Un Latino En Sword Art Online

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Han transcurrido varios meses desde que Tn y Asuna continuaron avanzando piso por piso. Tn decidió elaborar unas nuevas dagas utilizando un objeto poco común conocido como el Diente del jefe Kobold y algunos lingotes de oro que había adquirido en el camino gracias a los drops de varios enemigos. El resultado fueron unas dagas increíbles.

Después de varias semanas de intensa preparación y numerosas pruebas y errores, finalmente logró mejorar lo suficiente su habilidad en herrería para poder elaborar sus dagas finales. Al tratarse de una creación propia, tuvo la oportunidad de asignar un nombre a las armas recién forjadas. Tras meditar por unos instantes y solicitar la colaboración de su compañera Asuna, decidió un nombre adecuado.

-Creo que ya tengo un nombre perfecto - mencionó Tn mirando a Asuna -Se llamarán Goldfang Shadowblades - dijo con una sonrisa, probando el peso y el filo de sus dagas -Creo que le queda el nombre - dijo Asuna, aplaudiendo por el logro de su compañero.

Tn sonrió ante el cumplido de su compañera, realmente le agradaba lo amable que era. Tn observó el arma de la chica, notando que no había mejorado su arma desde que habían salido del primer piso. Revisó su inventario y se dio cuenta de que le sobraban algunos lingotes de oro. Sonrió y los sacó de su inventario, dejándolos a un lado. Rápidamente dirigió su mirada hacia la chica, quien lo observaba con curiosidad, ya que parecía bastante entretenido.

-Asuna, ¿no tendrás algún lingote raro en tu inventario? Quiero hacer algo, pero necesito tu ayuda -dijo Tn con una sonrisa divertida, notando cómo la chica se había puesto nerviosa-.

-Creo que tengo algo -dijo Asuna, buscando rápidamente en su inventario hasta que encontró algo útil-.

-Mira, tengo unos lingotes de plata, pero ¿para qué los necesitas? -preguntó con mucha curiosidad, entregándole los lingotes al chico.
-Jejeje, no sé -dijo Tn en tono burlón, mientras Asuna le sacaba la lengua-.
-Bueno, tengo que trabajar, ¿por qué no vas a matar algunos monstruos de este piso? -dijo Tn con felicidad, corriendo hacia su herrería portátil que había comprado en el primer piso hace unos meses. Asuna dio un suspiro y aceptó, yendo a matar algunos monstruos de las cercanías.

Tn tomó los lingotes que le habían sido entregados y empezó a calentar el fuego. Después de unos minutos, asegurándose de que todo estuviera en su punto, colocó los lingotes y esperó a que se ablandaran por la temperatura. Comenzó a golpearlos para dar forma a un estoque, no muy largo pero lo suficientemente ligero y resistente gracias a los materiales empleados, capaz de penetrar diversas armaduras. Tras aproximadamente dos horas de trabajo, finalmente el arma estaba lista.