastre ocurrió.

Abril estaba tranquilamente sentada en una mesa de la cafetería en
compañía de nadie mientras disfrutaba de la vista de Samantha Rivera riendo con sus amigos.

Todo parecía tranquilo.

Hasta que Sara apareció junto con su séquito de perras oxigenadas.

-Asi qué, Abril. - dijo con tono burlón mientras se paraba enfrente de la
morena - ¿Cómo estás el día de hoy?

La chica de mis sueños (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora