Bond| Omegaverse [Young Miko]

Capítulo 11: a spiritual baddie

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"suéltala, suéltala" una de las chicas tira de los hombros de la omega que hizo la estupidez de jalonearme

"Bonnie" Vicky me gira con delicadeza alejándome de la malla de seguridad un par de metros colocándose entre ellos y yo "¿qué pasó? ¿te, te hicieron algo?" sus ojos van de aquí allá y sus manos me toquetean con estos dedos temblorosos revisando la piel de mi cuello

"n-no" no puedo controlar el galope de mi corazón ir a cien kilómetros por hora "no. Yo estoy, estoy bien" aseguro colocando mis manos en sus brazos y miro detrás de su hombro viendo cómo sólo las chicas de la esquina siguen ahí mirando con atención la escena mientras el
resto del público ni siquiera parece estar enterados que Miko está más cerca porque van saliendo

"esto ha sido..."

"¡Miko! ¡una, una foto por favor! ¡aquí!"

"¡lo sentimos Bonnie! ¡no todas so-"

"Chicas" Vicky se dirige a ellas y por arte de magia me doy cuenta que tres seguratas están rodeándola manteniéndose atentos a cualquier movimiento "pueden mirarla, pero no tocarla"

"¿qué pasó ahí? solo te perdí un segundo" me apoyo en Kenny y lo mejor que se me ocurre es salir de ahí, al menos ocultarme y dejar de escuchar las disculpas que ellas le ofrecen a la alfa

"una, ahm, no sé por qué lo hizo" me abraza por los hombros dirigiendo el camino por el pasillo esquivando miembros del staff "una de las omegas me jaló, creo uh, creo que quería comprobar si tenía la marca en mi cuello" por reflejo llevo mi mano hasta esta zona sintiéndome por primera extraña de que esté limpia y libre

"extrañísimo" nos refugiamos en una de las esquinas del camerino de Vicky sin ánimos de compartir diálogo ni con Jonuel ni Pablo, los únicos omegas del grupo después de nosotros. "haré un after para el concierto de Los Ángeles ¿te parece?" solo respondo con monosílabos y asentimientos a todo lo que me ha estado diciendo esta última hora en la que el cuarto en el que estamos se ha ido llenando de los amigos de mi alfa. Mas no hay rastro de ella. Tengo un vacío en el pecho que se prolonga hasta la boca de mi estómago impidiéndome actuar con normalidad

La garganta me duele y arde, la espalda me pesa y ya no puedo estar cómoda sentada,  y para rematar la piel me pica pidiéndome una ducha profunda para quitarme el olor de todas las personas que me han tocado. Con esto en mente me dispongo a pedirle a mi amigo que nos vayamos por nuestra cuenta al hotel "Ken, quizá debe"

"omega" todos se callan

Se queda en el umbral de la puerta y creo que todos reparamos en su aspecto agitado, respira buscando calmar el ritmo de su pecho y no despega su vista de mí escaneándome de pies a cabeza una, dos veces hasta que parece estar satisfecha con lo que ve y finalmente corre su mirada hacia los demás "muchas gracias a todos por hoy, fue una increíble noche. Salgan y celebren, lo merecen, los veo mañana" comienza a despedir a cada uno dejándonos a solas junto a Kenny "¿no quieres ir al after, Ken?"

"no conoce a nadie" le recuerdo

"estoy preguntándole a él" abro los labios para responder pero me quedo en blanco. Su tono es neutro, hasta casi amable, pero ella no suele contestarme de esa manera "Kenny ¿quieres irte? ¿quedarte?"

"Voy si Mariana va"

"vamos, te llevo con ella" el pelirrojo se inclina depositando un beso en mi mejilla deseándome buenas noches, no soy capaz de decir nada porque me siento un poquito humillada de haber sido hablada así frente a él. Me quedo dos, cinco, diez minutos enteros sola en el silencio de la habitación de quizá veinte metros cuadrados, no busco distraerme con nada, no pienso en nada, estoy absorta en la ausencia de ruido que me relaja tanto como me perturba "omega"