En las sombras de la casa de cera, donde los secretos se esconden y las máscaras se deslizan, la historia de Bo se teje en un tapiz de seducción y obsesión. Bo, el gemelo apuesto y astuto, encuentra su corazón cautivado por Lizzy, una joven que desp...
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Mientras Bo permanecía junto a Lizzy, profundamente preocupado por su estado, Theo se acercó a la habitación con pasos silenciosos. Su corazón latía con fuerza mientras se preparaba para ver a su hermana. Antes de que pudiera abrir la puerta, Vincent apareció detrás de él, su expresión seria y decidida.
"Theo, necesito hablar contigo," dijo Vincent en voz baja pero firme, colocando una mano en el hombro de Theo para detenerlo. "Lizzy está bien, pero no es buen momento para interrumpirla."
Theo frunció el ceño, mirando a Vincent con preocupación y confusión. "¿Qué está pasando, Vincent?" preguntó, su voz llena de temor y ansiedad.
Vincent suspiró, evaluando rápidamente la situación. "Bo y Lizzy están pasando tiempo juntos esta noche," comenzó Vincent cuidadosamente, intentando elegir sus palabras con precaución. "Es importante que no interfiramos ahora. Ellos... necesitan este tiempo juntos."
Theo asintió lentamente, aunque no del todo convencido. Sabía lo mucho que Lizzy significaba para Bo y viceversa. "¿Estás seguro de que Lizzy está bien?" preguntó nuevamente, buscando cualquier señal de mentira en los ojos de Vincent.
Vincent asintió con solemnidad. "Sí, Theo. Está bien. Confía en mí," respondió sinceramente, deseando poder contarle la verdad pero sabiendo que ahora no era el momento adecuado.
Lester apareció entonces desde la oscuridad de la casa, su presencia sorprendiendo a ambos. "Vincent tiene razón, Theo," intervino Lester con calma, colocando una mano en el hombro de su amigo. "Debemos dejar que Bo y Lizzy tengan su espacio."
Theo asintió resignadamente, confiando en el juicio de sus amigos. "Está bien," murmuró, retrocediendo lentamente de la puerta de Lizzy. "Solo quiero asegurarme de que esté bien."
Vincent asintió, agradecido por la comprensión de Theo. "Lo está, Theo. Vamos, te llevaré a otra habitación para que puedas descansar un poco," dijo con gentileza, guiando a Theo hacia una habitación cercana.
Mientras Theo se retiraba con Vincent, Lester se quedó observando la puerta de Lizzy con una mezcla de preocupación y alivio. Sabía que la situación era delicada y peligrosa, pero también entendía la profundidad del amor entre Bo y Lizzy.
Bo se encontraba atando con cuidado y cariño a Lizzy, quien yacía inconsciente en una cama. Sus manos, suaves y delicadas como siempre, dejaban escapar el suave aroma de su jabón de coco favorito, una nota familiar y reconfortante en medio de la tensión que llenaba la habitación. Cada movimiento de Bo era meticuloso, como si temiera hacerle daño incluso en su estado inconsciente. Observó su rostro sereno por un momento, dejando escapar un suspiro cargado de dolor y remordimiento.
"Lo siento, Liz," susurró Bo, su voz apenas un murmullo en la habitación. "Lo siento mucho."
Mientras Bo finalizaba las ataduras, recordó cómo Lizzy siempre había sido la luz en su vida, la única persona que había logrado romper las barreras que él mismo se había impuesto. Pero ahora, al mirarla, sentía que esa luz se estaba desvaneciendo, ahogada por las sombras de su propio pasado oscuro.
En otra parte de la casa, Vincent había sedado a Theo con cuidado, pero fue Lester quien lo llevó a una habitación aparte. Theo, acostado tranquilamente en la cama de invitados, parecía ajeno a todo lo que estaba sucediendo a su alrededor. Su respiración era tranquila y regular, sin el menor indicio de las tragedias que estaban ocurriendo dentro de los muros de su hogar.
Mientras tanto, Nina había visto a Vincent en pleno acto, atacando a una víctima en la casa. El horror y la confusión llenaron sus ojos mientras lo observaba en silencio desde la puerta entreabierta. No podía creer lo que veía, cómo el hombre al que amaba estaba involucrado en algo tan oscuro y perturbador. El miedo la paralizó por un momento, antes de que Vincent finalmente se diera cuenta de su presencia.
"Nina," murmuró Vincent, su voz llena de pesar y angustia. Se acercó a ella con cautela, sus ojos azules buscando desesperadamente los suyos. "Lo siento, Nina. Lo siento mucho."
Nina lo miró con incredulidad, sus propios ojos llenos de lágrimas y dolor. "Vincent, ¿qué estás haciendo?" preguntó, su voz temblorosa mientras retrocedía instintivamente.
Vincent bajó la mirada, sintiendo la vergüenza y el remordimiento pesar sobre él como una losa. "Tenemos que hacerlo, Nina," dijo finalmente, sus palabras apenas un susurro. "Es la única forma de mantenernos a salvo. Pero tú, tú no deberías estar aquí."
Antes de que Nina pudiera reaccionar, Vincent actuó rápidamente, sedándola con la misma precaución y cuidado que había mostrado con Theo. La ató con manos temblorosas pero firmes, asegurándose de que no pudiera interferir. Cada gesto estaba lleno de amor y dolor, consciente de que estaba lastimando a la mujer que amaba para protegerla de algo aún más oscuro.
En la cocina, Lester permanecía sentado en silencio, perdido en sus pensamientos mientras contemplaba la taza de café que tenía entre las manos. Siempre había sido el más compasivo y sensible de los tres hermanos, el que prefería resolver problemas sin recurrir a la violencia. Recordó los días más simples y felices, cuando los tres hermanos compartían risas y sueños en esa misma cocina, antes de que las sombras de su pasado los alcanzaran.
La entrada de Bo rompió el silencio, su expresión fría y distante mientras se dirigía hacia él. "Lester," dijo bruscamente, como si tratara de ocultar el dolor que lo consumía. "Debemos seguir adelante. No podemos dejar que esto nos detenga."
Lester se puso de pie lentamente, enfrentándose a Bo con una determinación tranquila pero firme. "No puedes seguir así, Bo," respondió con calma, aunque había una nota de urgencia en su voz. "Esto no está bien. No somos así."
Bo lo miró con incredulidad, sintiendo el peso de las palabras de su hermano perforando su corazón endurecido. Sabía que Lester tenía razón, pero el miedo a perder a Lizzy y a todo lo que había construido con ella lo atormentaba hasta lo más profundo. "No entiendes," murmuró Bo, su voz apenas un susurro cargado de angustia. "No puedo perderla, Lester. No puedo..."
Lester se acercó a él, colocando una mano en su hombro con ternura. "Ella te ama, Bo. Pero esto no es amor. No puede serlo."
Bo apartó la mirada, sintiendo la verdad de las palabras de su hermano cortar a través de su alma herida. "Lo sé," murmuró finalmente, su voz apenas audible mientras dejaba escapar un suspiro profundo. "Pero no sé cómo cambiar."
Lester lo miró con compasión, sus propios ojos llenos de dolor por el hermano que amaba pero que parecía perdido en la oscuridad. "Podemos cambiar, Bo," dijo suavemente. "Podemos dejar esto atrás. Por Lizzy. Por nosotros."
Bo asintió lentamente, permitiendo que las palabras de Lester se hundieran en su mente atormentada. Sabía que debía encontrar una manera de ser el hombre que Lizzy merecía, incluso si eso significaba enfrentarse a su lado oscuro y dejar de lado los horrores de su pasado. Suspiró profundamente, sintiendo un rayo de esperanza mientras miraba hacia el futuro incierto que los esperaba a todos.
