Si Existiera "La Eternidad" La Quiero A Tu Lado

Seré Valiente

La fiesta aun continuaba y la verdad es que ya estaba demasiado cansado y estresado, no es que no le agradará la alegría que veía en toda su familia pero el no era de fiestas y mucho menos con tanta gente que no conocía, suspiro y siguió viendo como todos bailaban y reían, sonrío al ver a sierto rizado bailar alegremente con su mamá y su abuela, otro suspiro salio de su voca pero este era totalmente diferente al primero, sonrío tiernamente al verlo girar y bailar al compaz de la música, simplemente ya no podia dejar de verlo, no sabia cuando paso pero sabia que no podia alejarse de el, de la nada un recuerdo llego a su mente.

UNA SEMANA ANTES

Por todo lo que estaba pasando con el regreso de Ginebra habían tomado la decisión de enviarlos a todos los más jóvenes y sus abuelos, al rancho y aunque no le gustaba mucho estar entre la tierra y el pasto, no podía negar que era un lugar hermoso, ahora que lo veía mejor, habia muchos arboles y el canto de las aves se escuchaba hermoso, suspiro, eran las 8 de la mañana y su abuelo lo había despertado para desayunar, vostezo con cansancio e intento prestar atención a lo que su abuelo decía.

- Bien muchachos no estaremos aquí solo perdiendo el tiempo, he estado un buen tiempo fuera así que hay mucho que hacer, nos vamos a dividir para hacer algunas actividades, con la ausencia de Humberto todo se ha acumulado - dijo su abuelo Porfirio con algo de tristeza en su voz, no podía evitar sentirse triste por todo lo que había pasado, pero lo mejor era seguir adelante, eso lo había entendido hace muy poco tiempo.

- No te preocupes abuelo nosotros ayudaremos en todo lo que podamos - dijo su pequeño hermano Eder con una tierna sonrisa la cual fue correspondida por su abuelo mientras le acariciaba el cabello - por donde comenzamos? - cuestiono aún sonriendo.

-Esa es la actitud pequeño, espero que todos estén con buena actitud, hoy es el primer día aquí, asi que vamos a trabajar duro - dijo su abuelo sonriendo.

Aunque le hubiera gustado negarse y regresar a dormir un poco más, ver a su abuelo sonreír lo hacia sentir bien, quizás no había convivido con él en el pasado pero aún podían arreglar ese vínculo ahora que todo estaba tomando un buen curso, solo esperaba que todo saliera bien en la ciudad con su padre, su Yaya, Paz y Ginebra.

- Bien, Salomón, Gala y Monito irán a limpiar el patio trasero, con mi ausencia las gallinas hicieron un desastre allá atrás - dijo el abulo viendo a los mencionados - y nada de hacer caras niña - todos vieron como Gala ponía cara de asco.

- No me mal interpretes Abue solo que no pensé que mi primer día aquí tendría que limpiar excremento de gallina - dijo Gala con una sonrisa obligada en su rostro.
- No que muy valiente hermanita? - hablo por primera ves en el día Bosco solo para reírse de la desgracia de su herman, risa que fue totalmente callada con lo siguiente que dijo que abuelo.
- Deja de burlarte muchacho que tu y Pedro Pablo les toca limpiar los establos - ahora si que pensaba que su abuelo lo odiaba, podia tener el favoritismo de su Yaya pero con su abuelo Porfirio era totalmente diferente.

-Pero... pero yo... - no sabia no que decir realmente jamas pensó que el estaría limpiando excrementos de caballos.

- Nada de peros, mira deberían ser más como estos muchacho - dijo don Porfirio tomando a Pedro Pablo y a Salomón por los hombros, Bosco realmente pensaba que su abuelo prefería que sus nietos reales fueran Pepa y Salo pero nimidillo así era la vida - El pequeño Eder, Maria, mi querida Lupita y yo arreglaremos la casa, hay mucho polvo por toda lados y haremos la comida para cuando terminen - continuo con una sonrisa en su rostro que para Bosco era mas una sonrisa burlona por las caras que tenían él y Gala.

- Vamos Bos será divertido lo prometo - dijo Pedro Pablo viéndolo con una linda sonrisa, una sonrisa que hacía tiempo lo hacía temblar y ponerse nervioso por lo que lo hacía sentir, una sensación que jamás había experimentado - alguien nos ayudara Don Porfirio?? - cuestiono esta vez viendo al hombre que veía de manera extraña a Bosco.