Un Alight de 17 años estaba en su departamento tratando de calmar su llanto, le había avisado el hospital la semana anterior que su madre había sucumbido al cáncer y había fallecido, había estado todo el día en un estado de disociación mientras firmaba los papeles de defunción, preparaba el funeral y entierro.
Hoy finalmente pudo sentarse y darse cuenta que el último miembro de su familia había muerto, su cuerpo temblaba con cada llanto que soltaba abrazando una foto de él con su madre rogando que vuelva, lo abrace asegurándose que todo iba a estar bien y que no lo dejaría solo.
Sus ojos llenos de lágrimas fueron a la foto que sostenía dónde estaba él de pequeño con su madre y su abuelo, soltó un hipo al recordar la última vez que pudo ver a su abuelo fue dos semanas después que su madre lo lleve a la ciudad por una oportunidad de vida.
Su abuelo que tanto lo cuido había muerto dos semanas antes que a su madre le diagnostiquen cáncer...
Otro llanto salió de su boca mientras abrazaba la foto con dolor en su corazón, faltaban 3 semanas para su cumpleaños así que quedó legalmente emancipado según el juez y fue dejado a la suerte, ya no sabía que hacer o como seguir, no tenía familia ni amigos para apoyarse.
Sus ojos acuosos fueron a la foto de nuevo y se detuvo en la cabaña detrás de ellos, donde había pasado la mitad de su infancia y dónde habitaban tantos buenos recuerdos.
Se levantó de la cama de golpe y fue a su maleta donde estaban las cosas importantes de su madre, ahí lo encontró, las llaves y papeles de la cabaña en caso que quisiera venderla.
Él fue quien se negó a qué venda esa cabaña, había tantos recuerdos ahí que se negó a perderlos tuvo una larga discusión por eso con su madre, pero logro convencerla que se queden con la cabaña.
Respiro profundamente repasando sus opciones y viendo si sería una buena idea regresar a casa.
Sin embargo, aunque intenté negarlo algo lo atraía a la cabaña, algo lo llamaba a regresar a casa, la decisión finalmente fue tomada y comenzó a hacer los trámites para viajar a casa, con el corazón en mano y una gran sonrisa sintiendo que estaba yendo a un lugar mejor, donde su soledad iba a terminar.
Después de renunciar al trabajo y terminar la escuela pago un boleto de avión, mirando la ventana del avión se dio cuenta que no se sentía nostálgico o triste por irse, se sentía emocionado y feliz de regresar.
Sin saberlo mucho más lejos donde las colinas se alzaban al cielo ocultas por la blanca nieve, dos figuras humanoides estaban hablando.
_ ¿Lo sientes verdad? - pregunta la figura más pequeña.
_Si, algo está por cambiar- sonrió, no se sentía un cambio malo, todo lo contrario, los dos sentían que su niño estaba volviendo a casa, finalmente iban a conocer a su niño.
Las dos figuras comenzaron a brillar y crecer en tamaño antes que la noche oculte sus sombras haciéndolos desaparecer de la vista.
Pronto iban a tener a su bebé en brazos y nadie se los quitara está vez.
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Una Esperanza De Vida
FantasyAlight había soñado toda su vida en conocer a los dragones, desde que su abuelo le contaba historias sobre lo majestuoso que fueron los dragones cuando aún estaban en su máximo esplendor. Así que cuando su madre falleció tomo sus maletas y regreso a...