PAVEL
El partido final.
Se suponía que había entrenado demasiado para esto, sin embargo mi nivel de coordinación era fatal. Había fallado tres tiros e íbamos perdiendo por esto mismo.
Sólo faltaban tres minutos y la puntuación no estaba a nuestro favor.
-Pavel, ¿estás bien? -Me preguntó Sailub deteniéndose a mi lado.
Asentí y llevé mis manos a mis rodillas, mis ojos ignoraban a mis compañeros y al marcador, únicamente estaban puestos en él.
Pooh se acomodó en su lugar y deslizó su mano por su cabello húmedo debido al sudor acumulado.
Recordaba sus palabras de la otra noche, su rechazo y las ganas de mandar todo a la mierda e ir a llorar como un chico con el corazón roto, volvían a mí.
Pero no podía abandonar a mi equipo en este momento, no.
El juego continuó y yo intentaba dar lo mejor de mí, pero era imposible, mi cuerpo aún dolía por la paliza del otro día y mi estado emocional tampoco era el mejor.
Desde que te conocí solo me has complicado la vida.
Las palabras de Pooh resonaban en mi mente y eran ciertas. Nunca tuve nada bueno para ofrecerle a Pooh.
Era un desastre y siempre lo sería.
Lo próximo que sentí fue el balón impactando en mi cabeza y caí al suelo mareado.
-¡Pavel!- Gritaron los jugadores al unísono y se acercaron para ayudarme.
Me preguntaron si podía seguir jugando y yo asentí. Pooh me dedicó una expresión preocupada y me lamenté porque lo que menos deseaba era seguir fastidiándolo.
En el último minuto, Pooh se apoderó del balón y lo lanzó hacía mí. Con dificultad, lo atrapé en el aire, no obstante, cuando lo arrojé a la canasta este rebotó.
-¡No!-Grité.
Pensé que sería el fin, pero Sailub esquivando a los jugadores que defendían logró tomarlo, saltar y encestar de una manera gloriosa.
El público aplaudiendo por la victoria aturdió mis oídos y me confirmó lo que no podía creer:
Habíamos ganado el torneo.
Todos nos abalanzamos sobre Sailub y aclamamos su nombre una y otra vez. Después de todo, nadie se merecía tanto nuestro aprecio como él.
Volteé hacia Pooh, pero no lo encontré y en ese instante lo entendí.
Él ahora estaba oficialmente fuera de mi vida.
.🔥.
Entré a mi nuevo departamento sosteniendo el trofeo al mejor jugador que había ganado gracias a mi desempeño en los partidos y como capitán.
Suspiré y tomé asiento en el sofá. El lugar era amplio y simplemente hermoso, pero no se comparaba al de Pooh.
Y entendí que era porque estaba vacío, vacio de amor y de alegría. Aquí no estarían los oufits de Pooh sobre el mesón, ni sus raros zapatos estorbándome cada vez que pasaba, ni sus muecas al dormir.
Aquí no estaría él.
¿Cómo sucedió? ¿Cómo un pervertido adicto a los pechos masculinos había logrado enamorarme?
¿Fue su forma especial de ser? ¿Su forma especial de demostrarme su amor?
No lo sabía, pero sabía que había una última forma de demostrarle que lo apreciaba.
POOH
El programa en la tele era muy aburrido.
La cocina era muy aburrida.
Mi cama era muy aburrida.
Todo me resultaba aburrido sin Pavel y es que ese niñato de ojos grandes había llenado este lugar de energía.
Y lo odiaba, claro que lo odiaba porque hacía que lo extrañe mucho más de lo que ya lo hacía.
Su humor, sus extrañas recetas, sus berrinches, sus comidas en la madrugada, las canciones que cantaba de repente...
Eran pequeños detalles que simplemente supieron conquistarme.
Escuché a alguien tocar la puerta y al abrir, me encontré con el dueño de mis pensamientos. Me fue imposible ocultar la sorpresa en mi rostro.
-Pavel, ¿no estás en la fiesta de celebración?
Pavel meneó su cabeza y entró al departamento, cerré la puerta detrás de mí y lo seguí.
-Quería darte esto- Dejó un trofeo de un balón sobre el mesón -Te lo mereces más que yo.
-¿De qué hablas?
-No estoy ni cerca de ser el mejor, no merezco jugar con ustedes, ni la beca, ni a ti, ni nada- Pavel tomó una respiración y sólo allí me percaté de sus ojos llenos de lágrimas- Y sé que tal vez vine aquí para dar pena porque tú mereces algo mejor y yo...
Antes de que siguiera diciendo idioteces, me abalancé sobre él y lo besé con todos mis deseos acumulados. Moví mi boca sobre la suya de manera posesiva y mis manos fueron a parar a su trasero.
Pavel gimió contra mis labios, pero se dejó llevar por mi lengua que acariciaba la suya y enviaba corrientes placenteras por todo mi cuerpo.
Cuando la respiración nos faltó, me separé un segundo y acaricié sus pezones sobre su camiseta.
-¿Quieres que te responda la pregunta de la otra noche?- Le susurré y pellizqué sus hermosos picos con mis dedos, mi erección presionaba su pierna- Pues lo haré aquí mismo.
Pavel asintió y me ayudó a quitar su camiseta para disfrutar de sus pechos.
De la tristeza a la calentura en un instante JAJAJAJA 🔥
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BOOBS!🥀Poohpavel
Teen Fiction-¿Puedo tocar tus pechos? ¡Pooh, te he dicho que no soy una mujer! Dónde Pooh tiene una gran obsesión con los "pechos" de Pavel. ‧ . ‧ . ‧ . ‧ . ▭▬▭▬▭|...