El invierno llegó rápidamente, trayendo consigo un aire frío y fresco que llenaba las calles. En casa, Samantha, Megan y Kate se acurrucaban bajo las mantas, disfrutando de la calidez y comodidad de su refugio. Pero una noche, Kate comenzó a sentirse mal. Lo que al principio parecía un resfriado común pronto se convirtió en algo más serio.Kate desarrolló fiebre y se volvió cada vez más débil. Samantha y Megan, preocupadas, la llevaron al médico, quien les aseguró que era una gripe fuerte y que necesitaba descansar y beber muchos líquidos. Sin embargo, la fiebre y la debilidad persistieron, y Kate se agotó aún más.Una noche, mientras dormía profundamente en su cama, Kate se despertó sintiendo una humedad incómoda. Se había orinado en la cama, algo que no le había pasado desde que era muy pequeña. Avergonzada y asustada, llamó a Samantha y Megan.Samantha llegó primero, y al ver la situación, su corazón se llenó de compasión. "Oh, cariño, está bien," dijo, abrazando a Kate con suavidad. "No te preocupes, esto puede pasar cuando estás enferma."Megan llegó poco después con toallas y ropa de cambio. "Vamos a limpiarte y cambiar las sábanas," dijo, con voz tranquila y reconfortante. "No es nada de qué preocuparse, Kate."Después de limpiar el desorden, Samantha y Megan se sentaron con Kate. "Hemos estado pensando," dijo Megan suavemente, "que tal vez deberíamos ponerte pañales por la noche mientras te recuperas, solo para evitar que esto vuelva a suceder."Kate, sintiéndose demasiado débil para protestar, asintió tímidamente. "Está bien," murmuró, sintiéndose agradecida por la comprensión y el cuidado de sus madres adoptivas.Durante las siguientes noches, Kate usó pañales para dormir, lo que le proporcionó una sensación de seguridad y comodidad inesperada. Al principio, fue simplemente una necesidad práctica, pero pronto, Kate encontró consuelo en los pañales de una manera que no había anticipado. A medida que su cuerpo se recuperaba, se dio cuenta de que no quería dejar de usarlos, aunque no sabía cómo expresar esto a Samantha y Megan sin sentirse avergonzada."Mi estómago todavía me duele un poco por la noche," dijo Kate una tarde, buscando una excusa para seguir usando los pañales. "Tal vez debería seguir usándolos hasta que me sienta completamente mejor."Samantha y Megan estuvieron de acuerdo, queriendo que Kate se sintiera lo más cómoda posible. Sin embargo, notaron que su comportamiento comenzó a cambiar. Kate se volvió más infantil, buscando su atención y afecto de maneras que no había hecho antes. Llegó al punto en que se acurrucaba entre ellas por la noche, durmiendo en la cama de Samantha y Megan, aferrándose al pecho de Samantha para consolarse.Una tarde, mientras jugaban un juego de mesa, Kate comenzó a chuparse los dedos distraídamente. Samantha y Megan intercambiaron una mirada de preocupación, pero decidieron no mencionarlo en ese momento. Querían darle a Kate el espacio y el tiempo que necesitaba para procesar lo que estaba sucediendo.Pero a medida que pasaban los días, el comportamiento de Kate se volvió más evidente. No solo se chupaba los dedos, sino que también comenzó a tirar de las blusas de Samantha y Megan, especialmente cuando se sentía insegura o necesitaba consuelo. Una noche, mientras estaban acurrucadas en el sofá viendo una película, Kate tiró de la blusa de Samantha, tratando de engancharse a su pecho como si buscara ser amamantada. Sorprendida, Samantha acarició el cabello de Kate con suavidad, tratando de calmarla sin hacerla sentir incómoda."Samantha," dijo Megan esa misma noche, "¿te has dado cuenta de que Kate ha estado actuando... más infantil últimamente?""Sí," respondió Samantha, preocupada. "No estoy segura de por qué. Tal vez es su manera de buscar consuelo después de todo lo que ha pasado.""Tal vez," dijo Megan pensativa. "Pero necesitamos estar atentas y asegurarnos de que se sienta segura y amada."En las semanas siguientes, el comportamiento infantil de Kate se volvió más pronunciado. Samantha y Megan notaron que Kate comenzó a llevar consigo una manta de seguridad y a hablar con una voz más suave y tímida. Aunque trataron de no hacer demasiadas preguntas, querían entender mejor cómo ayudarla.Una noche, mientras preparaban la cena, Kate se acercó a Samantha, quien estaba cortando verduras en la cocina. "¿Puedo sentarme contigo?" preguntó Kate, con voz suave y tímida.Samantha sonrió y dejó el cuchillo. "Por supuesto, cariño," dijo, abriendo los brazos. Kate se acurrucó junto a Samantha, apoyando la cabeza en su regazo y cerrando los ojos, encontrando una profunda sensación de paz.En ese momento, Megan entró en la cocina y las observó, su corazón llenándose de ternura al ver a Kate tan tranquila y contenta. "Estamos aquí para ti, Kate," dijo Megan suavemente, acariciando el cabello de Kate. "Siempre estaremos aquí para ti, sin importar lo que necesites."A pesar de su comportamiento infantil, Kate continuó prosperando académicamente. Samantha y Megan la apoyaron incondicionalmente, adaptándose a sus necesidades y asegurándole que estaba bien buscar el consuelo que necesitaba.Sin embargo, Samantha y Megan no podían evitar preguntarse cómo abordar la situación. Decidieron hablar con un psicólogo infantil en busca de orientación. El psicólogo explicó que después de experimentar un trauma, algunos niños retroceden a comportamientos más infantiles como una forma de buscar seguridad y consuelo."Lo más importante," dijo el psicólogo, "es proporcionar un entorno seguro y amoroso, permitiéndole encontrar su camino de regreso a sentirse segura y amada."Samantha y Megan se sintieron aliviadas al escuchar esto y se comprometieron a seguir apoyando a Kate de la mejor manera posible. Una noche, mientras estaban en la cama, Kate comenzó a llorar suavemente. Samantha la abrazó y le susurró palabras de consuelo."¿Quieres dormir con nosotras esta noche?" preguntó Samantha.Kate asintió tímidamente, y pronto estaba acurrucada entre Samantha y Megan, sintiéndose protegida y amada. Aunque todavía se chupaba los dedos y tiraba de las blusas de Samantha y Megan, ellas le proporcionaban el consuelo y la seguridad que necesitaba.Con el tiempo, Kate comenzó a abrirse más sobre sus sentimientos, admitiendo que encontraba un gran consuelo en actuar de manera más infantil. Samantha y Megan la apoyaron incondicionalmente, adaptándose a sus necesidades y asegurándole que estaba bien buscar el consuelo que necesitaba.Su relación se fortaleció aún más, y su hogar se llenó de una nueva capa de amor y comprensión. Kate, con el apoyo y el amor de Samantha y Megan, continuó prosperando, encontrando su lugar en el mundo y descubriendo que la familia que había encontrado era más de lo que había soñado.Juntas, enfrentaron cada desafío, sabiendo que el amor y la comprensión que compartían eran la base de su hogar y la fuerza que las unía. Y así, en su pequeño refugio de amor y seguridad, Kate, Samantha y Megan continuaron creciendo, sanando y construyendo una vida llena de esperanza y felicidad compartida.Las frías noches de invierno pasaron, y con la llegada de la primavera vino una sensación de renovación y esperanza. Kate se volvió más abierta y confiada, sabiendo que, sin importar lo que pasara, siempre tendría a Samantha y Megan a su lado. Juntas, continuaron construyendo un hogar donde el amor, la comprensión y el apoyo incondicional eran los pilares de su vida compartida.
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Un mundo ideal (historias ABDL)
De TodoDiferentes historias sobre el ABDL y tbdl one-shots