El Tejón y La Serpiente

Capitulo 6

En el corazón gélido del castillo de hielo de Nyx, en una cámara secreta,  una prisión de hielo se alzaba como un monumento a la venganza. En su interior, una mujer de cabello blanco como la nieve, cuyo nombre era prohibido de pronunciar, esperaba pacientemente el momento de su liberación.

—Algún día saldré de aquí —Murmuró la mujer, su voz gélida como el hielo que la aprisionaba— Y mataré a los que amas.

Sus ojos, de un azul glacial, brillaban con una furia implacable. Su cuerpo,  completamente formado por hielo,  no sentía dolor ni compasión. Solo anhelaba la destrucción, la venganza.

Mientras tanto, en las calles solitarias de Nueva York, Kaiser caminaba con su esposo, Newt, y con el no mago Jacob. Habían pasado dos horas desde que capturaron al Erumpent, un animal mágico peligroso que había causado estragos en el parque.

—Al menos tenemos al Erumpent,  uno menos que atrapar —dice Kaiser, con un rostro cansado pero decidido— Lo malo es que no sabemos dónde están los demás.

—Ellos buscarán refugio, deben estar en alguna parte —dice Newt, con un rostro lleno de preocupación— Tenemos que encontrarlos antes de que causen más problemas.

—¿Y los demás animales son igual de peligrosos que ese que estaba en el parque? —preguntó Jacob, con un rostro lleno de miedo.

—La verdad no todos son tan peligrosos. Solo tienes que mostrarles que no les harás daño —dice Kaiser, con un tono de voz calmado.

Newt, con un corazón lleno de determinación, sabía que tenía una gran responsabilidad. Él tenía que proteger a las criaturas mágicas que se habían escapado de su maleta.

Los tres continúan caminando por las calles de Nueva York hasta que Newt y Kaiser notan algo en una tienda. Ellos paran de caminar y dirigen su mirada a una tienda de joyas. Jacob en seguida nota que los dos magos veían una tienda de joyas, así que él también lo hace. Al momento que Jacob dirige su mirada a la vidriera de la tienda de joyas, ve a un animal extraño que está como haciendo una pose sin moverse, mientras tenía joyas alrededor de su cuerpo.

—¿Qué es eso? —Pregunta Jacob mientras ve al animal.

—Eso, señor Jacob, es un Escarbato. Se llama Aurelio, yo se lo puse —Kaiser muestra una expresión tranquila mientras ve al Escarbato del otro lado del vidrio— Tú lo buscas, cariño.

—Espera aquí, Kaiser —Newt en seguida saca su varita y termina rompiendo el vidrio de la joyería en pequeños trozos.

—No, espera —Jacob en seguida intenta detener a Newt, pero al final, el mago termina entrando a la joyería y comienza a hacer un desastre por intentar capturar a Aurelio— La alarma se activó, vendrán los policías. No quiero ir a la cárcel.

—Descuide, señor Jacob, no irá a la cárcel —Kaiser solo suspira mientras se toca su vientre— Qué cosa, me dio antojo de comer unos dulces.

Jacob ve con horror cómo Newt destruye la tienda de joyas por estar persiguiendo al Escarbato, mientras que Kaiser solo mostraba una expresión tranquila y saca un dulce de su vestimenta para luego comerlo. Newt termina logrando atrapar a Aurelio y en seguida lo mete a la maleta, no sin antes quitarle todas las joyas que tenga.

De repente, se escuchan sirenas de policía, causando que a Jacob le dé como un ataque de nervios, ya que era la policía. Newt camina saliendo de la joyería y ve cómo coches de policía frenan frente a ellos y salen los agentes y les apuntan con sus armas.

—¡Arriba las manos! —Grita uno de ellos.

Jacob por instinto termina levantando sus manos y nota que tenía joyas alrededor de sus hombros. Newt hace lo mismo que Jacob, pero Kaiser solo permanece tranquilo mientras come sus dulces.