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—¡Quita esa cara Jinnie! -Bufó el castañito desde el otro lado del río de cuclillas en el pasto verdoso y húmedo por las salpicaduras del agua que el río desbordaba, animando al pequeñito conejillo qué lejos de la orilla se mantenía.

No era miedo, Hyunjin tenía fobia al agua y en especial a las caudalosas aguas de los ríos, no era ni de cerca algo que pudiera superar por unos cuantos elogios del otro chico, aquel ya estaba acostumbrado a las aguas pues su familia le acostumbró desde temprana edad a conseguir comida de ese medio y allí dónde está era un excelente pescador.

—¡T-Tengo miedo, H-Hyung! ¡El agua me va a tragar! -Vociferó él temblando del miedo, sus manitas hechas puños a los costados, escuchaba el gruñir de los felinos asesinos y de los lobos aullándole de cerca, habían ido muy lejos andando y comprendía el nivel de peligro al que se enfrentaban- ¡S-Sácame de aquí!

Felix rodó los ojos esbozando una sonrisa burlona, no era de echar la bronca pero él no sabía cómo aquel bonito Alfa se había convertido en su amigo con lo llorica y débil que es, es decir, si estuviera catalogado como Omega, las cosas y sus acciones cautelosas tendrían sentido con su raza, pero se suponía que pertenecía a los alfas.

—Hyunjinnie, estarás entre los colmillos de un bonito gatito que te dobla la estatura si no cruzas este río, no es tan difícil, solo debes ir por las piedras y listo -El susodicho movió sus ojos a un costado, dentro de los matorrales se vislumbraron los destellos de dos pares de ojos muy atentos a sus movimientos.

Regresó su mirada al osito que tan campante se había echado a jugar con los hierbajos, el gazapo no tenía otra opción más que ir saltando de una roca a otra, unos diez metros, una profundidad de no más de medio metro, ahogarse en aquel charco sería una deshonra para toda su manada y quedaría en el recuerdo como el más tonto de los conejos belier.

—Uh Uh, ¿ves esos dos lobitos? No son de los Kim, tampoco de los Seo... entonces, puedes ser su almuerzo perfectamente -Si Felix no podía ayudarle a cruzar, al menos le serviría como sus ojos para alertarle de los problemas que acechaban a sus espaldas- Éste río es la frontera, aquí Minnie podrá cuidarnos, de ese lado éramos una jugosa y apetitosa comida...

—¡C-Cállate o yo mismo me entrego como tributo! -Pataleando gruñó... bueno... su intento de gruñido fue el mejor chiste para él Omega castañito.

Al tanto de los hambrientos lobos, a nada de lanzarle piedras a Felix y su miedo subiendo por su sistema, Hyunjin corrió hacía atrás, literalmente comenzó a huir de los cazadores y del propio Felix.

Fue hasta entonces que su sonrisa se disipó por completo y con sorpresa vio cómo se perdía entre los altos árboles, hasta que Hyunjin no veía nada. Solo supo reaccionar al completo cuando por el rabillo se percató del movimiento de los arbustos, los lobos se movían, irían a por él.

—Serás... -Maldiciendo entre dientes sus ojos se abrieron más de lo normal, al instante dejando su cómoda posición para saltar las piedras del río- ¡Seungminnie Hyung, se van a comer a mi conejito! -Chilló adentrándose a la zona enemiga, alertando así a ciertos lobeznos echados por allí.

Corriendo con tranquilidad el osito visualizó por encima a sus espaldas, tres grandes lobos de negros pelajes con enormes colmillos y claros ojuelos saltaban el río que segundos antes él había cruzado, un cuarto lobo —éste muy pequeñito y de un pelaje blancuzco y pulcro— se sentó sobre sus patas traseras en el pasto, bastante tranquilo a priori.

Felix, acompañado de grandes defensores, aligeró su paso, olisqueando el lugar y segundos más tarde guió a los caninos por el bosque, llevándolos sólo un minuto después a una zona abierta e iluminada.

Owns my heart// Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora