—¿Y bien? ¿Le entregaste la carta?—Me pregunta Kyoko mientras nos dirigimos a la practica de hoy.
—Si, pero no tienes idea de lo mucho que me estoy arrepintiendo—apenas y había podido dormir.
—No tienes porque, el no sabe que tu fuiste, ademas tu no querías ser correspondida, simplemente querías decirle lo que sentías ¿verdad? —pregunto a la espera de mi respuesta.
—Si—dije con voz apenas audible.
¿Enserio no quería nada con él? No, aunque quisiera algo eso seria imposible, el y yo simplemente no congeniamos en nada, seria una relación demasiado insoportable.
Apenas y estaba prestando atención a mis pasos, el sobre pensar tanto la situación me distraía demasiado, así que no me di cuenta cuando choque con el que desgraciadamente era el dueño de mis pensamientos.
—Fíate mejor por donde caminas tonta—soltó una vez se dio cuenta con quien choco.
—Fue un accidente,bajale ¿no?—Sin esperar respuesta de su parte seguí con mi camino, aunque bueno, íbamos al mismo lugar.
—Oye, tenemos que hablar—sentí que mi alma salió de mi cuerpo.
—¿Sobre que?—pregunte sin detenerme.
—El trabajo que tenemos que hacer juntos—pude volver a respirar en paz.
—Después de la practica ¿te parece?
—No, tiene que ser ahora —Volteo a ver a Kyoko esperando que ella se fuera, y como la traidora que era así fue.
—No puedes esp...—No pude terminar de hablar, Tsukishima me tomo de la mano y llevo casi arrastrada detrás del edificio.—¿Es necesario esto?
—No finjas—Le mire sin entender—fuiste tu, la de esa carta fuiste tu.
Quería morir ¿había alguna forma fácil y rápida?—No se de que me estas hablando—lo mejor era fingir demencia, si, el no era de insistir mucho, se rendiría rápido.
—¿En cerio no sabes? Entonces ¿si yo te besara ahora mismo, tu me alejarías verdad? Porque yo no te gusto, no te interesaría tenerme de esa forma—se comenzó acercar.
—Que dices...—su cercanía hacia que respirar con normalidad se hiciera difícil y el pensar con claridad aun más.
Tenia su rostro a centímetros del mío, podía sentir su respiración chocar con la mía, maldita sea, quería que me besara ahí mismo.
—Justo como lo pense—Se separo de golpe haciéndome volver a la realidad—Me llevo toda la mañana darme cuenta que eras tu, eres muy tonta ¿sabes? ¿No se te ocurrió que podía distinguir tu letra? ¿Que la forma en que te expresaste no se me haría conocida? Pero al final fuiste tu la que lo confirmo, tienes que aprender a hablar más bajo.
—No, no se que hablas, creo que me confundes con alguien más, mi letra es muy común—Dije sin titubear.
—Para ser mi rival eres muy tonta, pero esta bien, no insistiré más—sin decir otra palabra retomo el camino.
¿Donde diablos estaba mi yo que siempre esta a al defensiva cuando la necesito? ¿Enserio esperaba que el me besara? No, no, no, no era así como esperaba que pasara.
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Tsukishima.
Durante la noche me fue inevitable no pensar en quien había sido la persona que escribió aquella carta, y después de pensarlo tanto solo existia una persona que tenia una letra tan bonita, una a la que le importaba verse ruda frente a los demás, y llegue a una conclusión, Katsumi. Debía admití que me sorprendió mucho, incluso Yamaguchi me dijo que no sacará conclusiones tan apresuradas, y le hice caso, hasta que la escuche hablar con Kyoko.
Por alguna razón una sonrisa se había apoderado de mi rostro desde hace minutos. Jamas la había visto así, tan vulnerable, y mucho menos por mi, admitía que eso me gustaba demasiado.
A los pocos minutos de que llegue al gimnasio llego ella, con la respiración agitada y una clara expresión de preocupación ¿Estaba mal que me gustara que estuviera así por mi?
Durante la practica no pude dejar de pensar en lo cerca que estaba de ella y en que casi la besaba ¿que me paso por la cabeza en ese momento? Se bien que quería probar que yo le gustaba a ella, cosa que no me creía, sabia que esa no era la manera, pero mis impulsos me ganaron,unos segundos más y juro que la besaba en ese lugar.
Estaba tan concentrado en ella que no me di cuenta cuando llego el turnode Hinata de sacar, así que mucha fue mi sorpresa al sentir el balón estrellarse con mi cabeza.
—Maldito enano—dije entre dientes.
—¿Estas bien? ¿No necesitas ir a la enfermería?—se apresuro a preguntar el entrenador Ukai.
—No, estoy bien, solo fue un golpe—me sobe la parte trasera de la cabeza, ¿por que le pego tan fuerte?
—Aun asi, mejor ve a sentarte luego puedes volver.
En contra de mi voluntad me senté junto a Katsumi, quien en cuanto me sintió cerca suyo se tenso, era bastante obvia.
—Entonces...¿te gusto o que?—solte sin más. Ella dejo salir un pequeño grito ante la sorpresa de mi pregunta, yo me limite a soltar una pequeña risa ante tu reacción.