#04 Parte 8

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─ Eh, no tenías que hacerlo.

─ ¿Ya qué? Ya te lo he traído todo, ¿no?

Yoon Jigu, con una expresión de incredulidad, dejó las compras impulsivas de Yeowoon frente a la puerta de su casa. El agua embotellada llegaría al día siguiente por la mañana, pero todo lo que habían comprado ese día lo trajeron ellos mismos. Había tanto que tuvieron que dividirlo en dos cajas, y Yoon Jigu, como si fuera lo más normal, tomó la caja pesada con la sandía y las latas de cerveza. A pesar de que murmuró todo el camino preguntándose por qué había aceptado acompañarlo.

─ Gracias, Señor Jigu.

─... Ajá.

─ Ah, cierto. Tengo algo para ti, espera un momento.

Yeowoon entró rápidamente a su casa, sacó el plato de Yoon Jigu que había lavado y secado con antelación, y lo puso encima del albornoz que había comprado antes. Luego, salió a la puerta y se lo entregó a Yoon Jigu, quien esperaba pacientemente.

─ Toma.

─......

─ ¿Sorprendido? Es un regalo. ¡Úsalo en la piscina!

Para Yoon Jigu, que todavía se duchaba con su traje de baño puesto, era un regalo ideal.

─ ...¿En la piscina... una bata?

─ Sí.

─ ...¿Estás en tus cabales...?

─ ¿Por qué no?

─ ......

─ ¿No te gusta? Al salir del agua, en lugar de usar la toalla de la piscina, siempre usas la que traes de casa...

Los ojos de Yoon Jigu se agitaron con confusión.

─ Pensé en ti cuando lo compré, señor Jigu.

─ ...¿En mí?

Aunque no parecía particularmente entusiasmado, no importaba. En cuanto lo vio, supo que tenía que ser un regalo para él. Con el tiempo, Yoon Jigu apreciaría su buen juicio.

─ Lo... aceptaré.

─ Sí.

Tessa: Se la devolvieron XD

Después de una breve pausa, Yoon Jigu aceptó la bata y, titubeando, comentó

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Después de una breve pausa, Yoon Jigu aceptó la bata y, titubeando, comentó.

─ ...Pero esto es todo.

─ ¿Qué?

─ Voy a dejarlo claro ahora. No me importa lo que te guste ni cuáles sean tus preferencias. ...En serio. Es tu vida privada y, mientras no me cause problemas, no me importa.

─ Sí....

─ Pero, no más que esto. ¿Lo entiendes?

Su voz era pequeña pero firme al expresar su opinión. Era sorprendente verlo así. Yeowoon asintió, más impresionado por la manera decidida de Yoon Jigu de hablar que por el contenido de sus palabras.

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