Prólogo

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Blitz despertó en lo que parecía ser una sala de estar, solo recordaba estar con Fizzarolli cuando unos tipos encapuchados los inmovilizaron y les taparon el rostro con unos trapos hasta que se desmayaron.

Confundido y con dolor de cabeza, miró a su lado.

—¿Fizz?

—¿Blitz?—respondió el payaso igual de confundido—¿Dónde estamos?

—Ahg, no lo sé, solo recuerdo estar saliendo de ozzies con ese vibrador gigante y... a unos tipos que nos atacaron.

Era claro que los habían secuestrado, Blitz se puso alerta y por su instinto de protector se puso al frente de Fizzarolli.

—Esto esta muy extraño—susurró al notar que aun tenía su pistola—un secuestrador no dejaría a sus víctimas con armas.

—¿Ese es Stolas?—dijo Fizz señalando a un lado.

Y efectivamente Stolas a unos metros de distancia, acababa de despertar, igual de confundido qué ellos, cerca de él estaba Asmodeus y cuando Fizz lo vio se estiró hasta estar en su regazo.

—¡Ozzie! ¿Sabes que esta pasando?

—Estaba a punto de preguntarte lo mismo, frogie.

Blitz miro a su alrededor con mas detenimiento: en el piso estaban M&M, su hija, la hija de Stolas ¿Verosika? y... oh, no, Barbie. Todos ellos seguían desmayados.

—Bueno, no se ustedes pero yo tengo que salir de aquí antes de que esas perras despierten—dijo Blitz señalando a Barbie y a su ex.

—¡Mierda! ¿Qué hace Barb aquí?—preguntó Fizz mirando a Barbie con algo de temor.

—¿Oye, por que te preocupa? A ti no va a matarte.

—No estés tan seguro, Blitz, está furiosa conmigo desde que te perdoné.

Blitz y Fizzarolli fueron a inspeccionar el lugar y buscar una salida. Mientras, Asmodeus se transformó a una forma más pequeña, ya que el lugar (aunque grande) era demasiado bajo como para que él pudiera estar de pie.

—Bueno ¿Qué cuentas pichoncito?—saludo a Stolas de forma casual, como si ese extraño secuestro grupal no lo tomará por sorpresa.—¿Cómo te fue con el cristal? ¿Si le gustó a Blitz?

—Pues ... iba a dárselo esta noche, pero ahora ni siquiera se como llegué aquí.

Stolas rodó su cabeza hacia todas las direcciones intentando saber en donde estaban: parecía una sala de estar bastante grande, con un televisor encima de un mueble, un sillón familiar, dos sillones personales y un par de pof en el piso. A pesar de la oscuridad, le pareció un lugar acogedor. Blitz y Fizzarolli volvieron de un pasillo qué seguramente llevaba a otro lugar.

—Tenemos buenas y malas noticias, la-

—La buena es que hay comida como para un batallón—interrumpió Fizz.

—Y la mala es que no hay ninguna salida— término de decir Blitz empujando a su amigo por la interrupción—todas las puertas llevan a habitaciones con camas y las ventanas parecen indestructibles.

En ese momento se escuchó un quejido en el piso, Octavia se había despertado.

—¿Papá? ¿Dónde estamos?

Stolas se apresuro hacia ella, revisando que estuviera ilesa.

—No estoy muy seguro, mi niña.

Via parecía a punto de decir algo, pero al voltear y ver a Blitz su rostro se transformó de confusión a molestia y se dispuso a escuchar música en su celular, sin embargo al revisar su bolsillo se dio cuenta de que no estaba.

helluva reaccionaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora