ᘛ˖࣪ Epilogo ִֶָ ࣪.⊰⊹ฺ

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Samantha POV

-Samantha... - la mano que tenía Abril antes en mi estómago pasó a apretar mi brazo - Mi amor...

-Mmmmhh. - murmuré sin abrir los ojos a pesar de lo fuerte que me
apretaba ella, y todo era gracias al enorme desvelo que me había causado jugar con mi hermana Vero.

-Samantha - repitió.

-Duerme un poco, nena, es muy tarde. - ella soltó un gruñido en
desaprobación y apretó más fuerte mi brazo haciéndome abrir los ojos de dolor - Mierda, duele, duele, duele. - dijie dando golpecitos en su mano con la intención de que me soltara, ya que incluso me estaba enterrando las uñas.

-¡No te voy a soltar, te he estado hablando y parece que es más
importante que estés dormida a enterarte que se me ha roto la fuente, Rivera! - gritó y tarde unos segundos en procesar lo que salió de esa hermosa boquita que tanto amo.

-¡El bebé ya viene! - grité y sin previo aviso me levante muy rápido de la
cama para ponerme mis pantalones y buscar una sudadera para mi y para Abril, luego tomé a mi esposa en brazos y baje lo más rápido que pude para meterla en el auto - ¿Y las llaves?

-¡Las dejaste en la mesa, Samantha! - me gritó evidentemente enojada - ¡Apúrate o tu hijo nacerá en el maldito auto!

Corrí lo más rápido que pude por la casa y conseguí las llaves no sin antes haber roto algunas cositas de cristal que Abril tenía por ahí.

Cuando llegué al auto mi esposa se estaba retorciendo y llorando de dolor, ya que al parecer el pequeño realmente tenía prisa por salir y en esos instantes me odie por no poder hacer nada que le ayudara a no sentir el dolor que estaba sintiendo.

Encendí en auto y me puse en marcha. Nunca antes en mi vida había manejado como lo estaba haciendo ahorita y la verdad es que no me importaba en lo absoluto.

-Disculpe, no se puede estacionar aquí, es específicamente entrada y
salida de ambulancias. - me dijo un guardia cuando baje del auto, pero lo ignoré y abrí la puerta del copiloto para sacar a mi esposa, que cada vez
lloraba más - Señora... tocó mi hombro.

-¡Cierre la maldita boca, estoy apunto de parir un maldito bebé y duele como la mierda, así que si gusta pongamos una jodida multa! - le gritó Abril y el señor se quedo como piedra- ¡Samantha!

-¿S-s-sí, nena?

-¡Muévete!

-Cierto, cierto. - susurre y camine rápidamente hacia la entrada de
urgencias con Abril en brazos mientras gritaba en busca de ayuda.

Afortunadamente entre mis gritos de auxilio y los gritos de Abril unas
enfermeras se acercaron a nosotras y con ayuda de un doctor la subieron a una camilla y se la llevaron rápidamente a la sala de parto.

-¿Señorita, está bien? - preguntó una de las enfermeras que me ayudaron.

-Voy a tener un hijo. - dije tontamente y la enfermera me sonrió mientras me tomaba del brazo.

-Vamos, tiene que llenar papeleo y luego si quiere puede avisar a quien
guste sobre la llegada de su bebé.

Después de cinco minutos llenando el papeleo correspondiente que me
proporcionó la enfermera, llamé a los padres de Abril y luego a mi madre, también llamé a la hermana de mi esposa y a los míos, quienes no
tardaron mucho en llegar.

-¿Ya nació mi nieto? - la voz de Adriana Garza inundó la sala de espera y yo negué viendo como la mujer suspiraba de alivió al haber llegado a tiempo.

Ama y Abelardo venía atrás de ella y los tres me abrazaron unos segundos. Minutos después llego mi madre junto con Vero.

Mi hermano y su esposa llegaron un poco más tarde que todos los demás
pero aún así estaba antes de que mi hijo o hija llegará al mundo, eso era
lo importante.

La chica de mis sueños (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora