Capitulo 14

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Lizzy abrió los ojos lentamente, sintiendo el peso de la conciencia retornar gradualmente. Al principio, todo era borroso, una neblina de confusión y desconcierto. Pronto, la realidad se asentó en su mente: estaba acostada en una cama, sus manos atadas con cuerdas frías que rozaban su piel. Instintivamente, comenzó a recordar las técnicas de escape que había aprendido de las películas de terror que tanto disfrutaba. Movió sus dedos con cuidado, explorando la tensión de las cuerdas, buscando cualquier resquicio de libertad.

El silencio de la habitación fue roto solo por la suave respiración de Bo, quien la observaba en silencio. Sus ojos azules, llenos de una mezcla de admiración y pesar, se encontraron con los de Lizzy. Para él, ella era mucho más que una mujer; era la obra de arte más hermosa, la magia personificada, un cuadro que él nunca se cansaría de admirar. Pero ahora, entre esos ojos llenos de amor, también veía el miedo y el asco, reflejados como un espejo de su propia alma atormentada.

"Lizzy..." murmuró Bo, su voz apenas un susurro cargado de dolor. "Lo siento. Lo siento tanto."

Lizzy abrió los ojos lentamente, encontrándose aún atada en la cama. La preocupación por sus hermanos seguía latente en su mente, así que decidió abordar el tema directamente.

"¿Y mis hermanos, Bo?" preguntó Lizzy con voz firme pero llena de preocupación. "¿Están bien?"

Bo la miró con pesar, consciente del dolor que sus acciones podrían estar causando a Lizzy y a su familia. "Theo y Nina están a salvo," respondió sinceramente, tratando de mantener su voz firme a pesar del remordimiento que sentía. "Vincent y Lester los están cuidando."

Lizzy cerró los ojos por un momento, dejando escapar un suspiro de alivio mezclado con preocupación. "Gracias," murmuró, sintiendo una oleada de emociones abrumadoras. "Gracias por mantenerlos a salvo."

Bo asintió lentamente, sintiéndose culpable por la situación en la que se encontraban. "Lamento mucho que estemos pasando por esto," dijo con sinceridad, sus ojos azules reflejando el dolor y el arrepentimiento. "Te amo, Lizzy. Y no dejaré que nada ni nadie te lastime, nunca."

Las palabras de Bo resonaron en el silencio tenso de la habitación. Lizzy lo miró con una mezcla de amor y dolor en sus ojos azules. "¿Me harías daño, Bo?" preguntó con voz suave pero llena de intensidad. "¿Me convertirías en cera como a los demás?"

Bo bajó la mirada, sintiendo el peso de la verdad en sus palabras. "No, Lizzy," respondió solemnemente, su voz llena de convicción. "Nunca te haría daño. Incluso... incluso si serías la obra más perfecta, la más hermosa del lugar."

Lizzy lo escuchó con atención, sintiendo el nudo en su garganta al enfrentar la realidad de lo que estaba sucediendo. "¿Y si decido irme?" preguntó con voz temblorosa, su corazón sintiendo la urgencia de una decisión que podría cambiar sus vidas para siempre.

Bo la miró con desesperación, sus ojos llenos de determinación y tristeza. "Te dejaría ir," admitió con voz entrecortada, luchando por contener las emociones que amenazaban con desbordarse. "Haré cualquier cosa por ti, Lizzy. Incluso... incluso renunciar a todo esto."

Con cuidado, Bo se acercó a Lizzy y desató las cuerdas que la mantenían sujeta. Luego, con manos temblorosas, colocó su arma, con las flechas, al lado de los pies de Lizzy.

"Te entiendo si decides lastimarme, incluso si decides irte," murmuró Bo con voz quebrada, sus ojos azules llenos de angustia y amor. "No merezco a alguien tan preciosa y mágica como tú. Si decides que debo pagar por mis errores, te entenderé y te perdonaré. Porque eres todo para mí, Lizzy. Y yo soy solo... solo un bicho raro."

Lizzy lo miró con ojos llenos de lágrimas, sintiendo una mezcla de amor y desesperación. "Bo..." comenzó, pero las palabras se desvanecieron mientras luchaba por procesar todo lo que había pasado.

Bo la observó en silencio, esperando su respuesta con el corazón en la garganta. Sabía que el futuro de su relación dependía de la decisión que Lizzy tomaría a continuación.

Finalmente, la joven de ojos color cielo, sin controlarse porque así lo dictaba su corazón, como si fuera una emergencia, una necesidad, un deseo irrefrenable, se acercó a Bo con paso decidido. Él, imponente y alto, sostenía en sus manos el peso de su oscuro pasado, pero sus ojos brillaban con una intensidad que solo Lizzy podía ver. Sin dudarlo, ella lo besó con una mezcla arrolladora de pasión y deseo, pero también con cariño y ternura. Era el amor de su vida, aunque él fuera un asesino y psicópata. Su amor por él era más fuerte que cualquier juicio externo, más poderoso que el oscuro aura que lo rodeaba.

Bo se dejó llevar por la marea de emociones que Lizzy desataba en él. No estaba acostumbrado a esta vulnerabilidad, a sentir su corazón latir con tal intensidad. Lizzy había tocado algo en él que nadie más había alcanzado. Por un instante, Bo dejó de lado su cinismo y pareció un chico cuerdo. Dejó caer su arma al suelo, un gesto simbólico que mostraba su rendición ante Lizzy.

"Si decides irte...", comenzó Bo con voz entrecortada, su mirada intensa clavada en la de Lizzy. "Te entenderé. Y si decides que soy yo... quien merece ser castigado, estaré aquí."

Lizzy lo miró con los ojos llenos de lágrimas, sintiendo cada palabra como un peso en su corazón. Pero antes de que pudiera decir algo, Bo se arrodilló ante ella, un gesto de humildad y súplica que revelaba la profundidad de sus sentimientos.

"Lizzy...", murmuró Bo, su voz llena de emoción contenida. "No soy bueno en esto... en mostrar vulnerabilidad. Pero contigo... contigo quiero ser diferente. Quiero ser mejor."

Ella bajó a su nivel, colocando sus manos sobre las suyas. "Bo, no tienes que ser perfecto. Solo necesito que seas tú mismo. Eres todo lo que quiero."

Bo cerró los ojos por un momento, sintiendo el peso de sus palabras. Finalmente, abrazó las piernas de Lizzy con desesperación, como si su vida dependiera de ello.

"Te amo, Lizzy", susurró Bo, sus palabras llenas de una sinceridad que rompía todas las barreras. "Eres la luz en mi oscuridad. La única persona que ha tocado mi corazón de esta manera. No quiero perderte."

Con el corazón latiendo con fuerza, Lizzy tomó la mano de Bo y lo condujo a su habitación, donde las sombras de la noche se mezclaban con la suave luz de las velas. Cerraron la puerta detrás de ellos, sumergiéndose en un mundo donde solo existían ellos dos.

En la quietud de la habitación, rodeados por el palpitar de sus corazones y el cálido resplandor de la luz tenue, Lizzy y Bo se entregaron el uno al otro con una pasión que trascendía las palabras. Cada roce, cada suspiro, cada caricia era una expresión de su amor profundo y compartido. En ese momento, Bo sintió que había sido elegido por Lizzy de una manera que iba más allá de las palabras o las acciones. Era una unión de almas, donde el amor encontraba su lugar más sagrado y seguro.

Mientras tanto, en la oscuridad del sotano, Nina y Vincent compartían un momento similar de conexión y compromiso, fortaleciendo su vínculo con la misma intensidad y ternura que Lizzy y Bo arriba.

En pisos diferentes, en habitaciones separadas por pasiones y desafíos, Lizzy, Bo, Nina y Vincent se enfrentaban a la verdad de sus sentimientos. Lizzy y Bo, en la intimidad de la habitación alta, se encontraban en un momento de vulnerabilidad compartida, donde las palabras se convertían en susurros de amor y compromiso. Mientras tanto, Nina y Vincent, en el sótano distante, fortalecían su vínculo en el silencio reconfortante de su amor mutuo.

En ese momento, el amor y el destino se entrelazaron de formas que ninguno de ellos había anticipado, creando un vínculo indestructible entre sus corazones, donde las promesas se hicieron con la fuerza de unión eterna y los sentimientos se expresaron con la profundidad de la comprensión mutua.

E.T. ━━ BO SINCLAIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora