018. ☆⌒(ゝ。∂)

368 47 24
                                    

— ¡Una más, Jimin! ¡Tú puedes! — y cuando el menor hizo la última serie, el pelinegro saltó a él y acarició su hombro, felicitándolo. — Lo hiciste muy bien, tienes más resistencia que hace un mes —

— Ba-bajé 4 kilos, con la dieta y el ejercicio, quiero seguir así- el mayor le asintió mientras le pasaba una toalla para que retirara el sudor de su cuerpo, y sonrió cuando notó que Jimin sonreía.

Cuando el otro se levantó para verlo a los ojos, Taehyung apretó esas mejillas. — Pero siempre haré que comas algo para que sigas teniendo estas mejillas —Jimin lo miró con los ojos entrecerrados, simulando un gesto de furia. — No me hagas subir de peso, Tae, ya ves que es difícil bajarlo —levantó su barbilla para tomar agua y de repente el pelinegro se sintió sediento al ver nuevas gotas de sudor sobre su cuello y ver su garganta pasar el agua. Desvío su mirada al parque, notando que estaba un conocido chico junto a unos niños frente a unos caballetes.

— Mira, es JungKook — señaló mientras el menor torcía los ojos aprovechando que no había visto, y después observó dónde estaba señalando su amigo. Lo miró tienes más resistencia que hace un mes achicando un ojo.

— ¿Quieres ir? —y el mayor  o respondi porque ya se encontraba caminando hacia Jungkook que veía animado a los niños, sus ojos brillaron más cuando lo vio.

Jimin no evitó ponerse celoso al ver es brillo por ambos chicos.

El quería que Taehyung fuera su amigo y sólo de él, sin que nadie llegara y se lo quitara de esa forma romántica. Quería a Tae, pero sólo para él y que ningún chico llegara e hiciera que dejara de ponerle atención y ese cariño que siempre le mostraba. Arrugó su nariz mientras torcía sus ojos y se apoyaba en el árbol, viendo a su amigo apretar sus puños y rascar su nuca mientras le hablaba.

Suspiró y se resignó a escuchar.

— ¡Kook! ¿Qué haces aquí? — el menor tomó un niño para comenzar a acariciar sus hombros y reír nervioso.

— No te vayas a burlar, ¿si? Es solo que amo a los niños, la pintura y la lectura, así que organizo estas rondas para que los niños puedan expandir su imaginación y aprender algo — 

Y era un chico perfecto. Jimin veía el caballete y el lienzo de Kook. Un cuadro perfecto, bien pintado, colores lindos. Torció sus ojos mientras su furiosa vista volvía al otro, y notó cómo sonrió fuerte.

Cierto, a Taehyung le gustaba la pintura y la lectura, así que arrugó su nariz y se acercó.

— ¿Eres bueno en todo o algo así? Me sorprende lo bueno que eres en la pintura — el contrario sólo sonrió tapando su rostro y Jimin tomó el brazo de su mejor amigo.

— Hola Jungkook, está muy lindo tu cuadro

— Jimin, ¿Quieren intentar pintar uno? — 

Y al final volvieron a la casa con un lienzo cada uno, el pelinegro con una sonrisa y un helado, y Jimin con un vaso con fruta, pero furioso. Caminaba más rápido que Taehyung, que solo lo miró curioso mientras intentaba caminar a su lado a ese paso rápido. 

Jimin no se entendía, pero al mismo tiempo sí. Sentía que los celos de mejores amigos eran así, de normales, pero en realidad no. Después de llegar a su casa tiró el lienzo al bote de basura que tenía enfrente de su residencia y Tae se aseguró de sacarlo para alcanzarlo corriendo.

— ¡Pero te quedó muy bonito Jimin! Ya te dije que no era necesario que supieras del arte ni fueras Da Vinci para esa actividad, sólo era diversión.

— No me agrada para nada Jungkook — el pelinegro le quiso dar su lienzo, pero Jimin lo tiró. — Se supone que hoy sólo íbamos a ser tú y yo, pero llegó señorcito perfecto para arruinarlo —

— ¿No te gustó tu pintura? Mira, no es la culpa de que...

— ¡No me gusta Jungkook porque se gustan! — Taehyung frunció su ceño mientras lo veía arrugar su nariz, pisotear el cuadro, y señalarlo. — ¡No me gusta saber que le gustas! —

— ¡¿Entonces yo puedo odiar a Saeon porque te gusta?! ¡¿Debo torcerle la boca cada que lo veo?!

— ¡Ya lo haces, idiota! — lo empujó y se volteó de espaldas para que el mayor suspirara furioso, acariciara su rostro y lo volteara para seguir discutiendo.

— Pues no debe enojarte que nos gustemos, ¿Sabes por qué? Porque tú eres mi mejor amigo y no te debe importar para nada quién me guste ya quién me coja — el ceño fruncido del otro le hizo saber que no había elegido las palabras correctas para explicarle la situación. Sólo le restó importancia con su mano — Hablamos luego, no quiero verte ahora —

— Si no me debe importar, tú no tienes que estar detrás de mí ni diciéndome que odie a Saeon, hipócrita — el pelinegro lo volteó, y realmente no pensó. Iba a decirlo en ese momento porque su garganta ardía y su corazón dolía.

— Jimin, yo- tú, tú me

Pero antes de que pudiera confesarse el menor ya estaba besándolo, y Taehyung sólo sentía que sus lágrimas habían bajado por sus mejillas hasta hacer ese beso salado. Arqueó sus cejas mientras sostenía la cintura de Jimin, que acunaba su rostro mientras se paraba de puntillas.

Sentía que Jimin lo guiaba dentro de su casa, azotaban puertas, y de un momento ya estaban dentro del cuarto del menor, recostados en la cama y Jimin le quitaba sus ropas como si estorbaran.

Aunque lo hacían.

Taehyung no entendía nada. No sabía si Jimin había entendido su confesión y le había aceptado en ese beso y teniendo relaciones, o que sólo lo había hecho para liberar la tensión y que mañana estuvieran felices como si nada hubiera pasado.

Lo besaba por el cuello, sus clavículas, metía sus pezones en su boca y acariciaba su entrada, cuidando que estuviera lo suficientemente húmedo y lubricado como para entrar en él con facilidad. Sacó un lubricante para no lastimarlo. Relamió sus labios mientras se separaba, se ponía el preservativo con cuidado y después comenzaba a lubricar su miembro con cuidado.

Estaba temblando y no se dio cuenta hasta que metió todos sus dedos en el bote. Y tampoco se dio cuenta que estaba llorando, aunque eso podría hacerlo pasar por el sudor de la acción de Jimin. Limpió las lágrimas discreta con su mano seca y con la otra, comenzó a meter dos dedos en el interior del menor, haciéndolo gemir y aferrarse a las sábanas. Hacía movimientos de tijeras, lo preparaba, y luego de unos minutos sacó sus dedos, tomó su propio miembro y lo alineó en la entrada del menor, que esperaba tembloroso. 

Sostuvo el rostro del otro mientras entraba en él, y después se besaron para ocultar sus gemidos. 

Comenzaron las estocadas, los gemidos, y el calor de la habitación aumentaba más. Jimin solo quería que el pelinegro fuera suyo como en ese momento sólo suyo. 

Se aferraba a su espalda, lo rasguñaba cuando sentía un punzante dolor convertido en placer, y mordía su cuello para no gemir tan alto. Escuchaba su cabecera moverse, sentía las caderas del otro moverse, y sentía lo que estaba dentro de él. Gimió entre dientes al sentir que Taehyung había comenzando a ser algo rudo, pero cuando el pelinegro se dio cuenta que dolía, volvió a ser lento, pero corto.

Se apoyó en sus codos viendo fijamente a Jimin, que sólo acunaba su rostro, lo besaba para ahogar uno que otro quejido, y después se aferraba a su nuca mientras sentía las estocadas. Sintió las piernas de Jimin enredarse desesperadamente en su cintura, que sentían que se debilitaban, y después sintió una sensación de vacío dentro de él. 

Las paredes apretadas del menor, comenzaban a dificultar el movimiento, y después lo escuchó gemir y maldecir. Había llegado al orgasmo.

Y él también lo había hecho. 

Se quedó dentro por un tiempo mientras se recostaba en su pecho, escuchando el corazón acelerado de Jimin. 

Que sólo se cuestionaba si en realidad le gustaba tanto Saeon, o si le había comenzado a gustar su mejor amigo.

diet of sexㅤㅤ੭ㅤㅤvminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora