El avión de Alight finalmente llego a su destino, Alaska era tan hermosa como recordaba, fue a buscar su maleta y luego tomo un taxi para ir al pueblo cercano para tomar un bus.
Se sentía tan emocionado mientras observa el paisaje pasar dejando ver la nieve cubriendo las calles y la gente pasando rápidamente buscando un medio de transporte para no congelarse.
A pesar de todo el bullicio y el frío se sentía tan completo al estar regresando a su país.
Fueron 5 horas de viaje, pero finalmente estuvo en casa, miro la cabaña con nostalgia mientras los recuerdos de su infancia lo recorrían, estaba todo tan igual.
Excepto por una cosa...
Sus ojos fueron hacia las montañas y vio una casa que parecía una mansión sobre la colina y sus ojos se agrandaron, parecía que alguien había destruido el santuario de los dragones.
Podía sentir la decepción de su abuelo al ver a los humanos tomando lo que no era suyo.
Suspiro con tristeza caminando dentro de la cabaña, dentro seguía igual de deshabitada la única diferencia era que estaba más descuidada se notaba que nadie la había cuidado hace mucho tiempo.
Salió de nuevo tomando leña para encender la chimenea y calentarse sin darse cuenta que era vigilado, dos pares de ojos escondidos en las sombras miraban con cariño al niño.
Alight se sentó en uno de los sillones frente a la chimenea sintiendo alivio ante el fuego calentando su cuerpo finalmente pudiendo sentir su cuerpo calentito.
Estaba por dormirse cuando escucho unos golpes en la puerta, gimió cansado levantándose del sillón y camino hacia la puerta mirando por la mirilla quien era.
Se asustó al ver a las dos personas frente a la puerta sin reconocerlas de ningún lado.
_Hola pe... chico somos tus vecinos - explico suavemente el que era más bajo _Supimos de tu llegada y pensamos en pasar a saludar - explico con una sonrisa calmada.
Alight no sabía porque, pero esas dos personas le enviaban una sensación de tranquilidad y protección a pesar que recién se conocían, así que con duda abrió la puerta.
_mm hola- dijo nervioso mirando el suelo sin ver la mirada cariñosa que compartieron los dos al sentir ternura por él.
_Hola pequeño soy Abner y él es mi esposo Finneas - dijo sonriendo el hombre más alto de unos 1,90 con voz dominante pero cálida, mirándolo bien hizo que Alight se sienta un enano con sus apenas 1,40 de altura, el hombre era pelo rubio platinado y ojos negros, mientras su esposo Finneas era pelo negro y ojos marrones rojizos de piel oscura.
Abner
Finneas
_Mucho gusto Abner, Finneas soy Alight - dijo saludando amablemente sin prestar mucha atención que sea una pareja gay, él mismo era bi así que no iba a ser discriminador, después de eso se hizo un silencio incómodo.
_Te traje un poco de comida- dijo por fin Finneas rompiendo el silenció mostrando un táper- supuse que estarías cansado y con hambre por el largo viaje - explico sonriendo.
_Si muchas gracias - dijo nervioso tomando el táper bajo la mirada para tomar valentía para invitarlos a entrar, pero cuando miro a arriba los dos ya no estaban.
Alight parpadeó sorprendido y trato de encontrarlos, pero no estaban por ningún lado, bajo a la nieve y busco por todo el terreno, pero no los encontró.
Con confusión regreso a la cabaña, la única prueba que ellos habían estado con él era el táper en sus manos, se sentó en la mesa y abrió el táper.
Un gemido salió de él cuando le llegó el rico olor a comida casera y rápidamente comenzó a devorar la comida hambriento.
Afuera dos pares de ojos lo observaron con una sonrisa, finalmente estaba comenzando, pronto tendrían a su bebé en brazos.
Los días pasaban y Alight todos los días tenía un táper de comida en su puerta junto a una carta saludándolo y recordándole cuidarse del frío.
Al principio intento hablar con ellos para que se detengan, pero después comenzó a disfrutar de la comida y aceptar sus regalos, más porque aún no tenía trabajo y no podía ir al pueblo aún.
Sin darse cuenta su cuerpo presentaba pequeños cambios, sus ojos se estaban oscureciendo y su pelo aclarando, lo más significativo fue cuando dejó de crecerle pelos y su piel se suavizaba.
Sin embargo, debido a que no estaba prestando atención no se dio cuenta que sucedía y que tenía que ver con los tápers de comida que recibía todos los días.
Se empezó a dar cuenta cuando el táper contenía un vaso de leche junto a la comida y a veces lo único que deseaba era la leche y eso lo llenaba.
Después cuando su piel comenzó a filtrar un líquido viscoso y su piel parecía como la de un lagarto, se sentía en pánico la primera vez que fue a bañarse y se quitó un poco de piel suelta dejando ver las escamas.
Esa noche se acotó a dormirpensando que todo era parte de su imaginación sin darse cuenta de los dosintrusos estaban entrando a su casa.
Abner tomo a su pequeño en brazos teniendo especial cuidado antes de entregarle a Alight a su esposo y comenzó a transformarse en un gran dragón blanco, Finneas se subió sobre Abner y los dos regresaron a su mansión con su cría en brazos.
Abner comenzó a bajar al suelo pareciendo que chocaría contra el cemento pero alguien abrió una escotilla dejando ver un gran escondite con un nido en el medio.
Bajo suavemente dejando que su esposo baje de su espalda antes de volver a transformarse en humano.
_ Finalmente tenemos a nuestra cría - dijo Finneas con amor acariciando el cabello claro de su pequeña cría.
_Si - sonrió con amor Abner mirándolos con ternura a su esposo e ahora hijo.
Los dos rodearon a su hijo y apoyaron sus manos sobre su pecho, un brillo envolvió las manos de los dos antes de ir hacia Alight y adentrarse en su cuerpo.
Los dos sacaron sus manos y miraron con ternura como el líquido que decretaba su piel comenzó a endurecerse y rodear el cuerpo de su cría hasta que se convirtió en un huevo que lo protegería hasta su eclosión.
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Jejeje puede que esto tenga ABDL forzado
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Una Esperanza De Vida
FantasyAlight había soñado toda su vida en conocer a los dragones, desde que su abuelo le contaba historias sobre lo majestuoso que fueron los dragones cuando aún estaban en su máximo esplendor. Así que cuando su madre falleció tomo sus maletas y regreso a...