Por siempre ella (Drabbles SasuSaku)

Su risa

"Fingí olvidar cosas importantes para reír de cosas insignificantes."

Silhuette, Kana Boon

Sasuke se detuvo frente a las lápidas que tanto conocía. Sakura, a su lado, observó su expresión de tristeza y soltó su mano. De inmediato, su prometido la volteó a ver.

- Creo que iré a ver a Obito. Ayer fue su cumpleaños y le traje flores. - se excusó Sakura, comprendiendo que Sasuke debía estar a solas con su familia.

Él apenas asintió. Dirigió su mirada hacia el par de lápidas frente a él antes de sentarse en el pasto. Tenía varios años que no hacía eso: el dolor le había imposibilitado hacer muchas cosas; el charlar con ellos, por ejemplo.

Intentó ordenar sus palabras para no soltar incoherencias, pero no supo qué decir. ¿Hablaría de su camino con Orochimaru, con Taka, con el equipo siete? ¿Se disculparía por errar en incontables ocasiones? ¿Les reclamaría por dejarlo solo? ¿Fingiría que siempre estuvo bien, que nunca sintió dolor?

Negó con la cabeza, incapaz de decidir qué se podía decir a unos padres que ya llevan más de diez años muertos.

Justo cuando quiso rendirse, un sonido captó su atención. Giró el rostro para encontrar el origen de esa risa. Por supuesto, se trataba de Sakura: había encontrado un tema divertido con el que charlar con Obito mientras acomodaba las flores en su tumba. Se le veía feliz, se le oía feliz. Aun frente a una tumba de alguien a quien no conoció en lo absoluto, Sakura se veía feliz. Sasuke sonrió, encontrando el tema perfecto para hablar con sus padres.

- Sé que la recuerdan, ella era muy inteligente cuando niña... y todavía lo es. - comenzó. - Nunca me abandonó, ni cuando decidí ir con Orochimaru ni después. Sakura siempre confió en mí e intentó ayudarme cada que pudo.

»Cuando ustedes se fueron y me ingresaron al equipo siete, no creí recibir la amistad de Naruto o el amor de Sakura. Le tomé importancia, demasiada, a la venganza, al poder, y dejé de lado su compañía, su mirada. No quise ver lo que Sakura me ofrecía aun cuando yo no se lo pedía. Ignoré sus atenciones, sus cariños, sus miradas, sus esfuerzos, sólo porque creí que era mucho más importante concentrarme en la venganza. Fue por ello que sufrí esa noche en la que ella me entregó todo su amor en una súplica... - hizo una pausa para admirar el nuevo sonido de la risa de Sakura. Volvió a sonreír. - Fui un estúpido.

»Sin embargo - continuó mientras volvía a mirarla. - ahora que por fin estoy a su lado, entendí cuál es el verdadero valor en este mundo. El poder se obtiene entrenando, la gloria con batallas ganadas, pero su risa, su risa se obtiene por cualquier insignificancia. ¿Y saben qué? - dijo con una delgada lágrima paseando por su mejilla. - Es esa risa la que me ayuda a continuar, la que me ayuda a olvidar. Con ella aprendí a sentir el mundo, no sólo a verlo. Sé que les hubiera agradado, padre, madre.

»Ella es Sakura, la persona que me enseñó a reír de las cosas insignificantes.