Ambos cantantes tenían una rivalidad más que evidente en las pantallas, parecía inminente el hecho de que ambos estuviesen juntos sin pelear aunque sea una vez, ¿no? La cantante idol coreana tenía esto más que claro, no le caía nada bien el pelirroj...
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Tal parecía que una mañana tranquila para aquella chica de cabellos rosados, aunque, no tan tranquila.
Aunque claro, en esos días había un pensamiento invasivo en su mente, claro, era sobre aquel pelirrojo que crecía de sobre manera como la espuma con su actitud ciertamente extrovertida, pero, no solo era el. Tenía algo de pavor no sentirse lo suficientemente capaz de poder seguir haciendo lo que ama: cantar para el mundo. Claro, amaba la atención que la gente le prestaba, y por supuesto que destronaria al metalero como sea que fuera pero, ¿y si llegara otro nuevo cantante a la mesa? ¿Acaso tendría que hacer lo mismo? Solo suspiraba de manera pesada al pensar esto, a pesar de tener una personalidad hasta cierto punto irritante, egocéntrica y que no se guarda nada para ella, sentía una cierta angustia. Trataba de despejar un poco sus pensamientos de cierto modo maquillando su rostro primero, aplicando un poco de rubor en sus pómulos suaves, labial negro en sus labios algo pequeños e finos y rimel en sus pestañas para que su mirada de cierto modo coqueta jamás desaparezca, lo que más admiraba de ella, era la habilidad que tenía para verse siempre tan bella.
Salió a tomar algo al aire libre, sentirse más relajada, pocas veces podría tener un verdadero tiempo libre para ella, ya que, tenía que practicar sus coreografías, manejar sus redes sociales e hacer una práctica de canto mínimamente una hora al día le podrían dejar poco tiempo libre, claro a veces se ocupaba más que otros días, pero no se arrepiente de haber debutado como lo hizo, no cambiaría nada de como esta su vida actualmente por nada en el mundo.
Camino tranquila hacia un restaurante cercano, solo quería tomar algo ligero como un café e comer algo dulce esa mañana, a pesar de ser bastante famosa realmente podía salir a estos lugares sola, más porque la conocían de esos lados y la trataban como ella exactamente querían pero sin llegar a ser unos fans más del montón.
Entro al lugar y se sentó en una de las mesas que estaban en las vitrinas del lugar, observando tranquilamente del ambiente, con una leve sonrisa en su rostro e su característico tono coqueto en sus bellos ojos. Mientras esperaba a que pudiesen atenderla, de repente, se le acercó una pequeña niña de un cabello color rosado igual que el suyo, solo que este era algo más pasteloso, parecía tener una especie de pijama puesta y un casco.
─── Usted señorita, ¿es amiga de mi hermana? ─── Preguntaba de manera amable señalandola, la chica coreana por un momento la miro en silencio, pensando por un momento internamente porque sentía haber visto ante a esa pequeña.
Iba a responder aquella pregunta, pero, pudo escuchar un grito de un tercero y vaya, si que a ella la reconocía como a la palma de su mano.
─── ¡Bonnie! ─── Decía una adolescente de cabellos igual de rosas que la otra niña pequeña, vestida con lo que parecía ser un traje de acrobacias que hacía conjunto con los de su hermana. La mirada amable que la coreana le había dado a la niña desapareció casi que de inmediato al hacer acto de presencia la otra chica. ─── ¿Qué te dije de estar irte de mi lado cuando estamos fuera de casa? ─── Cermoneaba a la pequeña esta acróbata joven, mirándola con el tono levemente fruncido, para después subir su mirada y ver exactamente a quien menos quería. ─── Vaya, lo que faltaba... ─── Su tono era algo más enojado, mientras sostenía la mano de aquella niña pequeña que era su hermana.
