Deber

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No podía contenerse.

Con todas sus fuerzas lanzó una serie incontable de ataques.

Era su deber.

El dios frente a ellos ni siquiera intentó esquivarlos. Sabía que había logrado su objetivo. Esas escorias no le importaban.

A poca distancia, Sasaki se mantenía inmóvil aún cerca del sauce. Apenas  consciente de la llegada de ambos o quizás,de lo que acababa de sucederle.

-Qin... - logró decir el japonés.

Hermes fue directo a su lado. Vió las marcas en su cuerpo desnudo y el temblor ajeno mientras sus propios brazos se aferraban a él. No podía seguir así. Con sus propios brazos trató de cubrir al humano y resguardó su cabeza en su cuello. Sentia su respiracion pesada, casi sin fuerzas.

- "¿Cómo  pudo terminar así alguien como él? "- pensó.  Rápidamente, el mortal trata de mantener sus ojos abiertos y de hablarle - No digas nada, resiste Einherjar - dijo tratando de calmarlo.

No podía entender cómo pudo sentir odio hacia alguien como él. Sus deseos enfermizos habían nublado su juicio al punto de tratar de ayudar a Poseidón pero ahora, veía el resultado. Si hubiera intervenido, todo habría sido peor.

El dios mensajero era consciente de los sufrimientos ocasionados por la lujuria de un dios, sin embargo, esta vez  sentía compasión por un mortal que había considerado su rival.

- Poseidón es capaz de tanto - afirmó  internamente dirigiendo la mirada hacia el emperador.

Le sorprendió cómo lo enfrentaba. Observaba cada golpe que recibía el tirano de los mares sin comprender por qué no respondía a ninguno. Aunque Qin Shing Huang fuera un humano increiblemente poderoso, no contaba con su valkiria. En el Ragnarok había vencido con su ayuda. En este preciso momento, Poseidon podía atacarlo y matarlo si se lo propusiera.

Cierto temor lo inundó. Esto no era una buena señal para ninguno. Era mejor actuar antes que nada.

Por su parte, el einherjar chino arremetió sin descanso. Era evidente lo que habia sucedido.

Su hermano, su amigo.... él .... Ni siquiera podía pensar y encontrar palabras para el odio que crecía en su interior. Después de todo lo que había sucedido para encontrarlo, todo lo que Sasaki debía haber sufrido a manos del inmortal, todo aquello que desconocía le provocaban un increíble furia.

Golpe tras golpe, la necesidad de dejarlo moribundo crecía. Ese dios no era ni la mitad de lo necesario para serlo. Hades .... No podía tener un hermano así...

No debía salir impune.

-¡QIn! - gritó el dios menor a su espalda. Solo por eso, detuvo su ataque para observarlo - Debemos llevarlo con los humanos. Necesita atención - dijo levantando a Sasaki inconsciente - acaba de perder el conocimiento.

El emperador regresó su mirada al tirano. Acaba de darse cuenta que no había sido atacado. Poseidón sonreía levemente mientras sus ojos se mantenían cerrados.

-¡Morirás por lo que has hecho, maldito! - exclamó el humano señalandolo - ¡Yo mismo te castigaré!

El dios mayor levantó su vista en dirección a Sasaki sin prestar atención al emperador.

Sasaki le pertenecía. Con eso era suficiente. Ahora estaba en sus manos de por vida.

-Intentalo - dijo en burla esperando el golpe.

El emperador avanzó amenazadoramente. De ser necesario lo atacaría hasta dejarlo incapaz de levantarse.

-Qin, usa esto - dijo Hermes lanzando una especie de reliquia a sus manos - ¡úsala ahora!

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