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Quinta Lágrima

La culpa compungía en su caja torácica, era punzante y estaba hinchando su marchito corazón. Yoongi sabía que él era una víctima de la asquerosa mentira de Jimin pero no podía evitar pensar que era su cómplice.

Esa mujer...

Sus ojos lucían tan tristes y carecían de emociones. Exhaló temblorosamente al abrir la puerta de su departamento, al otro lado estaba ese hombre que lo engañó. Le hizo creer que era suyo cuando no era cierto en absoluto.

Casado, casado, casado. El hijo de puta estaba casado.

Yoongi no creía que estaba siendo fuerte, sus manos temblaban y sus rodillas cedían ante la presión. Sus nervios se crisparon y su garganta era estrangulada por la urgencia de gritar sus penas.

Siendo honesto, él nunca sospechó. Nunca, jamás imaginó que Jimin sería de esos hombres. De los que mentía, rompía corazones y no se arrepentía de ello.

Yoongi se quedó en blanco mirando las fotos en los portarretratos de la entrada principal. Momentos felices aplastados por la realidad.

Jimin se veía honesto, feliz. Entonces no comprendía por qué le hizo esto. De nuevo, tragó duramente. Sus dientes se apretaron y se obligó a ser fuerte. Joder, deseaba despertar de esta pesadilla y ver a Jimin a su lado.

Se rió sin humor. La verdad es que, él se había despertado del sueño al que Jimin lo sometió. Era un completo imbécil, todo señalaba a esa posibilidad. Los viajes eran la clave de todo. Era la excusa perfecta para una cruel mentira. Así mantuvo dos vidas. Yoongi se frotó el rostro y recostó su espalda por la pared sin dejar de ver las fotos.

Se estaba volviendo un maldito loco.

Amante.

La rabia estimuló a su mente, la ira apuntó a los recuerdos. Tomó los retratos y fotos colgando, los arrojó al suelo produciendo un ruido estruendoso. Disfruto del sonido, porque tal vez sonó igual a su corazón. No se detuvo, quizá era una forma de desahogarse, rompiendo todo lo que encontraba a su paso.

Ninguna lágrima corrió por su rostro.

El dolor no menguaba. Sus ojos cafés se bordearon de lágrimas que no fueron derramadas al mantener contacto con Jimin. Él se veía sorprendido por su actitud frenética, sus cansados ojos que denotaban que había estado durmiendo lo miraban sin comprender por qué todo estaba en el suelo roto. Jimin dio un paso adelante, Yoongi un paso atrás.

──¿Qué está mal? ──preguntó Jimin. Como si no supiera. Como si no fuera culpable de su puto estado. Como si nunca hubiera mentido.

──Cómo pudiste hacerme esto a mí ──acusó.

Jimin frunció el ceño, sacudió lentamente la cabeza sin entender a qué se refería.

──No sé de qué hablas, Yoongi. Tranquilízate, bebé ──pidió. Yoongi tomó en cuenta que su pecho subía y bajaba. Alejó los ojos de Jimin y se dirigió al cuarto.

Observó un momento el lugar donde tantas veces fueron felices, donde Jimin le prometió lo que nunca le daría. Suspirando entre dientes fue hasta al armario, ignorando al hombre que lo perseguía con una mirada perdida.

──¿Bebé? ──él dijo.

──¡Puedes irte muy a la mierda Park!

Yoongi no se molestó en girar, tomó las camisas de Jimin y las tiró al suelo, justo a los pies de él. Los pantalones, franelas y todo objeto que le perteneciera caían al suelo estropeados, siendo víctimas de su furia. Jimin observaba atónito desde su posición. Qué mierda sucedía con su novio.
                                                        
──Detente de una buena vez. ¡Qué mierda sucede contigo! ──gritó deteniéndolo. Yoongi huyó de su agarre en la muñeca. Se ofendió. Yoongi se rió con ironía.

Cry Baby [Jimsu] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora