Capítulo 5

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Josuke silbaba la melodía de la radio de la mientras entraba por la puerta trasera de Rohan, arrojaba las llaves sobre la encimera junto a la elegante radio y dejaba la bolsa de las compras sobre la mesita del centro de la cocina.

"¡Rohan!", se quitó los zapatos junto a la puerta trasera y se deshizo de la chaqueta en una silla, dirigiéndose al salón para gritar escaleras arriba en dirección general al despacho del mangaka: "¡Estoy en casa!".

Hubo un momento de silencio, y entonces Heaven’s Door bajó prácticamente volando las escaleras y se lanzó a sus brazos, y Josuke rió mientras agarraba al pequeño y le cubría la carita de besos que sabía que el artista de arriba podía sentir.

"Yo también te extrañé, pequeño". Murmuró mientras el stand se incorporaba en sus brazos y le cogía la cara entre ambas palmas, plantándole un tímido besito en la mejilla. "¿Quieres ayudar con la cena?"

Heaven’s Door asintió con entusiasmo, y Josuke sonrió, llevándolo de vuelta a la cocina.

Aquello se había convertido en una rutina entre ellos, desde que Josuke había abierto los ojos junto a Rohan a la mañana siguiente de aquella tormenta y había encontrado al malhumorado artista acurrucado contra él, con la cabeza aún apoyada en el pecho de Josuke.

Josuke les había preparado el desayuno, Rohan se había puesto muy colorado cuando Josuke le hizo un cumplido sobre su aspecto natural, y finalmente lo agarró y tiró de él para darle un beso en los labios antes de empujarlo hacia la puerta y cerrarla tras el joven.

A partir de entonces, Josuke empezó a ver al dibujante con más frecuencia. A veces, temprano por la mañana, antes de salir a correr; la mayoría de las veces, por la noche, después del trabajo, para preparar la cena para los dos y arrastrar al gruñón artista a comer. A veces iban a comer a casa de Josuke, a veces Josuke simplemente traía las compras y cocinaba aquí.

A veces Rohan estaba concentrado en su trabajo y apenas miraba a Josuke, aunque Heaven’s Door bajaba corriendo a verle. Josuke sospechaba que Rohan le decía en secreto a su stand que saludara a Josuke cuando él no podía, sólo para que el más joven supiera que seguía siendo bienvenido en la casa; aunque Rohan nunca lo admitiría si le preguntaba.

Pero a veces también, Rohan se aburría o terminaba su trabajo y veían algo juntos. Habían empezado incómodos, sentados demasiado separados en el sofá y mirándose nerviosamente, pero ahora Rohan se acurrucaba junto a Josuke y el hombre más grande deslizaba un brazo alrededor de los hombros del otro, dejándole apoyar la cabeza en el hombro de Josuke.

A veces, las orejas y las mejillas de Rohan se teñían de rosa y murmuraba algo sobre abrazos, y ésas eran las noches favoritas de Josuke, cuando el artista estaba lo bastante cansado como para acurrucarse y quería que Josuke lo abrazara mientras hablaban hasta que uno de los dos se quedaba dormido. Se había quedado a dormir unas cuantas noches más de las que podía explicar como simples amigos.

Josuke sonrió a Heaven’s Door y llamó a Crazy Diamond, poniendo a los dos a trabajar cortando verduras para el guiso que estaba haciendo, mientras él se concentraba en la carne que estaba chisporroteando en el fogón.

Aún no se habían puesto nombre a lo que había entre ellos, y Josuke estaba bastante seguro de que Rohan estaba evitando el tema. Le dolía un poco, si era sincero... sabía lo que quería.Quería llamar al cajón lleno de sus cosas en la cómoda de Rohan por lo que realmente eran. Novios.

Pero la única vez que había tocado el tema con Koichi -antes de que esto empezara, cuando sólo se preguntaba por qué Rohan estaba siempre soltero-, Koichi le había dicho que la última relación de Rohan había sido emocionalmente manipuladora, y Josuke no quería presionar al artista para que se sintiera incómodo. Incluso si eso significaba no ponerle nombre a esto entre ellos todavía.

My Heaven is With You - JosuhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora