II: Besos sabor a Ron (+18)

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Sam

No sé en qué momento aparecimos en mi departamento, pero ahora me encuentro besando desenfrenadamente a Mon contra mi puerta.

-Sam... -susurró ella contra mis labios-

-¿Mmm? -respondí-

-Nunca he hecho esto de forma clandestina.

-Yo tampoco. -confesé- ¿es tu primera vez?

-No. -habló la pequeña chica- Puedes hacerlo como quieras. -dijo entre besos-

-Hagámoslo, entonces. -susurré mientras caminábamos hacia mi habitación-

Acerqué nuestros labios y ella siguió el beso cuando la dejé sobre mi cama.

comencé a bajar mis besos, primero fui al lóbulo de su oreja, luego pasé por su mandíbula hasta llegar a su cuello.

Seguí con mis besos en su cuello, hasta que ella me tomó del cabello y me regresó a sus labios, yo me alejé.

Nuestras respiraciones eran pesadas, acerqué mi boca a su cuello y susurré contra su piel

-esto dejará marcas, Mon

comencé a jalar parte de su cuello, absorbiéndolo así con mis labios,
Ella jadeó pesado  y bajé a su pecho.

Continuamos besándonos, mis manos inconscientemente se fueron a sus pechos y se posaron en ellos; rápidamente quité mis manos y me separé, quedando sentada a horcajadas en su cintura.

-Si te sientes incomoda quiero que me lo digas, ¿esta bien? No haré nada que no quieras -La vi fijamente-

-Bien.

-Dios... eres tan ardiente.

Continué masajeando un poco sus pechos, simplemente estaba apretándolos mientras ella y
yo seguíamos besándonos.

De repente, nuestras lenguas se encontraron y comenzó una batalla donde nuestro único objetivo era hacer sentir bien a la otra.

Mis manos se colaron en su top, apretaron directamente sus pechos y ella soltó un gemido alto, su lengua se debilitó y la mía aprovechó para hundirse en su boca.

Nos separamos a falta de aire, vi a Mon con la cara roja y ambas teníamos la respiración agitada.

Puse mis manos en la costura final del top de la chica junto a mi, pregunté con la mirada si podía quitarlo y ella asintió.

Quité la camisa y la tiré a algún lado, claramente debajo no tenía nada, no entendí mi sorpresa si yo ya sabía que no tenía nada debajo... igual era sorprendente verlo.

Tragué pesado y ella rió

-con que muy atrevida, eh?

-Lo siento, estoy apreciándote.

-Vamos Sam... haz lo que quieres, ¿o te da miedo? -dijo mientras quitaba mi top, tirándolo también-

Reí sarcástica y mis manos comenzaron a trazar la orilla de sus pechos sin tocar su punto sensible, contorneaban el pezon sin tocarlo y esto la estaba enloqueciendo.

Dr. Sam's chosen one (MonSam) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora