Odiaba a Tsukishima, bueno no, pero en estos momentos si, ¿cual era la necesidad de hacer tal pregunta?
—Por supuesto que no, ya te dije que no se de que me estas hablando—¿seguiría así? Por supuesto que si, al menos hasta que me cansara.
—Es muy tonto de tu parte el querer seguir fingiendo ¿lo sabes? —Dijo sin despegar su vista de la cancha, cosa que agradecía así no podía ver lo nerviosa que me encontraba.
—Bueno ya, ¿Por que tanta insistencia? No debería importarte si me gustas o no—Ya daba igual, solo esperaba que Tobio no se diera cuenta—. Me gustas ¿y que? No quiero nada contigo, lo deje en claro, mejor olvidate de eso y regresa a la practica.
Su vista se dirigió a mi —Claro, como tu digas—¿Eso era todo? Verdaderamente no se que esperaba de él, admitía que me decepcionada su indiferencia pero él es una persona bastante simple e indiferente a los demás, yo diría que hasta nos odia, no había porque sentirse mal—. ¿Donde quieres hacer nuestro trabajo—Cambio por completo el tema.
Maldecía el dia que falte a clases, justo ese dia dejaron un trabajo en parejas, normalmente elegiria a una persona con la que no me lleve tan mal del salón, pero para mi mala suerte al faltar, las parejas se debían hacer con los presentes, y lamentablemente Tsukishima al igual que yo había faltado.
—¿Te parece en tu casa? Dudo mucho que Tobio quiera verte fuera del horario escolar—Seria insoportable tenerlos a los dos juntos en casa.
—De acuerdo ¿Te parece comenzar hoy? Y lo que falte lo puedo terminar yo.
—Como quieras—. Sin decirle una palabra más me puse de pie y me dirigí hasta donde Kyoko estaba, la cual no disimulaba nada, era bastante obvio que estuvo viéndonos hablar.
—Lo sabe, Tsukishima lo sabe—Solte de una vez al llegar a su lado.
—Pero ¿Como...?
—No tengo idea—Durante lo que quedo de la practica me dedique a hablar con ella y contarle sobre lo que había pasado cuando nos dejó solos y lo que acababa de pasar hace pocos minutos, Kyoko estaba bastante emocionada, según ella era el comienzo de una bonita historia de amor, y aunque asi quisiera que pasara sabia que no era posible.
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La practica ya había termino, le había dicho a mi hermano que iría a la casa de Tsukishima, para que así no me esperara, cosa que no le gusto, y en contra de mi voluntad me dijo que el iría por mi al terminar.
El camino hasta la casa del rubio fue silencioso, casi incomodo, yo no intentaba hablar con él, y él mucho menos conmigo, el recorrido se hizo eterno.
Una vez llegamos a su casa subimos hasta su habitación, donde haríamos el trabajo, no voy a mentir diciendo que no me provocaba nada estar en un lugar asi a solas con él.
La primera hora apenas me pude concentrar, ¿es que como no estar nerviosa si la persona que te gusta esta al lado? Y mas aun cuando él ya lo sabe.
—Puedes concentrarte por favor—Hablo el rubio luego de un rato.
—Estoy concentrada —Dirigí mi vista al escritorio tratando de concentrarme en nuestra tarea.
—Pues no parece—me limite a contestarle con un simple murmullo, que probablemente no entendió.
Al cabo de un rato volvió a romper el silencio —¿Quieres dejar de hacer esto incomodo?—Le mire sin entender—No se, haces que estar contigo sea incomodo, si es por lo de la tarde haré como que no paso, tranquila.
¿De qué diablos habla?—Te lo agradezco, pero yo no estoy haciendo esto incomodo, no estoy volviendo a tocar el tema o algo parecido.
—No, pero haces que el ambiente se sienta tan...—En su voz se escuchaba la frustración.
—¿No será que tu estas nervioso y por eso te sientes incomodo?—Me acerque un poco a él.
—Deja de decir tonterías— Volteo el rostro para no verme.
—¿Estas seguro Tsuki?—Dije en voz baja mientras me acercaba más. Me encantaba provocarlo, no importaba si de esta manera o simplemente para hacerlo enojar, me gustaba, aun asi al final no quedara en más que simples provocaciones.
—Aléjate—Dijo con voz firme.
—Aléjame tu—Lo provoque con una sonrisa, no supe descifrar la expresión, pero ya había sido suficiente, así que me aleje de él aun sonriendo—. Bien, mejor sigamos.
—Maldita niña—Antes de que pudiera reaccionar me tomo del cuello de la camisa uniendo mis labios con los suyos, debido a mi sorpresa me tarde en corresponderle el beso, pero una vez reaccione tome todo lo que pude de él, porque sabia que seria la primera y ultima vez que algo así pasaba.
Subí mis manos hasta su cuello enterrándolas en su cabello, uniéndolo lo más que se pudiera a mi, el beso no era tierno ni delicado, todo lo contrario, era agresivo y algo torpe, el beso transmitía agresividad y desesperación de su parte. Sus manos bajaron hasta mi cintura hundiendo sus dedos en ella, me fue inevitable no soltar un pequeño jadeo ante la sorpresa, grave error, porque eso basto para que el se alejara.
No sabia que decir, entre todas las cosas que imagine que podían llegar a pasar definitivamente esta no estaba en la lista ¿Que se supone que iba a pasar ahora?
—Fue un error—El fue el primero en hablar—, fue un error, no tuvo que pasar—Senti como si me acabaran de abofetear, no se que esperaba.
—Bien—Y como si el universo estuviera a favor mío, el teléfono sono, era tobio—Fue un error—Tome mis cosas y camine hasta la puerta de la habitación —Esto nunca paso—Repeti mas para mi que para él. Antes de que algo más pasara salí rápido de su habitación. Para mi buena suerte mi hermano ya estaba aquí, así que rápidamente salí de la casa. No se ni siquiera porque, pero voltee hasta la casa del rubio, ahi estaba, estaba en la ventana viendo en mi dirección, cuando se dio cuenta que yo también lo veía rápidamente se elejo.
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