› único .

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no me gusta dejar notas de autor porque lo considero algo innecesario, pero aquí si es necesario ya que les tengo que explicar una pequeña cosa.

esta historia es omegaverse como habrán leído en la descripción y los hashtags, y esta tiene una pequeña variación que no siempre veo así que me gustaría explicarla:

las olas de calor se dan única y exclusivamente durante el celo, no sé calman hasta tener alguna experiencia sexual ya sea masturbación o cualquier manera de practicar el sexo, y generalmente aparecen cada pocas, más específicamente de una a tres. obviamente pueden ser calmadas con supresores.

dicho y aclarado esto, ya pueden seguir con la lectura, espero disfruten ^^.























taehyung se mira al espejo, su mano pasa por su camisa mientras trata de alisarla. es completamente inútil, no porque esté muy arrugada sino porque al contrario está excelentemente planchada.

mira al rededor de la habitación que comparte con su esposo buscando el saco de su traje negro, encontrando no solo eso en el sofá del otro lado sino también los ojos espectantes de jungkook sobre él... ¿usando una camisa suya que ya había usado ayer?

— ¿qué haces con eso puesto? — le pregunta con el ceño fruncido en confusión. el pobre omega lo confunde con enojo.

baja la mirada a sus pies descalzos y muerde sus labios, sin saber exactamente qué hacer. generalmente le importa una mierda como el alfa le hable siempre y cuando sea con respeto, pero estando en celo, su estabilidad y felicidad se vuelven dependientes de la forma en que taehyung lo trate.

— y-yo... uh, lo siento. — es lo único que se le ocurre decir.

— no lo quise decir asi. — dice, al notar el tono triste de jungkook. incluso habiendo tomado supresores seguía siendo como un pequeño niño al cuál hay que mimar y hablarle bonito. — quiero decir, ¿por qué esa?, hay otras limpias en el clóset que puedes usar. — señala la puerta a su derecha sin quitar la mirada de jungkook.

— las otras no huelen a ti tanto como esta.

taehyung asiente, sin saber exactamente qué debe hacer. el matrimonio entre él y jungkook se llevó a cabo por pura y meramente coincidencia. al querer tratar de unir dos de las empresas más importantes del país, decidieron hacerlo un asunto de familias y casar a sus dos hijos.

al momento de esto el omega tenía quince años y taehyung dieciséis, es por esto que esperaron a que tuvieran diecinueve y veinte para concretar la boda. a día de hoy ya ambos tienen veinticuatro y veinticinco años, y solo se acostaron una sola vez a los veintidós y veintitrés mientras ambos estaban borrachos y jungkook algo drogado, una cosa que acordaron ni volvería a pasar.

es por esto que el alfa duda mucho en acercarse a jungkook, sin saber si será rechazado o no. prefiere salir de casa temprano y llegar tarde trabajando en la empresa, lo que en parte le ha beneficiado ya que gracias a eso la empresa se ha vuelto aún más grande y poderosa de lo que era.

— entiendo... — prefiere decir.

— taehyung, yo... — las mejillas del omega se tintan de un rosa suave. — sé que no nos queremos pero... ¿p-podrías darme un abrazo? será corto, a-antes de que te vayas.

taehyung se le queda viendo fijamente unos segundos antes de suspirar profundamente y mirar por la ventana otros segundos más. da otro supiro mientras se quita los zapatos y el reloj, tirando los objetos en algún lugar del suelo.

no puede dejar a jungkook, al menos no en ese estado tan necesitado, así que decide quedarse con él hasta que él decida que ya es tiempo de irse a la casa de campo.

heat › tk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora